Mi abuela no dudaba en lanzarme su chancla cada vez que no la obedecía… y sí, casi siempre le atinaba. La famosa chancla de mamá o abuelita se ha vuelto un meme. Pero la disciplina con violencia no es un chiste. En México, uno de cada dos niños, niñas y adolescentes de entre uno y 14 años vive disciplina violenta en su hogar, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Desde los gritos y las palabras hirientes hasta los golpes y “todos esos componentes que se imponen como un castigo, como una medida, para ‘corregir’ un comportamiento, pero que tienen una afectación en el bienestar emocional, la integridad, la salud o incluso la vida de los niños, niñas y adolescentes”, son disciplina violenta, explica José Antonio Ruiz, Oficial Nacional de Protección a la Infancia de Unicef.

En contraste, la crianza positiva busca promover el desarrollo saludable de las personas que están siendo criadas, a través de una serie de técnicas y habilidades, señala Ruiz.

“No es un asunto de ‘buenondismo’, como a veces se quiere plantear. Es una metodología”, detalla.

Este tipo de crianza, enfatiza, no significa dejar que las infancias hagan lo que quieran: “La crianza positiva también se basa en reglas y en el establecimiento de límites”.

Para apoyar a madres, padres y personas cuidadoras en aprender más sobre este tipo de crianza, Unicef México y YouTube lanzaron el curso gratuito Crianza positiva, que proporciona herramientas y recomendaciones a través de nueve videos.

“El objetivo es promover que las niñas, niños y adolescentes puedan vivir libres de violencia”, afirma el Oficial Nacional de Protección a la Infancia.

Tips de crianza positiva

En el curso Crianza positiva, psicólogos y terapeutas comparten tips y consejos para enfrentar situaciones que desafían a madres y padres. Te dejamos algunos ejemplos:

¿Qué hacer durante un berrinche?

• Nombra la emoción: di frases como “Veo que estás enojado” o “Estás triste”.
• Valida lo que siente: al reconocer la emoción, le estás diciendo “entiendo cómo te sientes”. Un abrazo también ayuda.
• Pon límites: intervén si se hace daño a sí mismo, a otros o al entorno.
• Corrige: una vez calmados, explícales qué comportamiento no estuvo bien.

“Mi hijo reprobó”

• Evita el interrogatorio: Cambia el “¿Por qué reprobaste?” por “¿Cómo te sentiste con esa calificación?”
• No compares ni juzgues: En vez de un regaño o compararlo con otros, trata de acercarte y escucharle.
• Sé empático: Usa frases como: “Entiendo lo que te está pasando, ¿quieres que busquemos una solución juntos?”

Ciberseguridad

• Límites claros: Acuerden qué apps y sitios pueden usar; así como tiempo máximo en línea.
• Cuídalos: Habla sobre la importancia de las contraseñas seguras y qué hacer si algo les incomoda.
  Acompaña sin espiar: Pregunta sobre juegos, chats y lo que ven en internet.
  Habla de riesgos: Explícales los riesgos y peligros que existen como el sexting, el grooming o el cyberbullying.

¿Cómo mejorar la relación con tu hijo?

• Dedica 5 minutos de atención plena: sin celular, TV ni distracciones, pasa tiempo con tu hijo.
• Jueguen juntos: Pregunta qué le gustaría hacer, improvisen y compartan actividades que disfruten ambos.
• Reconoce lo positivo: Evita regañar todo el tiempo. Destaca sus esfuerzos y logros.
• Crea rutinas: Involucra a tu hijo en tareas escolares, del hogar o tiempo libre.