Arroz, frijoles, gelatina y hasta leche… los chilangos han arrojado desde su balcón o ventana todo tipo de alimentos para participar en la iniciativa Avienta una despensa, con el objetivo de ayudar a quien más lo necesita.

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“Estamos realizando la campaña Avienta una despensa. Con ella queremos ayudar a los que menos tienen y que peor la están pasando en este tiempo de pandemia y de confinamiento. Te pedimos que si tienes algún producto de despensa que puedas donar, nos lo hagas saber con señas y nosotros lo atraparemos aquí abajo”. Con ese audio, una camioneta recorre lentamente las calles de la Ciudad de México desde el 18 de mayo pasado, para invitar a los chilangos a ayudar durante esta emergencia sanitaria.

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Quienes pueden ayudar ni siquiera tienen que salir de su casa. Lo único que deben hacer es asomarse a la ventana o al balcón y llamar la atención de los tripulantes de la camioneta para que se acerquen. Posteriormente deben arrojar los productos de despensa que quieran donar y una persona los atrapará abajo con ayuda de una manta.

Los encargados de esta iniciativa recolectan todo y lo llevan a asociaciones o fundaciones para que el alimento sea repartido entre las personas que requieren de la ayuda. Hasta el momento cuatro instituciones han sido beneficiadas.

¿Cómo le entro a Avienta una despensa?

Esta peculiar iniciativa nació tras el inicio de la contingencia sanitaria por covid-19 en México. Al igual que ocurrió con los comercios no esenciales, la empresa TENT Campañas y Experiencias, que se dedica a organizar eventos, tuvo que suspender sus actividades.

Pese a ello decidieron buscar la manera de ayudar a la gente, especialmente a aquella que vive al día. “Vivo en un departamento y vi cómo de repente pasan los de las marimbas u organilleros a tocar y los vecinos encerrados se asomaban a escucharlos. Los ayudaban, la mayoría con dinero, pero vi que alguien dijo: ‘hijole, no tengo dinero, pero te doy una lata de atún y unas de frijoles’, entonces dije probablemente mucha gente no puede donar dinero pero sí algo de despensa. Así decidimos que con lo que teníamos en la oficina podíamos lanzar esta campaña”, explica Santiago Yedra, integrante de este proyecto.

En entrevista con Chilango, Santiago detalló que eligieron esta forma de donar (aventando los productos) para que la gente no tenga que salir de su casa, además que de esta manera no existe ningún tipo de contacto directo.

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Si bien se han acercado a otras colonias, Avienta una Despensa se enfoca principalmente en las pertenecientes a la alcaldía Benito Juárez y algunas de la Cuauhtémoc.Hasta ahora, la iniciativa Avienta una despensa ha recorrido las calles de la Roma, Condesa, Extremadura Insurgentes, Mixcoac, Condesa, Escandón, Del Valle, Narvarte y la Nápoles.

Los recorridos los realizan de lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas, mientras que los fines de semana se dedican a repartir todo lo recaudado. Entre las instituciones a las que han dado este donativo se encuentran la Asociación Civil Traso, la Casa de los niños incurables, en Tlalpan, un comedor comunitario en la alcaldía Álvaro Obregón y una casa de ayuda para niñas huérfanas en la San Miguel Chapultepec.

Los cinco integrantes de esta iniciativa no arman bolsas con despensa, sino que organizan cada producto en costales, por ejemplo el de arroz o el de frijoles. Así los llevan a las asociaciones, quienes serán las encargadas de que el alimento llegue a quien más lo necesita.

Esta será la última semana que recolectan alimentos, pues es hasta donde pudieron cubrir los gastos que implican, por ejemplo el pago a los trabajadores, la comida y el transporte. “Somos una empresa de eventos que tampoco tiene trabajo, yo lo que les dije a los colaboradores es ‘vamos a llegar hasta donde aguantemos’, el proyecto estaba planeado para durar tres semanas”, detalla Santiago.

Durante estos últimos días, los integrantes de Avienta una despensa recorrerán la Del Valle, Extremadura Insurgentes y Narvarte principalmente, así que todavía tienes chance de entrarle. El lunes 8 de junio harán la última donación y a través de sus perfiles en redes sociales (donde también han dado cuenta de todo lo que recolectan diariamente) publicarán el saldo final de la campaña.

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Santiago explica que a él no le queda más que agradecer a todos los que han participado en Avienta una despensa, pues los chilangos se lucieron y donaron muchísimo alimento y calcula que durante las dos semanas que llevan trabajando en esta iniciativa han recolectado cerca de una tonelada de alimentos.

“Cuando fue el terremoto, al día siguiente toda la gente estaba en las calles para ver en qué podían ayudar, ahora que no se puede salir a la calle desde sus casas empezaron a colaborar y mucha gente que también perdió su trabajo igual quiso ayudar. Con lo poquito o mucho que aventaron se logró hacer algo interesante y por eso estamos muy agradecidos”, concluyó.

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