Foto: Leo Pérez

11 de febrero 2020
Por: Margot Castañeda de la Cruz

Comer con nadie en CDMX: dónde y cómo pasarla bien contigo misma

Comer contigo es una gozada, una declaración de autonomía. Queremos que disfrutes el tiempo contigo y salgas a estos restaurantes a comer solo en CDMX.

Comer sola es una gozada. No es comer en soledad, es comer con una misma. Para muchas personas, la “mesa para uno” deriva en ansiedad social (¿qué dirán los demás?), o en inseguridad emocional (“¿y qué hago yo con mis propios pensamientos?”). Este sistema social quiere que comamos –que vivamos– en compañía siempre; por eso a algunas todavía les parece extraño o angustiante salir a comer con nadie. Justin Bieber lo hizo una vez, fue captado por paparazzis y eso se volvió noticia en la tele. ¿Por qué estará solo?, se preguntaron todos. La respuesta es simple: porque quiso. Si eres de las que cree que comer contigo misma es una declaración de autonomía y amor propio, estos restaurantes para comer solo en CDMX te interesan.

La verdad, comer contigo misma es una experiencia –preciosa– que tiene cabida en cualquier lugar de la ciudad: la taquería de calle, el restaurante fifí, la fonda del mercado, el cafecito del barrio, donde sea. Sin embargo, esta aventura mejora cuando hay una barra chula para sentarte a comer, beber y pasar desapercibida o conocer a la persona de al lado, según lo que prefieras. Para eso recomendamos:

7 restaurantes para comer solo en CDMX

Ginza Barra

Aquí no hay mesas, todos nos sentamos en la barra medio callejera (literal: entre el local y la calle) de diseño es pulcro, brillante. Como las barras de sushi en Japón, su menú ofrece makis, nigiris y tazones cumplidores, servidos en porciones que llenan pero no empanzonan. Puedes irte a lo conocido o consentirte con los especiales, unas cervecitas y sakes. El omakase de tacos (de algas y arroz) es de lo mejor; hay de king salmon con camarón tempura spicy y de anguila con foie-gras flameado. También recomendable es la almeja chocolata con mantequilla de mariscos y el karaage (tipo tempura) de jaiba de concha suave con salsa de nabo y jengibre. Se siente como comer lujoso en un restaurante japonés de renombre pero con un ambiente de barrio –barrio bonito– más cómodo y pagable. Checa la reseña completa acá.

Emilia Restaurante

Es un restaurante fine dining, con menú degustación y gente engalanada. Quizá pienses que es el último lugar al que irías a comer sola pero espera; Emilia es diferente, es sorprendente y divertido. Apenas abres la puerta y escuchas a Bowie bien fuerte, nivel fiesta, en un pequeño salón de piedra, piel y madera. No lo esperas porque los restaurantes fine dining suelen ser discretos, pero este es eléctrico. Lo mejor es sentarse en la reluciente barra: detrás de ella está el chef Lucho Martínez con siete cocineros más. Son ellos quienes te sirven y explican cada tiempo. Está padre porque interactúas con los creadores de tu cena y, en realidad, siempre estás acompañada. La cocina abierta, la barra cómoda y el ambiente fiestero hacen de comer solo en CDMX una experiencia rica, como para seguirla en el bar de enfrente. Checa la reseña completa acá.

Superette

Este lugar es luminoso, apacible y tiene una barra comodísima. Además, es un bar de sidras, crepas y galettes –crepas saladas, según Francia–; así que es per-fec-to para ir a beber y comer sola. El plan es este: pide consejo para elegir la burbujeante y diáfana sidra que más se adapte a tu gusto, puede ser de manzana o de pera; de Francia, de España o de Suiza. De ti depende si pides por copa o por botella (guiño, guiño). Después pide tu galette (todas quedan bien para desayuno, comida o cena), disfrútala y pasa el día con buena música francesa, iluminada con los rayos del sol que entran muy bonito a este bar. Checa la reseña completa acá.

Tachinomi Desu

Este es un bar de estilo japonés, no solo en la decoración sino en la dinámica. Tachinomi significa ‘beber de pie’. Se refiere a la costumbre que tienen los japoneses de beber un par de sakes y cenar algo ligerito –un sashimi, por ejemplo–, de pie en la barra de un bar, antes de llegar a casa; así que en este tipo de bares es común que la gente vaya sola, por eso es uno de nuestros favoritos para comer solo en CDMX. La carta de bebidas aquí es interesante: no solo hay distintos sakes sino también whiskys japoneses, cervecitas y vinos naturales. Para comer: el menú degustación (omakase) cambia todos los días (según la decisión del chef) pero siempre encontrarás platitos chiquitos para llenar la tripa sin salir atascado. Lo mejor: la música es buena –casi siempre hay jazz, blues y variantes–, así que tienes todo para pasarla bien.

Jametaro

Es un restaurante bonito, imposible de ignorar al pasar. El diseño de la entrada es un guiño a las casas tradicionales de Japón, hechas de madera. Apenas una cortina (¡de más de 100 años de antigüedad!) y un letrerito dan pistas de lo que hay en el interior: ¡ramen! Y uno de los mejorcitos que puedes encontrar en la ciudad. Es como una fondita, muy coqueta, de comida japonesa bien hecha. Su barrita es pequeña pero cómoda y perfecta si lo que quieres es tranquilidad absoluta y, además, comer rico. Checa la reseña completa acá.

Restaurante Elly’s

Debut en México de la chef neoyorquina Elizabeth Fraser y el productor musical Andrés Herrán. La cocina es mediterránea, con fuertes acentos de la comida italiana-gringa, es cómoda, aromática, casi perfecta en técnica y sazón. Además, la casa es preciosa: tiene diferentes espacios para distintos momentos: precopeo, cena, sobremesa en la sala; y la música, siempre en vinilo, es una chulada. Este es uno de nuestros lugares favoritos para comer solo en la CDMX porque tiene una barra chulísima y fresca; pero también funciona para romancear porque sus salitas te inspiran para darte unos cuantos besos entre plato y copa. Checa la reseña completa acá.

Galera

Este espacio es extraordinario y perfecto para disfrutarse sin compañía porque es un centro cultural y multifacético. Puedes sentarte en la barrita coqueta a comer algo mexicano y rico (el menú de comida fue diseñado por los chefs Joaquín Cardoso y Sofía Cortina) y luego darte un trago en el bar, pasearte por la galería, comprar vinilos y quedarte hasta la pachanga que se arma seguro en la noche (ahora hay fiestas de Onda Mundial). Checa la reseña completa acá.

Señorito Cineteca

A diferencia de otros restaurantes para comer solo en CDMX, este no tiene barra pero sus mesas son pequeñas y están muy cerca unas de otras, así que la experiencia es parecida. Este lugar siempre tiene buen ambiente y comida rica a muy buen precio. Sus emparedados son deliciosos, pero también su ensalada de nopales, los esquites y los menús del día (recomendados). Además: tienen buen vino por copa y chelitas para que pases el mejor rato posible. Si te aburres ¡ya estás en la Cineteca!, así que opciones tienes: cine, libros, paseo, exposición, etc…