Ang Lee es un director muy controversial porque puede hacer cosas muy buenas (El Tigre y el Dragón o Secreto en la Montaña) o cintas que preferimos olvidar (Hulk). Tristemente, Proyecto Géminis cae en esta segunda categoría.

La cinta se centra en Henry Brogen (Will Smith), un asesino a sueldo a punto de retirarse que intenta llevar una vida tranquila. Sin embargo, pronto se encuentra siendo cazado por su propio gobierno y un agente bastante bueno que resulta ser un clon de 23 años de él mismo.

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¿Es Proyecto Géminis la mayor decepción del año?

Esta cinta tardó 20 años en ver la luz y llegar a la pantalla, pues estaban esperando a que los efectos fueran lo suficientemente buenos como para verse realistas. O eso dicen, porque tal parece que Proyecto Géminis no lograba concretarse gracias a su guión tan flojo y aburrido.

Y es que la cinta aborda un tema interesante: la lucha con uno mismo. Solo que en este caso no solo es en un sentido interno, sino también físico debido a la presencia de Junior, el clon más joven del agente Brogen. Aunque ya hemos visto este tema antes (como en Looper), Ang Lee pierde la oportunidad de profundizar en la idea de pelear contra tu yo más joven.

Foto: Paramount

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En vez de enfocarse en estos temas humanos, decide poner toda su atención en la tecnología usada en la película. Es cierto que Proyecto Géminis es sorprendente ya que el director insistió en filmarla a 120 cuadros por segundo (el estándar es de 24 por segundo) y tecnología 4K y 3D.

Puede parecer una buena idea, pero tener tanta calidad en la imagen tiene muchas desventajas y eso se nota en las escenas de acción que parecen salidas de un videojuego. Y eso no es todo, pues la cara del joven Will Smith es simplemente perturbadora. No es que no sea realista, sino que sus facciones y expresiones son poco creíbles si recordamos cómo lucía realmente Will Smith a esa edad. Inclusive su versión azul en Aladdín resulta menos perturbadora que este joven clon y eso ya es decir mucho.

Foto: Paramount

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Todo esto provoca que Proyecto Géminis sea una historia muy superficial y vacía. Sobre todo porque nunca terminas de conectar con Brogen y el villano (Clive Owen) pasa sin pena ni gloria. Aunque Lee se haya esforzado para hacer una cinta de acción llena de efectos hiperrealistas, se queda lejos de ello, pues la extra fidelidad que tiene ocasiona hasta risas involuntarias.

Si lo único que quieres es pasar el rato viendo una cinta que no demanda mucho del espectador, Proyecto Géminis es perfecta para ese plan. Si esperabas una historia emotiva como La Vida de Pi u otras cintas de Ang Lee, mejor da media vuelta y pasa de largo.