Eddington, el nuevo largometraje del cineasta Ari Aster, lleva el western a un terreno político y psicológico en pleno verano de 2020, con Pedro Pascal y Joaquin Phoenix enfrentados en un pequeño pueblo de Nuevo México.
En este filme, Ari Aster traslada su maestría en el terror psicológico y el humor negro a un escenario que, en principio, parece alejado de sus anteriores trabajos, pero que conserva su sello: personajes al límite, atmósferas densas y un retrato incómodo de la sociedad.
En medio de una pandemia que confina a la población en sus casas y la empuja a filtrar la realidad a través de redes sociales saturadas de teorías conspirativas, noticias falsas y paranoia colectiva, Aster compone un microcosmos político y emocional en el pueblo llamadoEddington.
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Eddington: Una trama de tensiones políticas y heridas personales
La película sigue el enfrentamiento entre Ted García (Pedro Pascal), alcalde progresista y padre soltero decidido a modernizar el pueblo con la instalación de un centro de datos de inteligencia artificial, y Joe Cross (Joaquin Phoenix), el sheriff que, en plena pandemia, rechaza las medidas sanitarias y defiende la libertad individual. La rivalidad escala cuando Cross se postula para la alcaldía, convirtiendo la contienda en un choque de visiones sobre el futuro de Eddington.
De acuerdo a notas de producción, Phoenix describió a Joe como “agradable y con el que es fácil identificarse, el héroe del pueblo. Es vulnerable y se preocupa por su comunidad y su esposa, y lucha por lo que es correcto”.
Ese retrato de hombre común, enmarcado en una larga tradición de sheriffs y pistoleros del western clásico, lo conecta con figuras de John Ford y Howard Hawks.
Foto: Cine Caníbal
Pascal, por su parte, encontró en Ted García un personaje con capas contradictorias: “Quería que Ted se sintiera lo más real posible, apoyarse en los aspectos ridículos, aterradores, tristes y difíciles del personaje, todos los colores que lo hacían parecer un tipo normal y con el que es fácil identificarse”, comentó el actor.
Y añadió: “una comedia estadounidense oscura por excelencia, brutalmente divertida y creativamente peligrosa, el tipo de guión que no aparece muy a menudo”.
Emma Stone con un personaje excepcional en Eddington
El mundo íntimo de Joe se ve alterado por Louise (Emma Stone), su esposa depresiva y atrapada en un universo de teorías conspirativas, fabricando muñecas como vía de expresión emocional.
“Hacer muñecas es la forma en que Louise se expresa… No se siente comprendida por Joe, ni por su madre”, explicó Stone.
Foto: Cine Caníbal
La madre de Louise, Dawn (Deirdre O’Connell), también ha caído en la espiral de desinformación en línea, generando fricciones en una casa abarrotada por el confinamiento. Ambas mujeres se obsesionan con Vernon Jefferson Peak (Austin Butler), un líder de culto que, según Aster, es una figura “de flautista de Hamelin” que afirma haber sido víctima de trata sexual y ofrece a sus seguidores una narrativa de consuelo.
Este triángulo de fascinación y manipulación refleja una de las preocupaciones centrales del director: cómo el aislamiento, las heridas personales y el flujo constante de información distorsionada pueden convertir la intimidad en un terreno fértil para la radicalización.
Foto: Cine Caníbal
El contexto histórico como motor narrativo
Aster comenzó a gestar Eddington antes de la pandemia, pero encontró su forma definitiva en 2020.
“Cuando ocurrió el COVID y luego el horrible asesinato de George Floyd, sentí que era el momento adecuado para retomar Eddington y usar esa confluencia de eventos para tratar de dar sentido a lo que estaba pasando”, señaló.
La cinta integra elementos del confinamiento, el auge del movimiento Black Lives Matter y el papel de las redes sociales como catalizadores de división. El propio director ironiza sobre el cambio de armas en el género:
“Eddington es un western, pero las pistolas son teléfonos”.
¿Por qué ver Eddington?
Eddington es un retrato incisivo de un país en crisis, con un guion que reparte culpas y razones por igual, evitando caricaturas fáciles. Aster ha dicho que quiso hacer una película “democrática en la forma en que le da el mismo peso a cada instrumento en la cacofonía” y que, más allá de las diferencias políticas, invita a “encontrar la forma de volver a relacionarnos unos con otros”.
En esta película verás muchos reflejos de la sociedad estadounidense, una sátira absoluta de los gobernantes y las ideologías radicales de su presidente.
La película combina:
Duelos ideológicos: Ted y Joe representan visiones opuestas sobre modernidad, libertad y comunidad.
El poder corrosivo de la tecnología: redes sociales como nuevas armas en un duelo que se libra tanto en el ayuntamiento como en los timelines.
Personajes femeninos complejos: Louise y Dawn ofrecen un retrato empático y perturbador de la vulnerabilidad en tiempos de aislamiento.
La tensión del western clásico: ritmo pausado, explosiones de violencia y un paisaje que se convierte en personaje.
Phoenix espera que “el público reconozca nuestro mundo en la película”, y ese es quizá el mayor acierto de Eddington: no inventa un universo ajeno, sino que nos devuelve un espejo distorsionado pero familiar. La neta vale un montón la pena verla.