La ópera prima de Daniel Giménez Cacho,Juana, tuvo su estreno en la Sección de Largometraje Mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia 2025. El actor mexicano presentó por primera vez su trabajo como director tras un proceso de ocho años de desarrollo, acompañado por la guionista Emma Bertrán, la productora Regina Solórzano y las actrices Diana Sedano, Margarita Sanz y Nailea Norvind.
“Llegar hasta acá tardó como ocho años. Hoy es el primer día que la verá el público, un motivo de alegría, de curiosidad y de saber si la película funciona, si llega a corazones”, expresó Daniel Giménez Cacho previo a la gala.
De acuerdo al también actor, el propósito de la película es abrir un debate, combatir el silencio cómplice y empezar a hablar de heridas, para empezar a sanarlas.
¿De qué trata Juana?
La cinta narra la historia de una periodista que, tras años de enterrar sus traumas, vuelve a enfrentarlos cuando el nombre de un político corrupto —vinculado al asesinato de su novio y colega— reaparece. A partir de ahí, emprende un camino hacia la justicia, moviéndose en un entorno dominado por la impunidad, el poder y el silencio.
Daniel Giménez Cacho explicó que el silencio tiene un rol estructural en el filme, no sólo como elemento narrativo sino como denuncia.
“Esta película está un poco en esa lucha de acabar con ese silencio cómplice”, señaló el director.
Foto: Sarahi Rosas
Periodismo, violencia y memoria en Juana
Por su parte, la actriz Diana Sedano, quien interpreta a Juana, compartió detalles sobre el trabajo de preparación:
“Sin duda es un personaje de los que uno está deseando que te lleguen; actoralmente es un regalo enorme”, comentó. “Tuvimos reuniones con periodistas, escuchamos historias durísimas, y eso fue fundamental para entender el peso y la profundidad de este papel”.
Mientras que, la también actriz, Margarita Sanz destacó la dimensión política y humana de la historia:
“Esta película encierra núcleos muy importantes, es casi un homenaje a los periodistas asesinados por ser honestos. Habla también de las mujeres que han sido asesinadas y secuestradas”, dijo. “Habla de las toxinas que hay dentro de las familias, de los abusos. Para mí, es una película muy necesaria”.
Foto: Sarahi Rosas
La guionista Emma Bertrán recordó que el proceso de escritura estuvo acompañado de una escucha dura pero imprescindible:
“Tuvo momentos violentos en la escucha cuando nos documentamos con las periodistas […] pero en realidad la escritura fue una delicia, fue muy lindo cuando comenzamos a trabajar y recibir las lecturas de los actores”.
Juana emerge como una ópera prima de fuerte carga política y emocional: un filme que no teme mirar de frente al silencio y que convierte la denuncia en lenguaje cinematográfico.
