Peter Farelly nos sorprende con Green Book, cinta que nada tiene que ver con sus trabajos anteriores que elaboró junto a su hermano Bobby (como Una Pareja de Idiotas o Loco por Mary). En cambio, trae una historia con humor más suave, pero que refleja con momentos dramáticos el racismo en Estados Unidos en la década de los 60.

Green Book —basada en una historia real— sigue a Frank Anthony Vallelonga (Viggo Mortensen) o simplemente Tony Lip, un italoamericano que vive en el Bronx y que pierde temporalmente su trabajo en el Copacabana. Tony termina en un departamento en Nueva York frente a Dr. Don Shirley (Mahershala Ali), un gran pianista afroamericano, quien le ofrece un trabajo de dos meses, solo debe ser su chofer mientras va de gira por varios estados del sur.

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Reseña de Green Book

Green Book es una road movie que sigue una historia que ya hemos visto, como en El Chofer y la señora Daisy o en Amigos: dos personas que pertenecen a mundos diferentes, pero que se unen ante varias dificultades y ponen fin a sus prejuicios. Sin embargo, la manera de ejecutar esta historia es tan atractiva y divertida, que terminas cediendo por completo a sus encantos.

Uno jamás esperaría que Peter Farelly sea el director de esta cinta, pues nos tiene acostumbrados a un humor bastante pesado lleno de chistes sucios y ofensivos. Sin embargo, en Green Book te olvidas por completo de que se trata del mismo cineasta detrás de Una Pareja de Idiotas. Aquí el humor se mantiene, pero es más suave y empalma a la perfección con la personalidad de los protagonistas. Además, sirve para acompañar una historia que se centra en los tormentos y la opresión a los que se ven sometidos los afroamericanos.

Definitivamente, lo que se lleva la película es la química entre los dos protagonistas. En Green Book vemos a dos hombres que no pueden ser más distintos. Tony Lip (Viggo) es prácticamente un vividor, pues transforma cualquier situación a su favor. Se la pasa fumando y comiendo todo el tiempo y no le importa medir su manera de hablar. Por otro lado está Don Shirley (Mahershala), un intelectual que no soporta los malos modales, que es obsesivo y que está lleno de melancolía.

Mucho de los grandes momentos de Green Book suceden gracias a los contrastes entre estos dos personajes. Pero la verdad es que el trabajo que hacen los actores es excepcional. Viggo interpreta a un italoamericano y, aunque a veces se sienta como una caricatura, no hay que ignorar todo el esfuerzo puesto en este papel. Para la cinta, el actor subió más de 13 kilos y el desempeño que hace para interpretar a Tony es grandioso.

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Por otro lado está Mahershala Ali, quien es uno de los grandes actores del momento y que logra transmitir toda la frustración que siente Shirley. Y es que algunas personas critican Green Book por no mostrar la crudeza de esa segregación. Sin embargo, cuenta lo necesario para comprender a una sociedad que es sumamente hipócrita. Don Shirley es un pianista muy aclamado y es invitado a los mejores lugares. Evidentemente su público son personas blancas y apoderadas que aplauden sin dudar su trabajo. Pero en cuanto Don baja del escenario, recibe un enorme trato racista.

Quizá lo único que podamos criticar de Green Book es que a veces las situaciones se sienten repetitivas. A cada rato los protagonistas se enfrentan a una serie de complicaciones en las que Tony tiene que salvar a Don de diferentes formas de racismo. Sin embargo, Farelly logra darles la vuelta con un delicado sentido del humor y con momentos que unen más a los personajes.

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Al final de cuentas Green Book tiene un mensaje que quizá parece obvio, pero que es necesario tomando en cuenta la época en la que vivimos. La personalidad de los protagonistas provoca que te encariñes con ellos y, además, el balance entre comedia y drama hacen que este viaje sea completamente disfrutable.