En cuanto los créditos del capítulo final salieron en la pantalla, corrimos a prepararte una nota sobre lo que nos había gustado del capítulo y otra sobre las dudas que, para el dolor de nuestro corazón, nunca serán resueltas en la serie. Ahora te vamos a explicar qué no nos gustó del final de GoT y por qué.

Spoilers a partir de aquí.

No podemos negar que las expectativas que esta temporada generó eran irreales y que no había forma de complacer a cada uno de los fans. El verdadero problema de este final no se encuentra en el fondo, sino en la forma.

La mejor manera para describir la octava temporada de Juego de Tronos es como “apresurada”. B&B tenían varias historias por cerrar y solo contaban con 6 episodios, así que eligieron darnos espectacularidad visual en lugar de sustancia.

Incongruencias del final de GoT que nos decepcionaron

Este es un gran contraste si lo comparas con la primera temporada, en la que cada argumento se desarrolla cuidadosamente. La premura y mala exposición es lo que hace que esta temporada esté llena de cabos sueltos y que en más de una ocasión sintieras que en el final de GoT se sacaban las cosas de la manga.

Por eso empezaremos a analizar las incongruencias del final de GoT que nos dejaron un poco decepcionados.

La débil Mad Queen

Al finalizar el 5 episodio de la última temporada de GoT teníamos una cosa muy clara, Daenerys Targaryen sería la villana más poderosa de toda la serie. Con un basto ejército a su disposición y en enorme dragón a su lado la “Reina Loca” era 100 veces más mortal de lo que en cualquier momento fue Cersei.

Aún así, duró con la corona menos que Tommen y no podemos decir que se fue con una muerte grandiosa. Uno no se vuelve loco de la noche a la mañana y aquí no solo faltó desarrollo para volver Daenerys loca. Porque era cruel, cuando debía, pero no era una psicópata. Y si bien teníamos indicios de cierta obsesión por el trono ese discurso mesiánico creció de repente.

Por alguna extraña razón, la reina loca estaba tan loca que era capaz de quemar vivos a miles de inocentes porque se oponían al cambio. Sin embargo, no tuvo en corazón para matar a dos hombres que la habían traicionado y claramente representaban el mayor peligro para sus planes.

Supongamos que fue un poco de esa bondad que solía tener, la que la llevó a perdonar a Tyrion por retarla frente a todo su ejército (lo que inmediatamente debía tomarse como traición) y posponer su juicio.

Por otro lado, que descubra a Jon como el gran traidor en un capítulo 5, lo vea con desconfianza y al siguiente lo bese y se deshaga de amor por él, no nos suena muy a la Daenerys la Madre de Dragones que conocemos, nos parece algo más cercano a Daniela de la Casa Targaryen, joven protagonista de tu telenovela favorita.

Un final muy romántico para la Mad Queen, a quien le faltó tiempo en pantalla.

También lee: El árbol genealógico de los Targaryen.

Jon Snow, siempre héroe nunca inhéroe

Jon no sabe nada, no hace nada, no dice nada y siempre termina por ser el héroe. A eso redujeron a Jon Snow, el típico protagonista que se encuentra en el momento indicado y el lugar idóneo para llevarse el crédito por las hazañas. Pero eso ya te lo habíamos explicado en nuestra nota sobre por qué Jon Snow no nos agrada.

En el último capítulo, nuestro bastardo favorito no nos podía fallar. Incluso su gran acto heróico en el que elige su deber sobre el amor fue gracias a Tyrion, porque si este no le hubiera dicho nada, nuestro amigo nunca se hubiera dado cuenta.

Al final, no sirvió de nada que Jon fuera un Targaryen (pues Daenerys nunca terminó de reaccionar ante esto). De nada sirvió que reviviera, pues no mató al Rey de la Noche y llegados a este punto, en el que al parecer la reina mata a todos menos a los que en verdad son un peligro para ella, cualquiera pudo haberla matado.

Ni Azor Ahai, ni príncipe prometido, ni heredero al trono, ni nada de nada. Debemos destacar que al final en la escena de la muerte de Daenerys dieron un poco lo mismo sus lágrimas, nadie se conmovió hasta que llegó Drogon a tratar de mover a su madre.

Para finalizar con la participación de este personaje en el final de GoT, tenemos la escena en la que Drogon quema el trono de hierro (y no a Jon). Esta fue, efectivamente como muchos dicen, una metáfora en la que se deshacía de aquel objeto que causó tanto dolor a su madre y que en el fondo fue la causa de su muerte. ¡Qué dragón tan poético!

El problema es que su gran metáfora se vio más que forzada y al final del capítulo el dragón fue el ser más sabio de los 7 reinos. Que no te extrañe si en una escena post-créditos Drogon publica un libro de preceptos de filosofía en donde analiza las complejidades de manejar el poder.

Mientras tanto Jon, como siempre, mirando. ¿No podrían haber hecho que utilizara la tan mencionada sangre de dragón de Jon para que él diera la orden? Pero al parecer eso iba más allá de sus capacidades.

Como cereza del pastel en las incoherencias del final de GoT, tenemos a los Inmaculados y los Dothraki a los que la muerte de Daenerys les hizo lo que el viento a Juárez y para acelerar el final porque ya se les acaba el tiempo mejor se fueron a su casa, pero esto (y más) te explicamos mejor en la segunda parte de la nota, que te dejamos por aquí.

Sigue leyendo: Únete a la terapia para superar GoT