Robert Rodriguez y James Cameron se unieron para traer Battle Angel, la historia cyberpunk creada en 1990 por Yukito Kishiro. Tomando en cuenta que los dos cineastas están detrás de éxitos como Sin City y Avatar, respectivamente, esperábamos que esta película consiguiera algo igual. Lamentablemente, no lo logra por completo.

Battle Angel: La Última Guerrera es una cinta que se sitúa en el año 2563 en un contexto post-apocalíptico donde los cyborgs y humanos mejorados con partes mecánicas son algo de todos los días. Un día, el Dr. Dyson Ido encuentra a una cyborg —que es más humana que muchas personas— en el basurero. Decide repararla y cuando despierta ella no recuerda nada. Sin embargo, el pasado de Alita está fuertemente ligado al desastroso destino que sufrió el mundo.

Te recomendamos: Green Book: una road movie contra el racismo

¿Vale la pena ver Alita: Battle Angel?

La adaptación de Alita: Battle Angel llevaba 15 años en el horno y eso se debe a la terquedad de James Cameron por hacer las secuelas de Avatar. Sin embargo, le pidió ayuda a Robert Rodriguez para hacer esta adaptación cinematográfica. Eso preocupó a muchos fans del manga, pues sabemos que Hollywood es experto en arruinar todo lo proveniente de Asia (ahí está Dragon Ball Evolution, Death Note y hasta Ghost in the Shell).

A pesar de las dudas, podríamos decir que Battle Angel es de las pocas grandes adaptaciones que se han hecho de un manga. Y es que en general mantiene la esencia del material original, que prácticamente se enfoca en las emociones de Alita y en la búsqueda de su destino. Sin embargo, podría ser mucho mejor.

En su momento, los ojos de Alita generaron controversia. Pero ya que comienzas a ver Battle Angel te acostumbras rápidamente a ellos y son un gran recurso para entender mejor las expresiones del personaje. Y, sobre todo, son un constante recordatorio de que Alita no es 100% humana. Punto extra por la interpretación de Rosa Salazar como la protagonista, pues es increíble que hiciera un trabajo tan bueno usando un traje de motion capture todo el tiempo.

Es cierto que las cintas de James Cameron no destacan por sus guiones, pues todo el peso recae en los visuales. Y en el caso de Battle Angel sucede lo mismo, las secuencias de peleas, las luchas de motorball y el aspecto de la ciudad son simplemente increíbles y entretenidos. Sin embargo, la historia flaquea en varios aspectos. Y es que es algo que ya hemos visto: una cyborg que quiere ser lo más humana posible y que se cuestiona sobre su destino (o sea, una mezcla entre Pinocho y Frankenstein).

Te puede interesar: ¿Por qué Avengers: Endgamedebe durar 3 horas?

Como mencionamos, en Battle Angel la protagonista no recuerda nada de su pasado. Eso ocasiona que su historia de fondo sea muy larga de explicar y que la cinta se tome todo el tiempo del mundo en hacerlo. Eso podría desesperar a algunas personas, pues al final la cinta se siente como una enorme introducción hacia algo más.

Lo mismo sucede con el villano de Battle Angel, pues tarda en quedar claro quién es el gran antagonista en la vida de Alita. Gracias a eso es que hay muchos actores y personajes que quedan muy desperdiciados en la historia, como Jennifer Connelly, Mahershala Ali y Ed Skrein.

Otra decepción es el trabajo de Robert Rodriguez y no porque la dirección sea mala. Sino porque nos emocionaba su participación en Angel. Sobre todo si consideramos el gran trabajo que hizo al adaptar los cómics de Sin City, por Fran Miller. Pero parece que el cineasta sólo se prestó para guiar la cinta bajo las órdenes estrictas de Cameron, pues casi no se siente su sello personal en ella.

También lee: El Vicepresidente: una necesaria clase de política con humor negro

Veredicto de Battle Angel

Battle Angel es una película que hará felices a los fans del manga, pues es una gran adaptación del material escrito por Yukito Kishiro. Quienes aman las cintas scifi también quedarán muy satisfechos con la cinta, pues es un gran deleite visual. Sin embargo, para el público en general sólo será una película que entretiene y que se queda muy lejana al éxito de Avatar o Sin City.