Todavía siguen en boga los depósitos o bares donde puedes probar cervezas de todo el mundo y de diferentes tipos.
Ir es súper ilustrativo porque aprendes de muchos tipos de cerveza, pero si te quieres ver conocedor, tienes que saber de antemano qué chela es la ideal de acuerdo a la ocasión. No vayas a pedir la botella que se vea más “bonita” o “exótica” sólo para farolear.
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1. Para refrescarte
A veces nada más quieres una chela para bajarte “la calor” sin complicarte mucho la vida, pero tampoco hay que caer en lo mismo de siempre.
Si buscas refrescarte sin sabores complicados puedes probar una Pilsner, una Blonde Ale, una Hefe-weizen —las cervezas de trigo alemanas con levadura en la botella— o una American Wheat, que tiene menor carga de trigo y es más cítrica y refrescante.
2. Para experimentar
Si prefieres experimentar con cervezas con más aromas y una gama más amplia de sabores, puedes buscar una Bock, una Munich Dunkel, una American Pale Ale o una India Pale Ale.
Con estas últimas en tu noche prevalecerán los aromas tostados como de nueces y notas sutiles de caramelo, pero también notas frutales y herbales.
3. Para relajarte
Una American Pale Ale o una India Pale Ale son estilos que te ayudarán a descansar mejor, ya que tienen una carga más intensa de lúpulo, la flor que le da a la cerveza amargor y aromas, y además tiene propiedades relajantes.
4. Para intensear
¿Tienes tiempo y ganas de apreciar una cerveza de mayor intensidad en sabor? Entonces busca una Imperial Stout —la más cremosa y negra de todas—, una Doppelbock o una Belgian Strong Dark Ale.
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