Duvel.- Es considerada una de las mejores del
mundo por su sabor, que le ha dado fama y
reconocimiento. Para su producción la cebada se deja germinar durante cinco
días y después se seca a temperaturas altas. El resultado de la malta es lo
que le da el color "rubio". Le agregan lúpulos (recuerda que esta planta es lo
que le da el amargor a la cerveza) de la República Checa y de Eslovenia, los que le dan tonalidades afrutadas
–como de manzana y pera–. Es la cerveza Belga más vendida en el mundo
y, aunque la encuentras en los pubs, es gourmet.
La Chouffe– La botella es imponente, similar a
las de champagne y con una capacidad de 750 ml. Es clara y funciona excelente para un brindis en grande con
los cuates. Su sabor es equilibrado: toques de levadura, miel,
frutas y cítricos. Ninguno predomina y el efecto es suave al paladar. En este
caso el sabor amargo de los lúpulos no destaca. Te la recomendamos si te gustan
los sabores suaves y frescos en las chelas; sin duda, es buena opción para las
chicas.
Boscoli– Es fresca y se recomienda acompañarla con una ensalada o
tomarla como aperitivo. En esta no predomina el sabor amargo como en las
oscuras. La elaboran a base de frutos rojos como frambuesa, zarzamoras,
aránadano, cereza, moras y grosella. Por lo mismo, a pesar de que es
considerada una chela clara, tiene tonos rojizos.