¿Conoces alguno de estos templos enterrados o inundados que están en corto de la CDMX? A cualquier viajero se le acelera el corazón al encontrar lugares poco conocidos, aún más si estos son ocultos y cuentan con una historia insólita detrás de su peculiar locación. Cerca de la CDMX hay algunos templos ocultos que podemos visitar para deslumbrarnos, lo curioso es que en la mayoría, la acción del hombre es lo que provocó que quedaran escondidos debajo del agua o incluso de un cerro. Aprovecha un fin de semana para darte una escapada exploradora visitando estos lugares. ¡Ámonos!


1. Templo de San Juan Bautista en Jojutla, Morelos

Tequesquitengo no sólo es rico para una escapada tropical, también para la exploración subacuática.Resulta que debajo de este lago se encuentra el original pueblo de Teques, el cual según los pobladores este fue inundado por ahí de 1885 a propósito por unos hacendados enojados; así que ante la inminente pérdida del lugar, la comunidad tuvo que mudarse a una zona alta, como los alrededores del lago. Ah, chismecito.

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Aunque esta historia es la que más se repite, encontramos a un Maestro en geofísica marina y arqueología que tiene otra teoría. Según Roberto Galindo Domínguez, para que el pueblo completo haya quedado sumergido se requiere un volumen de agua mayor. Él piensa que esto fue producto de fracturas en el subsuelo que provocaron filtraciones de agua del acuífero profundo al superficial, o sea, al valle. Falta que el INAH destine recursos para preservar este patrimonio. Ojo, la iglesia no se ve a simple vista, es necesario bucear para apreciarla, pero hay una boya a la mitad del lago que señala la ubicación de la cúpula.

Dónde: Lago de Tequesquitengo en Jojutla, Morelos

A cuántas horas de la ciudad: A 2 horas


2. Gran pirámide de Cholula, Puebla

La pirámide más grande de Mesoamérica se encuentra en Cholula, Puebla, bajo un cerro y está coronada por una iglesia. ¡Sí! Es neta. El templo forma parte del centro ceremonial Tlachihualtépetl y está dedicado al dios Tláloc. Según investigadores, la enorme pirámide representa la estructura del cosmos, en la cual la tierra es el lugar donde surge la vida. Fue construida en etapas, comenzando en el siglo II a.C. y terminando alrededor del 900 y 1100 d.C., años después quedó abandonada. La naturaleza reclamó lo que es suyo cubriéndola hasta darle el aspecto de un “cerro”. Finalmente en 1954 comenzó la construcción del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, iglesia que sobresale en la cima de esta pirámide oculta. De todos lo templos enterrados cerca de la CDMX, sin duda este es uno que tienes que visitar al menos una vez en la vida.

Dónde: Calle 14 Pte S/N, San Miguel, Zona Arqueológica San Andrés Cholula, Puebla

A cuántas horas de la ciudad: A 2 horas


3. Templo de San Luis de las Peras en Villa del Carbón, Estado de México

Otro templo que corrió con la misma suerte fue el que se encontraba en el pueblo antes llamado San Luis de las Peras, en Villa del Carbón. De acuerdo a la historia oral, en el área donde se encuentra la presa había un pequeño poblado otomí que fue inundado al tratar de aumentar el volumen de la presa para abastecer de agua al estado de Hidalgo. Esto dio como resultado que el pueblo quedara completamente sumergido, salvo por la cúpula de una antigua iglesia franciscana. Ay no, qué afán de inundar pueblitos. El pueblo fue reconstruido a un lado de la nueva presa y renombrado como San Luis Taxhimay.

Dónde: San Luis Taxhimay, Estado de México

A cuántas horas de la ciudad: A 2 horas 45 minutos

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4. Templo de la presa de Santa Bárbara en Santo Tomás de los Plátanos, Estado de México

Otro de los templos enterrados e inundados cerquita de la CDMX es el de la presa de Santa Bárbara. Lo primero que llamó nuestra atención fue el nombre del pueblo, segundo, el campanario que sobresale en la superficie del agua. Al igual que el antiguo pueblo de San Luis de las Peras, Santo Tomás de los Plátanos —oigan, qué frutales— se inundó debido a la construcción de una presa. De acuerdo a los registros, en octubre de 1956 el pueblo tuvo que ser reubicado porque el asentamiento original fue inundado por la Presa Santa Bárbara, según los habitantes, algunas construcciones prevalecen ya que están hechas a partir de un cemento natural hecho con sangre de animales , cal y arena fina.

Dónde: Presa de Santa Bárbara en Santo Tomás de los Plátanos, Estado de México

A cuántas horas de la ciudad: A dos horas 45 minutos


5. Exhacienda El Palote en León, Guanajuato

Este último de los templos inundados ya no es tan oculto desde 2012, pero igual tiene una historia bastante interesante. En 1758 se comenzó la construcción de una enorme hacienda llamada El Palote, la cual contaba con enormes potreros, y una capilla. Tras pasar de un dueño a otro, e incluso ser expropiada durante las Leyes de Reforma, en 1954 se construyó en el predio una enorme presa para evitar las constantes inundaciones en la ciudad de León. El proyecto fue todo un éxito, alrededor de este cuerpo de agua se asentaron vendedores, pescadores y familias que pasaban el fin de semana chacoteando en el agua. Sin embargo, las sequías que azotaron al bajío en 2010 comenzaron a causar estragos en la presa, poco a poco se fue reduciendo el volumen de agua y lo que parece un pequeño templo con una cruz quedó expuesto. Para 2012 el agua se evaporó totalmente, dejando al descubierto los restos de la hacienda.

Dónde: Prol. Boulevard Adolfo López Mateos Norte S/N, El Palote, León, Guanajuato

¿A cuántas horas de la ciudad? A 5 horas

¿Has visitado alguno de estos templos enterrados e inundados cerca de la CDMX? Antes de que te vayas, te recomendamos leer: Vida en Tenochtitlán, ¿cómo eran las ceremonias en el Templo Mayor?