Si eres de las personas que lee la palabra “antro” y se le revuelve el estómago probablemente hayas aplicado ésta más de una vez: dices que irás, pero a la mera hora te quedas en tu casa viendo Netflix con bote enorme lleno de palomitas.

La verdad es que estos lugares son demasiado ruidosos y quizá odies no tener espacio suficiente para moverte —o respirar—. Pero hay ocasiones en las que no te puedes zafar, por ejemplo, cuando tu mejor amigo desde el kínder o tu jefe millenial decide festejarse ahí por su cumpleaños. Debes ir —aunque sea por cumplir— y, si ya te tocó, acá te decimos cómo sobrevivir a estos lugares.

1. Mentalízate, pero no de más

Hay de dos: puedes torturarte con la idea de que tienes que ir o puedes sufrir sólo el par de horas en el antro. ¿Para qué sufrir doble? Si lo que odias de estos lugares es el ruido excesivo y la falta de espacio, date tiempo contigo en un lugar silencioso y amplio antes de llegar.

2. Prepara un kit

No es exageración, hay cosas que te salvarán la vida: una cajetilla de cigarros —aunque no fumes—te servirá para convencer a cualquiera de tus amigos fumadores a salir contigo si necesitas tomar aire; un cargador portátil, si no conoces más que al que te invitó y puede que no esté contigo todo el tiempo, y si tienes el cabello largo, una liga en caso de que el lugar está demasiado caliente y prefieras recogerlo.

3. Llévate un atuendo cómodo

Si eres mujer aléjate de esos tacones en los que no puedes caminar y de ese vestido que sientes que se te embarra y se ve muy bien, pero es incómodo. De lo contrario, la hora que vayas se sentirá como si fueran tres. Si eres hombre no te lleves el saco que te heredó tu abuelito—o cualquier otro que te gusté demasiado— porque probablemente estará caliente y si te lo quitas las probabilidades de que lo pierdas, entre el gentío y tu incomodidad, son muy altas.

4. Si chupas, chúpale más

¿Tomas? Ya tienes un buen analgésico para hacer más tolerable el ambiente. El alcohol es una especie de lubricante social que permite que todo fluya más fácilmente. Eso sí, será mejor que te eches las cervezas extras desde tu casa porque los precios de los antros están inflados y tampoco se trata de quedarte pobre con tal de sobrevivir.
Ojo: no se trata de que te ahogues porque puede que el efecto te resulte al revés y mala copees con mayor intensidad ya que estás incomodo por el hecho de ir.

5. Cuerpo en la fiesta, alma en la red

Si el amigo que te arrastró al infierno encuentra un ligue y te abandona, probablemente te sentirás como pez fuera del agua, perolos ligues roba-amigos abundan en estos lugares. Una buena solución es hablarle a otras personas vía redes sociales para que se te pase más rápido el tiempo.

6. Baila: con tu amigo, con un extraño o solo

Si el alcohol es analgésico, bailar es terapéutico. No importa si lo haces bien o mal, pero el hecho de moverte con la música —aunque ésta sea reggeaton y lo odies— te relajará y ayudará a que dejes de pensar en lo mucho que odias todo y te concentres en el ritmo.

7. Liga con un extraño

No aplica si tienes pareja o quien te obligó a ir es tu potencialpareja. Sieres libre y se te acerca alguien con ganas de platicar no entres en pánico porque, como se mencionó en el punto cinco, en estos lugares abundan las personas con ganas de ligar y conocer a alguien puede hacer la experiencia más divertida de lo que esperabas.

8. Busca espacios para tomar aire

Hay personas que aman salir y la música a todo volumen, pero odian los antros por el gentío que albergan. Si es tu caso, lo mejor es que encuentres espacios en los que puedas tomar aire y estirar los brazos sin golpear a alguien. Si de plano no hay ninguno, ir al baño simplemente por alejarte del montón es válido.

9. Ten un plan de salida

Si vas porque no te quedó de otra y tienes la suficiente confianza de decírselo a la persona que te invito, también aclárale que no te quedarás hasta que cierren el antro. Entenderá y agradecerá que hayas ido.

Si por x razón no le quieres decir que tu presencia será breve, lo mejor será que tengas una buena excusa preparada para irte temprano—”no le di de comer al perro”— o le pidas a un amigo que te marque con una emergencia falsa.

10. Asegura tu regreso

No dependas del que te invitó para salir de ahí, porque puede que se le atreviese alguien o que le guste la fiesta y quiera quedarse más tiempo que tú. Lo mejor es tener plan de escape y forma de ejecutarlo, acompañado o solo. Uber, o cualquier servicio de taxis es la opción, sólo recuerda no quedarte sin pila.

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