Cuando alguien te dice que vayan a un bar con tendencia gótica, en lo primero que piensas es en vampiritos tomando cerveza o en mohicanos que bailan Depeche Mode.

No estamos para desmentirlo, puede que veas eso, pero lo cierto es que los bares góticos son la hostia: siempre hay un buen ambiente, eres bien recibido –sin importar lo que lleves puesto– y la chela suele ser muy barata, lo mismo que las botanas.

Pero lo mejor de todo es que generalmente los conciertos son muy buenos. Desde el industrial hasta el goth rock, los dj’s invitados saben prender al público.

Aquí cinco recomendaciones, échatelas sin miedo.