Tenemos teorías muy extremas con el dinero: o aplicamos el “para eso trabajo” y andamos dando el tarjetazo para todo o de plano no queremos comprar nada y nos da culpa cuando nos pasamos. Pero ¿se puede ser compradores inteligentes y hacer rendir el dinero, disfrutarlo y aún así cuidar de prioridades futuras? Se puede, y se DEBE, sobre todo ahora que el tiempo hay una oferta, una nueva tendencia, traemos una rachita de inflación desbocada y ya no es necesario ni salir de tu casa para comprar.
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Te dejo estos 7 para que hagas compras más inteligentes:
- Pregúntate ¿lo quiero o lo necesito? Se nos antojan miles de cosas, pero no todo es de vida o muerte. Si es solo un gusto o deseo checa primero tus finanzas para ver si lo puedes comprar ahora, o hay que ahorrarle y dejarlo para más adelante.
- No confundas ahorro con “gasto con descuento”. Si no habías planeado esa compra, estás gastando dinero que no habías presupuestado y aunque esté a mejor precio, realmente no es un ahorro. Pero pensando que fuera algo que sí buscabas o parte de tu consumo habitual —cosas de limpieza de la casa, personal o alacena, consumibles de oficina—, obviamente la oferta reina es el 2×1, que es un 50% de descuento; de ahí el 3×2 porque te da mejor precio por unidad, y por último “el segundo a mitad de precio”.
- Compara precios. Caso verídico: necesitábamos una consola para transmisiones y en un lugar costaba 9,900 y en otro 5,980. Internet es tu amigo para checar precios, solo acuérdate de borrar tus cookies. También checa el precio de compras de mayor volumen con las de presentación individual o menor cantidad. Los ahorra packs no siempre son más baratos.
- Se vale gastar en lo que te gusta, pero hazle hueco en tu presupuesto y compra con tiempo. Para llegar a ese equilibrio entre darte gustos y lograr buenas finanzas, te recomiendo hacer un “fondo para los placeres”, es decir, un ahorro específico para esas salidas, conciertos o incluso esa camisa que tanto te gustó. En el caso de los viajes, si son nacionales, trata de comprar boletos y hospedaje entre 2 y 4 meses antes, según la temporada, y en internacionales planea con al menos 8 meses para mejores precios.
- Usa los “meses sin intereses” solo para compras relevantes y con una vida útil mayor que el periodo de pago. También lleva la cuenta de qué metes en esta modalidad, porque si no, entre tantos se puede volver una renta.
- Destina una cantidad mensual para los gastos fuertes del año, como regreso a clases, pago de seguros, gastos de fin de año, renovar tu teléfono o computadora… ahorras poco a poco y no te caen de golpe.
- No te eternices con los pagos de la tarjeta si compraste algo en oferta, porque los intereses se pueden comer el descuento.
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