En apenas unos días, la vida cotidiana en la CDMX (y el país) dio un giro de 180 grados: lugares cerrados, viajes y vuelos reagendados, trabajo a distancia y cientos de eventos pospuestos y sí, eso también incluye bodas canceladas por el COVID-19.

Melissa llevaba más de un año planeando su boda, la cual se celebraría el próximo sábado 4 de abril, en un recinto de la Ciudad de México; sin embargo, de un día a otro tuvo que cambiar sus planes, hablar con sus proveedores y avisar a todos sus invitados que el evento se pospondría.

Entérate: Amor en tiempos de COVID-19, ¿tener o no relaciones sexuales?

“Fue durante el puente de marzo cuando nos empezamos a plantear la idea de cambiar la fecha, en un inicio no creíamos que esto fuera tan grave, pero cuando empezó la suspensión de clases y actividades, fue cuando realmente comenzamos a preocuparnos”, cuenta la joven de 27 años.

Tras el fin de semana largo del 14 al 16 de marzo, Melissa se puso en contacto con el lugar en el que realizaría su boda para ver las posibilidades que tenía de posponerlo. Aunque le ofrecieron todas las facilidades para cambiar la fecha sin pagar penalizaciones, la única opción para la joven es aplazar su fiesta hasta diciembre, debido a que ya no hay fechas disponibles.

“No nos quedó de otra más que aceptar la fecha, porque era eso o perder todo el dinero que ya habíamos invertido”, relata.

Te recomendamos: Bancos anuncian prórrogas en pagos y cierre de sucursales por el coronavirus

Opciones para bodas canceladas por el COVID-19

Debido a las restricciones y medidas ante el coronavirus, las empresas encargadas de la organización de eventos han optado por dar facilidades a sus clientes y así evitar cancelaciones.

Denisse Carreón, wedding planner de Creare and Co, dice que 90% de sus eventos programados para abril y mayo fueron pospuestos, mientras que el restante fueron cancelados.

“Intentamos que (las bodas) se reprogramaran para los siguientes meses (julio, agosto y septiembre), pero una se nos fue hasta enero porque el lugar ya no tenía disponibilidad este año”.

Al ser una industria que prácticamente está detenida con las restricciones por el COVID-19, los proveedores están haciendo todo lo posible para realizar el cambio de fechas sin penalización, únicamente se busca que estén disponibles las fechas, relata Denisse sobre la situación que viven en las últimas semanas.

Incluso algunos miembros de esta industria está promoviendo una campaña en sus redes sociales con el lema: “No canceles tu boda, cambia la fecha”, con el fin de evitar pérdidas económicas.

Lee aquí: Activan Fase 2; qué implica el plan contra coronavirus

Es el caso de Tu Momento Mágico, especializada en la organización de eventos. Alejandro Hernández, propietario de esta microempresa, señala que esta es una situación que nunca antes habían enfrentado.

“Un 30% de nuestros clientes cancelará su evento, esto es muy mala noticia puesto que somos una industria que vive con el día a día”.

Esto lo ha llevado a tomar decisiones como pagar únicamente 80% del sueldo a su plantilla de trabajadores, pero esto se irá agravando conforme pasen las semanas.

Sin embargo, entre las facilidades que han ofrecido a quienes tenían eventos programados está la de volver a programar el festejo para meses posteriores sin ningún recargo o cambio en sus tarifas.

Esa es la misma recomendación que Denisse ha hecho a sus clientes durante la contingencia. “Nuestra propuesta como wedding planners es ayudarles a que sea lo más sencillo el proceso de reagendar y así ayudaría a que el golpe sea menor, pues habemos muchísima gente que vivimos de esto”.

¿Puedo casarme en plena contingencia?

Denisse cuenta que la última boda que realizó fue el pasado 14 de marzo, días antes de que se dieran a conocer las primeras restricciones como la suspensión de clases.

Aunque ofrecieron gel antibacterial para proveedores e invitados, señala que “fue complicado, pues en medio de la fiesta es difícil que los invitados sigan las indicaciones de lavarse las manos, no tener contacto físico, etcétera”.

A esas complicaciones, hay que sumarle el hecho de que antes de que se activara la Fase 2 de la contingencia por el coronavirus, tanto el Estado de México como la CDMX ordenaron el cierre de diversos establecimientos, incluidos los salones de fiesta, así como la prohibición de realizar eventos que congreguen a más de 50 personas.

Quienes no acaten esta medida, serán acreedores a una multa, señaló la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.

Además, desde el 23 de marzo pasado se suspendieron los matrimonios civiles en los registros de la CDMX. La medida permanecerá hasta al menos el próximo 19 de abril, tiempo en el que quedarán suspendidos todos los trámites en ventanilla, indicaron las autoridades en un comunicado.

También lee: Guía para no caer en pánico (ni contagiarlo) por el COVID-19