Familiares denunciaron las condiciones en las que viven reos durante la contingencia por el COVID-19 y tras un brote de sarampión que se originó en uno de las cárceles de la ciudad.

Celdas con hasta 12 internos y pagar por poder satisfacer sus necesidades básicas como ir al baño, son parte de las denuncias expresadas por familiares de los reos a El Financiero.

De acuerdo con los testimonios de diversos familiares, las mafias dentro de los penales controlan todos los servicios sanitarios, por lo que los internos deben pagar cinco pesos por entrar al baño o lavarse las manos, 50 por bañarse o lavar su ropa y de 200 en adelante por una consulta médica.

Incluso, las mafias controlan la comida, pues los reos tienen que comprarla o, de lo contrario, comer la que dan en el penal que muchas veces está echada a perder.

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A eso, señalaron las personas entrevistadas por el diario, hay que sumarle el hecho de que las instalaciones están muy sucias y no se realiza la limpieza adecuada, por lo que exigieron al gobierno de la ciudad que se realice una sanitización constante para evitar la propagación del COVID-19.

A partir del brote de sarampión que se registró en el reclusorio norte, se les aplicó vacunas a los internos de los penales, mientras que como parte de las medidas por el COVID-19 se redujeron y escalonado las visitas, sin embargo, señalaron familiares, esto es insuficiente.

En días recientes, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum dijo que se sanitizaron todas las cárceles de la ciudad, además se instalaron filtros para el ingreso de familiares en donde se les toma la temperatura y se les da gel antibacterial, además de que se elaboró un protocolo de actuación.

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