Tan solo la Ciudad de México ha registrado mil 117 casos de COVID-19 y 49 defunciones relacionadas con coronavirus. Además, en hospitales públicos y privados, “el número de intubados por COVID-19 o sospecha de COVID-19 pasó de 128 a 265 en 10 días”, de acuerdo con el corte al 12 de abril presentado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Al tratarse de una emergencia sanitaria, las autoridades han emitido una guía para pacientes con COVID-19, en la que se establecen disposiciones científicas y éticas para que el personal médico pueda atender la contingencia.

El pasado 10 de abril, el Consejo de Salubridad General publicó la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica, que tiene el objetivo de orientar las decisiones del personal médico en caso de que la epidemia genere una demanda de recursos de medicina crítica.

Sin embargo, la guía para pacientes con COVID-19 fue actualizada el 22 de abril y se eliminó la edad como uno de los criterios para decidir a qué pacientes muy graves se les debe atender primero en una situación de escasez de recursos médicos, aseguró Roberto Blancarte, miembro del Colegio de Bioética.

Blancarte explicó que la nueva versión se trabajó en conjunto con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y se presentó este 22 de abril, por lo que será discutido los próximos 10 días antes de que se apruebe una versión definitiva.

“En el último borrador que entregamos, ya junto con Conapred, ya no aparece el criterio de edad. Para que la gente esté tranquila, ese criterio ya se quitó”, afirmó al participar en una sesión virtual del Seminario Violencia y Paz de El Colegio de México.

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¿Qué dice la guía para pacientes con COVID-19?

La guía establece como “casos prioritarios” al personal de salud que combate la emergencia de COVID-19, a menos que tenga comorbilidades que dificulten la atención o su pronóstico sea desfavorable.

“La priorización de dicho personal de salud debe de ser absoluta. Esto quiere decir que el personal de salud que hace frente a la pandemia deberá de pasar al principio de la lista para obtener recursos escasos de medicina crítica cuando esto sea requerido. La única excepción a este punto es cuando el personal de salud presente tales comorbilidades, o su pronostico sea tal, que sería fútil que se accediera a recursos escasos de medicina crítica”, señala el documento.

La guía para pacientes con COVID-19 precisa que “es por el valor instrumental que tienen para hacer frente a la epidemia que se debe de dar prioridad a dicho personal de salud” y agrega que se entiende por ‘personal de salud’ no únicamente a las y los médicos tratantes, “sino todo el personal que opera en primera línea: enfermería, terapeutas respiratorios, personal de mantenimiento que desinfecta las instalaciones, camilleros, etc.”

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El documento apunta que durante la emergencia sanitaria el objetivo principal es salvar la mayor cantidad de vidas, en primer lugar, y la mayor cantidad de vidas-por-completarse, en segundo. Lo cual, sostiene, hace necesario que se reevalúe de manera periódica la provisión activa de cuidados críticos, como el uso de ventilación mecánica.

Para el proceso de reevaluación, todos los pacientes que se encuentren en la unidad de cuidados críticos serán puestos en un periodo de evaluación inicial. Dicho periodo será determinado de acuerdo con las características de la enfermedad.

“Si durante el periodo de evaluación inicial el paciente se deteriora de manera catastrófica (por ejemplo, shock refractario), el equipo de triaje podrá tomar la decisión de suspender dicho periodo de evaluación”.

“A los pacientes que muestren mejoría se les permitirá continuar siendo tratados en la unidad de cuidados críticos. A los pacientes que muestren una declinación clínica substancial de acuerdo con estándares clínicos objetivos y de la escala SOFA, se les retirará la atención de cuidados críticos. Esto incluye, por ejemplo, retirar la ventilación mecánica asistida”.

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“Retirar al paciente de cuidados críticos solo se realizará después de que esta decisión le sea comunicada al paciente y/o a sus familiares. Y que ellos a su vez tengan la oportunidad de apelar la decisión”, agrega la Guía.

¿Cómo se debe informar a familiares?

De acuerdo con la guía para pacientes con COVID-19, el oficial de Triaje tendrá la obligación de explicar “al paciente y/o familiares las implicaciones de la decisión tomada, y cómo fue tomada. Si existen los recursos necesarios personal de servicio social o cuidados paliativos deberán estar presentes cuando: i) se le comunique a un(a) paciente, y/o familiares, que no será admitido(a) a la unidad de cuidados intensivos, ii) se le comunique a un(a) paciente, y/o familiares, que los cuidados intensivos (por ejemplo, el ventilador mecánico) le serán retirados”.

De acuerdo con la guía, “aun cuando pueda ser costumbre que el médico tratante sea quien normalmente comunica al paciente noticas sobre su tratamiento médico, en caso de una emergencia de salud pública la inclusión del Oficial Triaje tiene como objetivo reducir la angustia moral que recae sobre médicos(as) tratantes. Angustia que se exacerba por el número de pacientes críticos que un(a) médico trata durante una emergencia”.

Foto: Cuartoscuro.

¿Cómo apelar las decisiones médicas?

En la guía se establece el mecanismo por el cual un paciente o sus familiares pueden apelar cualquier decisión tomada.

“Es necesario que exista un sistema de apelación y resolución de disputas para así garantizar la justicia procedimental”; no obstante, el documento establece que “la apelación a la decisión inicial sobre la asignación de recursos deberá ser resuelta de manera inmediata”.

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“No resolverla de dicha manera haría que el sistema de apelación no fuera operativamente factible y ello podría causar daño irreparable al paciente. La apelación a decisiones de reevaluación sobre retirar recursos de medicina crítica (que ya están siendo utilizados por un(a) paciente pero los cuales no le están beneficiando) deberá ser resulta antes de que los recursos sean retirados”.

La guía para pacientes con COVID-19 señala que hay dos tipos de apelaciones: las permitidas y las no permitidas. Las primeras son aquellas en las que se solicita una rectificación de la decisión tomada por el grupo de triaje, puesto que se considera que hubo un error. La apelaciones no permitidas son aquellas que cuestionan la pertinencia del sistema de priorización.

En todos los casos donde existe una apelación se pedirá que la parte interesada explique al Oficial de Triaje la razón por la cual apela; en tanto el equipo de triaje explicará el fundamento de su decisión inicial, o de reevaluación.

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¿Qué son los órganos de triaje?

En La Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica establece que cada centro de salud, público o privado, donde se provea atención médica por COVID-19 deberá conformar órganos de triaje, que se encargarán“de asignar los recursos escasos de medicina crítica”.

Los grupos de triaje serán “nombrados conjuntamente por el director de la unidad de cuidados críticos y el director del servicio de salud”.

Estos serán grupos formados por tres personas, idealmente, por un médico intensivista o urgenciólogo, un profesional de enfermería intensivista o urgencias médicas, y unadministrador del centro de salud.

Si quieres consultar la guía para pacientes con COVID-19 completa, lo puedes hacer en este link.

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