Familiares de pacientes denunciaron desabasto de medicina en hospitales de la Ciudad de México, incluyendo el Hospital General Enrique Cabrera.

Fabiola Morales, familiar de un paciente de dicho hospital, explicó en entrevista con El Universal que aunque en el sitio sí dan consultas, no hay medicamentos, por lo que ellos tienen que salir a comprarlos con recursos propios.

Pese a la situación considera que los hospitales de la CDMX son como un “oasis” en comparación con los federales.

“El Insabi ya cobrará muchas cosas por el servicio a los pacientes, creo que la Ciudad de México es un oasis, pero le faltan muchas cosas, como doctores, medicamentos, incluso camas, aunque no lo creas eso nos afecta. Tengo un paciente con diabetes y la insulina sale cara, cerca de $800”, explicó.

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No es la primera vez que se denuncia desabasto de medicina

Por su parte, Dominga Bautista, de 83 años, explicó que su esposo ingresó a urgencias la noche del miércoles. Para el jueves todavía seguía en esa área debido a que no había camas disponibles para que lo llevaran a piso.

De acuerdo con una solicitud de información, la Secretaría de Salud tenía hasta noviembre de 2019 85% de abastecimiento de medicinas e insumos en los hospitales y centros de salud de la capital.

Esta no es la primera vez que se denuncia falta de medicamentos o espacios en los hospitales chilangos. En abril de 2019 médicos del Hospital Gea González señalaron que llevaban meses con muchas carencias.

Por ejemplo, no tenían gasas, guantes y medicinas; así como camilleros y técnicos de imagen y laboratorio. Autoridades del hospital explicaron que si bien no tenían desabasto, sí había fallas en disponibilidad.

Otro caso ocurrió en agosto del año pasado, cuando padres de niños con cáncer bloquearon el acceso a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la CDMX para denunciar falta de medicina contra dicha enfermedad.

La directora del Hospital infantil explicó que falta de medicamento se debió a que Pisa (laboratorio que produce esta medicina) tenía problemas administrativos ante la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios), por lo que no podía entregar el producto.

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