Las pulquerías tradicionales de la ciudad han resistido por años a la gentrificación; sin embargo, la pandemia ha puesto a muchas de ellas en situaciones aún más complicadas. Malas noticias: cierra pulquería La Xóchitl, una de las más antiguas y emblemáticas de la ciudad. En su rincón donde el tiempo parecía no pasar, en la Santa María la Ribera, era resguardo de la tradición pulquera.

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Su cierre se da a solo unos días de que nos enteráramos que también cierra la mítica cantina La Vaquita, en el Centro Histórico. El inicio de pulquería La Xóchitl data por ahí de 1900, aunque fue en 1986 cuando pasó a manos de la familia de Jaime Vázquez, cuando su padre la compró. Ellos se convirtieron en los últimos propietarios de la pulquería que vio los años pasar.

Foto: Margot Castañeda/Chilango

Pulquería la Xóchitl era de las últimas pulquerías tradicionales aún abiertas en la Santa María la Ribera. Hay por lo menos otras dos muy buenas: Ichniu y La Malquerida, aunque ahí sí la modernidad las alcanzó, se adptaron en incorporaron la venta de chelas y micheladas a su menú. Por años, Jaime se rehusó a hacer ese cambio que sin duda atraería a gente más joven.

En La Xóchitl solo vendían pulque proveniente de Nanacamilpa, Tlaxcala, y preparaban curados de sabores varios, como betabel, nuez, apio, piñón, beso de novia (fresas con crema), jitomate, mamey, cacahuate, higo… bueno, lo de temporada.

Foto: Paola Alín/Chilango

Ahora que cierra pulquería La Xóchitl no probaremos más sus sus guisados caseros para acompañar los tarros de pulque. Para taquear, había chicharrón y salsa molcajeteada de morita con charales; también papas con rajas de poblano, moronga en chile verde, frijolitos con chorizo…

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La pandemia ha puesto a los restaurantes, changarros, bares, cantinas y pulquerías en una situación especialmente complicada. Muchos no han resistido y han cerrado. Aquí una remembranza de algunos restaurantes que han cerrado por covid-19 en la CDMX.

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