¿Te gusta que la carnita asada quede quemadita y crujiente? Pues te tenemos malas noticias. Esa costra oscura es mala para tu salud y te contamos por qué.

La cocción a temperaturas mayores a 150 grados como freír o asar a la parrilla provoca que se produzcan compuestos químicos como la acrilamida. 

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De acuerdo con la Revista del Consumidor, consumirlos en exceso está relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer. 

Ese compuesto se encuentra en la costra dorada de la carne. Cuanto más negra quede por su exposición al fuego o a altas temperaturas, más cantidad de acrilamida contiene la carne.

Y no solo pasa con la carne, también si fríes, asas o tuestas papas y vegetales. Estos deben tener un tono ligeramente dorado.

Cómo cocinar tu carnita

Lo mejor es dejarla más tiempo cociendo pero a menor temperatura. En el caso de la parrilla puedes mantener una temperatura más baja para reducir las toxinas que se producen.

Marina las carnes para reducir las toxinas y que tengan un mejor sabor. Antes de ponerlas al fuego quita el exceso de grasa, pues ésta es uno de los principales factores que producen toxinas al estar en contacto con el fuego, según la Profeco.

Si tu carne se quema no te comas las partes carbonizadas, quita esos pedazos. También evita cocer mucho la carne, que quede muy cocida implica que estuvo mucho tiempo bajo altas temperaturas. 

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