Basura, tierra, tabiques, aves o ratones muertos es lo que Joaquín ha encontrado cuando realiza limpieza de tinacos y cisternas en la Ciudad de México y Edomex.

Tiene más de 30 años de servicio como plomero y asegura que cuando las personas solicitan su trabajo es porque no cae agua o sale sucia.

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“Cuando me llaman es porque de plano ya tienen problemas con las tuberías o el agua. Checo que es lo que sucede y las salidas se encuentran tapadas por tanta basura o por animales que aprovechan que la tapa está abierta y ahí se ahogan”, cuenta.

Aunque es un procedimiento sencillo, pocas veces se le da importancia.

“‘¿Con esa agua nos bañamos o nos lavamos la boca?’ Es lo primero que me dicen cuando les muestro la condición en la que se encontraban sus depósitos de agua. Hay personas que me dicen que no lavaban su tinaco ¡desde hace tres años! Cuando se tiene que lavar cada seis meses”, dice Joaquín.

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La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), coincide con que la limpieza de tinacos y cisternas debe realizarse cada seis meses con la finalidad de mantener el agua libre de agentes infecciosos.

Una vez que esos artículos o animales entran en contacto con el agua de los depósitos, inmediatamente se contamina.

Algunas enfermedades que se pueden presentar son hepatitis, rotavirus, parásitos y amibas, todas causan enfermedades gastrointestinales.

También pueden aparecer padecimientos en la piel como sarpullido o irritación.

Toma nota de lo que necesitas para mantener al cien los depósitos de agua.

¿Cómo se hace la limpieza de tinacos y cisternas?

Primero debes cerrar el paso de agua al tinaco o cisterna; por uso rutinario del agua procura vaciarlos totalmente o hasta dejar de 5 a 10 cm de altura del agua.

Si tienes bomba, desconecta el interruptor o la fuente de energía.

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Quita el flotador y varilla para tener libre acceso al interior de cisterna o tinaco.

Tapa la salida de agua del tinaco con una bolsa o una jerga, así evitas que circule agua sucia a la tubería interna del domicilio.

Después, con el agua que tienes en el fondo, cepilla el interior, paredes y piso, teniendo especial cuidado en las uniones.

Recoge el agua sucia utilizando recogedor, escoba, jerga y cubeta.

Ahora tienes que enjuagar con agua limpia.

Para continuar con la limpieza de tinacos y cisternas, tienes que preparar una solución desinfectante.

En una cubeta, agrega 8 mililitros de cloro (una tapita) por cada litro de agua que se ponga; no uses jabón.

Esta mezcla es suficiente para que la apliques con un cepillo limpio en las paredes de todo el tinaco o cisterna.

Ojo, porque tienes que realizarlo más rápido posible. No olvides usar un cubreboca o trapo húmedo, así como guantes de hule.

Además, no tienes que permanecer en el interior del tinaco por más de 10 minutos.

“Es importante que lo hagan en intervalos, o sea, que salgan y entren, porque comienzan a arder los ojos y hasta te puedes intoxicar y te quedas ahí”, afirma el plomero.

Durante 20 o 30 minutos deja actuar la solución que preparaste en las paredes del interior del tinaco o cisterna.

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Luego tienes que enjuagar con agua limpia, sacar el agua con jerga y cubeta, y proceder a abrir la llave respectiva para el llenado paulatino.

“Hay que procurar la limpieza de los depósitos y darles mantenimiento, porque luego sale más caro en salud y dinero”, señala Joaquín.