La Ciudad de México: ese monstruo gigantesco, tan inmutable como irascible, que carga sobre sus hombros la vida y los sueños de millones de chilangxs. Como otras megalópolis del mundo, nuestra ciudad es un nodo importante en términos geográficos, pero también históricos. Así como conecta por tierra los mundos tan distintos de América del Norte y de América del Sur, y por aire se entrelaza con cualquier rincón del planeta, la CDMX es un nodo temporal que vincula tiempos y culturas ancestrales con los sueños futuros de un nuevo orden mundial en el que las regiones emergentes podrían jugar papeles cada vez más importantes. ¿Qué nos depara ese futuro?

Por María Mercedes Baltazar, Jorge Camacho, Karla Paniagua, Eduardo Peñafiel y Amalia Vásquez
Ilustraciones: Adrián Pérez-Acosta

Antes de intentar responder a esa pregunta, es recomendable mirar hacia el pasado; es como tomar vuelo en la pista de la historia antes de despegar hacia la imaginación de futuros posibles. Además, los tiempos cambian cada vez más rápidamente, por lo que se vuelve necesario seguir un principio propuesto por Institute for the Future (IFTF), organización de investigación de futuros basada en Palo Alto, California: mirar hacia el pasado el doble de tiempo del que queremos mirar hacia el futuro.

Por ejemplo: en septiembre de 1983, la agencia Promoción Deportiva del entonces Departamento del Distrito Federal organizó el primer Maratón Internacional de la Ciudad de México. La ciudad tenía entonces un poco más de 8.8 millones de habitantes y era gobernada por Ramón Aguirre Velázquez. La línea del horizonte era baja y tranquila, apenas perturbada por la Torre Latinoamericana y la recién inaugurada Torre Pemex.

Sin embargo, las calles estaban llenas de automóviles, taxis apodados “canarios” y camiones de la Ruta 100. Se podía fumar en cualquier lado. La moda comenzaba a ser cada vez más estrafalaria y plasticosa, pero la población seguía siendo primordialmente conservadora y religiosa. La comunidad LGBTIQ+ se refugiaba en el emblemático Bar Nueve de la Zona Rosa y el aborto era punible en cualquier etapa del embarazo. Se avecinaba una década de crisis económicas y también sociales que la gente afrontaría con sueños de modernidad.

En este lapso de 40 años, muchas otras cosas han cambiado en la Ciudad de México. Algunas transformaciones han sido empujadas por acontecimientos repentinos, dramáticos y casi inverosímiles, como el hecho de que los dos peores terremotos de este período hayan sucedido el 19 de septiembre, primero en 1985 y luego en 2017.

Otros han sido cambios que paulatinamente transformaron la experiencia de vivir en la Ciudad, como la evolución de los sistemas de movilidad, la arquitectura, la dinámica social, la gentrificación o la gigantesca brecha económica que se ha abierto lo mismo al interior de la CDMX que entre ella y otras regiones de nuestro país.

¿Cómo podría cambiar nuestra ciudad y la vida de las y los chilangos en los próximos 20 años? ¿Qué podría estar sucediendo en la Ciudad de México un día como hoy, pero en el 2043? Esas fueron algunas de las preguntas que se planteó nuestro equipo: un grupo de especialistas en Diseño del mañana de CENTRO, institución de educación superior especializada en la creatividad.

Para intentar responderlas, seguimos un proceso colaborativo que recuperó algunas herramientas de los estudios de futuros y la prospectiva estratégica que nos llevaron a explorar futuros alternativos para la Ciudad de México en un horizonte de 20 años.

Tomando como base las cuatro imágenes genéricas de futuros propuestas por el prospectivista Jim Dator, nos aventuramos a crear cuatro historias ficticias (pero basadas en condiciones del presente) que imaginan cómo podría ser la vida en cada uno de esos escenarios. Estas viñetas ocurren en distintas zonas de la Ciudad de México, cada una sujeta a la lógica de un arco diferente. La idea no es predecir el futuro, que a fin de cuentas no existe, sino abrir la conversación y ampliar el repertorio que responde a la pregunta: “¿Qué pasaría si…?”.

4 escenarios posibles para la CDMX en el 2043

Centro histérico en CRECIMIENTO

¿Qué pasaría si la ciudad viviera un nuevo auge impulsado por el crecimiento económico relacionado con la apertura comercial y el acercamiento cultural con Asia?, ¿qué podría ocurrir con el boom inmobiliario, la corrupción y la falta observancia del marco regulatorio que históricamente ha caracterizado el desarrollo urbano de la Ciudad de México?

Diario Restauración. Lunes 31 agosto, 2043. Euge González y Jian Zháo dan el sí entre avatares e invitados fuerdái

Izazaga 38 se pintó de neón para celebrar el amor entre Euge González, heredera del imperio de SimiHealthCo y Jian Zháo, cuya familia fundó 建设, empresa encargada de la construcción y operación del cuarto piso del Periférico, así como de las macroplazas AsiaMex en el Centro Histórico de la CDMX.

Personajes de la política, la diplomacia, la farándula y el mundo empresarial se congregaron en el colosal y recién remodelado recinto, en cuyas instalaciones los cerca de 500 invitados fueron gratamente sorprendidos con el palacio imperial del siglo XVII recreado a escala 1:1 especialmente para la ceremonia y el banquete.

La cena incluyó pollo agridulce, acompañado con una salsa de Sriracha y miel sintéticas, así como Simiduck laqueado. Para el brindis, se ofrecieron vinos selectos y Baijiu.

Las calles desde Pino Suárez hasta la plancha del Zócalo fueron cerradas para desplegar una miríada de drago-drones luminosos que enmarcaron un desfile digital de la familia Zháo, punta de lanza en el desarrollo de comercio informal en la Ciudad. Los hologramas cruzaron el Zócalo entre vítores de los locatarios de las macroplazas, curiosos y paparazzi.

El momento cumbre de la celebración fue el espectáculo de la torre Chinomexicana de la calle de Dolores en perfecta sincronización con el mirador K-Mex de la colonia Cuauhtémoc, acto organizado por la Cámara de Comercio y Tecnología México-Chino-Coreana para desear buena fortuna a los contrayentes.

“Quisimos que la experiencia fuera memorable tanto para los invitados que asistieron de manera presencial como para los más de 700 avatares que participaron en la boda virtual, para la cual replicamos el polígono del Centro histórico, el palacio imperial y el espectáculo de los drago-drones” declaró Fei Chang, wedding planner responsable de las bodas de la élite fuerdái del Centro.

El vestido de la novia impactó por la mezcla de seda blanca con simitenangos bordados a mano especialmente para la ocasión. En un conmovedor discurso, el señor González Herrera, padre de la novia y fundador de SimiHealthCo, recordó la histórica cercanía de su familia con China, remontándose a sus inicios como joven emprendedor en las ferias de Hong Kong, hasta la reciente inauguración de la planta de SimiHealthCo en Shenzhen.

“La unión de Euge y Jian nos llena de alegría, México ha sido generoso en oportunidades desde que llegamos en el 2000 y esperamos que pronto nos anuncien la llegada de un heredero Zháo-González”, compartió entre lágrimas Li Zháo, madre del novio.

La recepción fue amenizada por Blackpink, cuyas integrantes volvieron a reunirse para la ocasión. Con la canción DDU-DU DDU-DU de fondo, Euge y Jian se despidieron de los invitados para partir rumbo a su viaje de bodas alrededor del mundo, el cual durará varios meses y concluirá en China, donde la pareja planea residir la mitad del año.

Oriente COLAPSADO

¿Qué pasaría si todo lo que pudiera salir mal, efectivamente sale mal?, ¿qué pasaría si las fisuras (los conflictos sociales, los poderes fácticos, las brechas culturales) que atraviesan el complejo sistema que es la Ciudad de México, se exacerbaran al punto de convertirse en un gran socavón cuya profundidad devora la vida como la conocíamos? Lejos queda la esperanza de un nuevo comienzo frente a la crisis generalizada que nos avasalla.

Como todas las mañanas, la chef a domicilio Barbie Muñoz hace fila para abordar el helicóptero que la llevará desde Tláhuac hasta Pavilion Chapultepec, exclusiva zona enclavada en el otrora Bosque con el mismo nombre donde Barbie prepara y sirve los desayunos, las comidas, las cenas, los entremeses y los aperitivos para la familia Gómez Horvilleur. Mientras las personas se apeñuscan para conseguir un lugar en la aeronave, Barbie piensa en su tía Rita, quien le enseñó a hacer albóndigas y la animó a inscribirse en la escuela de cocina.

Con un sonido similar al de las viejas máquinas de coser, la aeronave corta el aire atravesando los territorios que, desde el magnicidio del 2030, se repartieron los cárteles de Bosques, Tlalpuente, Polanco y Virreyes, cual tablero de Risk.

Como si la repartición de la Ciudad entre grupos del crimen organizado no fuera suficiente, la zona metropolitana no ha terminado de sobreponerse a las secuelas del terremoto ocurrido en el 2038: Las disputas y la vida ordinaria pasan entre ruinas y entresuelos.

Los sobrevivientes de la catástrofe que por negocios o necedad se quedaron, habitan en el búnker de Pavilion Chapultepec, hoy enclave privado. Desde esta, una de las pocas áreas verdes que se conservan en la Ciudad, los llamados “Chapules” se conectan con el mundo exterior para realizar sus operaciones bursátiles y de comercio internacional.

Estas transacciones financian a la adelgazada administración pública y mantienen la rueda girando. Los habitantes de los demás territorios que no trabajan para los cárteles, sirven en las casas de los Chapules, venden en las macroplazas del Centro o, en el mejor casos, trabajan para Mex Data Labs. 

“Y cuando crees que solo faltaba que un perro te orine, nos salen con esto”, se dice a sí misma Barbie mientras el helicóptero que la transporta sortea las fumarolas del Chichiualpiastli, volcán recién nacido que ha terminado por fragmentar la de por sí aislada Ciudad.

Mientras saltea las verduras y procesa las frutas para hacer jugo —lujo que solo unxs pocxs se pueden permitir en este 2043 —, Barbie piensa que cada vez menos personas se atreven a caminar por las calles de su barrio en Tláhuac, verdadero campo minado: “¿LE HAS VISTO?”, rezan extensos posters digitales con loops que proyectan rostros de personas que no han vuelto a casa.

Al término de la jornada, mientras hace fila para subir al helicóptero de regreso, Barbie se pregunta cómo estará su tía, que vive en la zona libre de Venustiano K-Ranza (VKR). Lo último que supo es que los habitantes de VKR se declararon como zona libre y se volvieron autosuficientes en energía, moneda y telefonía, aunque ¿cómo saber si esto es cierto? Los escasos medios que quedan no hacen sino reproducir los mismos cuentos de siempre.

Al volver a casa, Barbie encuentra en su puerta a un minirobot autónomo blindado que le entrega la siguiente nota: “Resiste, siempre vendrán tiempos mejores. Te abraza, tía Rita”.

Ciudadasur DISCIPLINADO

¿Qué tal si optáramos por una vida sencilla, sostenible y cooperativa? Este futuro podría hacerse realidad si nos preocupáramos (y ocupáramos) más por el cambio climático y la crisis ecológica en general. ¿Qué pasaría si lográramos concertar las voluntades para atender la crisis hídrica, la gestión de los deshechos y la contaminación del aire?

Tay Hernández recibe el premio a la Ciudadanía verde 2043 por su alto compromiso con la sostenibilidad y la innovación social; recibe el premio en su casa, ubicada en la célula habitacional "El Alemán", Benito Juárez, famosa por ser sede de una cooperativa de utensilios y bloques de construcción con biomasa y una productora de cáñamo con calidad de exportación.

Hoy por hoy, todas las soluciones que produce “El Alemán” son compostables y pueden reincorporarse al suelo cuando concluyen su vida útil.

Toda la comunidad de “El Alemán” se toma en serio sus compromisos. Mientras que las personas de mediana edad desarrollan soluciones tecnológicas y dan seguimiento a las exportaciones de sus codiciados productos, el club centenario se encarga de la tienda local, los biodigestores y las hortalizas; la gente joven opera los campos de cáñamo y las infancias aprenden a cultivar la tierra, cosechar agua pluvial y asear sus prendas, apenas dan sus primeros pasos.

Atrás han quedado los tiempos en los que se lavaba y desechaba la ropa, “cuando declaramos que no lavamos nuestras garritas, sino que las limpiamos y reparamos para prolongar su vida útil, nos acusaron de que nos gusta vivir en la mugre. Imagínate lo que dirán cuando sepan que compostamos nuestras heces para cultivar las hortalizas que vendemos en la tienda”, declara Tay entre carcajadas, “también se rumora que somos una secta porque aquí viven muchas familias queer y unipersonales, pero la verdad nos vale lo que piensen.”

En la tienda de “El Alemán” se ofrecen los productos de la cooperativa, pero también se reciben insumos y servicios de los alrededores, pues el trueque llegó para quedarse desde la COVID-19. Al respecto del uso de tecnologías digitales, declara Tay: “Doña Kimberly es más valedora que cualquier blockchain, no se le pierde nada”, dice refiriéndose a la patrona de la tienda y administradora general de la célula.

Tay cuenta que lo que más orgullo le da son los Atlantes, colosales depósitos libres de BPA que se adhieren a los edificios de “El Alemán” como orugas azules.

Es bien sabido que el ciclo de lluvias en la Ciudad de México se ha vuelto caótico como resultado del cambio climático y de la siembra de nubes realizada en las décadas previas, así que, cuando llueve, este sistema protege la célula de las inundaciones y preserva el valioso líquido que después se utilizará para beber, regar y preparar alimentos, “recuerdo que hace años el agua se echaba al inodoro, ¡qué locura!, ¿no?”, comenta Tay mientras explica el funcionamiento de los depósitos.  

El próximo proyecto de “El Alemán” es el Centro de artes y oficios, que ofrecerá una alternativa para continuar la formación que comienza en la casa. La comunidad se las ingenia para educar de manera no escolarizada en lecto-escritura, matemáticas, programación, diseño, producción agrícola, baile y parkour, entre otras destrezas, “las pirinolas andan por ahí, trepándose como tlacuaches”, apunta Tay frunciendo el ceño.

Al respecto del galardón, Hernández manifestó en conferencia de prensa que el premio le pertenece a la comunidad: “Alguien puede querer cambiar el mundo, pero son las personas que le hacen segunda quienes hacen la diferencia”, declaró sonriente.

Norte TEC-TRANSFORMADO

¿Qué pasaría si la Ciudad de México y sus habitantes se dejaran transformar por una nueva generación transhumanista?, ¿qué sucedería si la transición energética acelerada y el uso de datos masivos abrieran la puerta hacia un futuro en el que los/as jóvenes de la Ciudad alcancen un rendimiento óptimo físico, espiritual e intelectual, garantizando su seguridad económica?

Agridulce firma de convenio en el Distrito TecSport por la Copa Mundial Playdoit 2043. Revista Chilango. Agosto, 2043

El Distrito TecSport, ubicado en lo que una vez fue el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, es el nuevo polo de atracción de la Ciudad de México. Desde su apertura en el mes de abril, sus 740 hectáreas se destinaron a innovación deportiva, no sin polémica por su cercanía con la autodeclarada zona libre de VKR, entre otras razones.

Gracias a un reactor nuclear modular de pequeña escala, la zona de entrenamiento funciona con energía autónoma y alimenta en tiempo real los diversos centros de datos, incluyendo el del Hub Nacional del Deporte, ubicado en el mismo enclave.

Este jueves, Camilo Blanco, delantero de la Selección Nacional, acudió como testigo de honor para la firma del convenio entre la Federación Mexicana de Fútbol, Mex Data Labs y el colectivo de Casas de Apuesta MexBet; dicho instrumento otorga a los profesionales del deporte los derechos sobre sus datos de desempeño, permitiéndoles beneficiarse por las apuestas que se realizan con estos.

Al acto, realizado en la sala de congresos del Distrito TecSport, también asistió el equipo Huracanes Izcalli Fútbol Club, líder de Liga MX Mixta, que ha conquistado la popularidad y el reconocimiento internacional a pocos años de su fundación.

Durante el encuentro, Mex Data Labs presentó los avances en la construcción del mega estadio inteligente de La Villa, donde se celebrará la Copa del Mundo; además del progreso en la remodelación del estadio Charlyn Corral, antes Hugo Sánchez Márquez, así como de las sedes en Chihuahua, Guerrero y Oaxaca.

A pesar del afán de los patrocinadores por destacar el carácter festivo del evento, los asistentes temían la posible irrupción de los habitantes de la zona libre de VKR o bien de los silbantes de la extinta Asociación Mexicana de Árbitros, cuyos asociados fueron sustituidos en fechas recientes por árbitros cyborg impuestos por la FIFA. Por fortuna, ninguno de estos grupos acudió.

Quienes sí llegaron al complejo fueron los contingentes de la unión vecinal en contra de la construcción del estadio en La Villa, así como de la Asociación Mexicana de Futbolistas, quienes protestaban en contra del uso de exoesqueletos durante los partidos.

Ambos grupos intercambiaron gritos, proyectiles y golpes en las puertas del enclave hasta que Blanco salió a firmar autógrafos, llamándoles a la calma: “Vamos a ganar la Copa Mundial Playdoit 2046, ¡la primera con selecciones mixtas de la historia! Así atraeremos la atención internacional y entonces podremos reescribir las reglas del juego, ¿qué no?” Declaró en tono triunfal.


¿Te gustaría asistir a la boda de Euge y Jian o vivir en Pavilion Chapultepec? ¿Harías trueque en la célula “El Alemán” o preferirías jugar fútbol con ayuda de exoesqueletos? Y ¿qué podría suceder con El Ángel de la Independencia, las Torres de Satélite, la Central de Abasto, el Estadio Azteca, las trajineras de Xochimilco, los tianguis, los museos, las peregrinaciones, las cantinas, la gentrificación, la música, el matrimonio, la lucha libre, la moda, el cine, las elecciones, la comida callejera, los animales no humanos, la salud pública, el sexo, las bicicletas, los conflictos bélicos, el espacio exterior?, ¿cuáles son los grandes ausentes en estas historias que invocan nuestra imaginación y curiosidad? Tal vez te gustaría vivir en una CDMX futura que combine lo mejor de cada una de esas posibilidades. 

Este experimento para abrir boca fue realizada por María Mercedes Baltazar, Eduardo Peñafiel y Amalia Vázquez, especialistas en Diseño del mañana de CENTRO con el acompañamiento de Jorge Camacho y Karla Paniagua, profesores de esta institución de educación superior y directores de los programas de Estudios del Diseño y Diseño del mañana, respectivamente.

Las ilustraciones inspiradas en cada escenario fueron realizadas por Adrián Pérez Acosta. Las gráficas que ilustran el proceso de investigación fueron confeccionadas por el equipo de diseño de CENTRO.