La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha ido revelando el pasado industrial de algunas zonas del Bosque de Chapultepec que yacen bajo la cubierta arbórea, a través de diversos salvamentos arqueológicos.

Las obras para poner chulo Chapultepec revelaron vestigios de la antigua Fábrica Nacional de Cartuchos (FNC) que operaba a inicios del siglo XX y restos de un fortín destruido en 1847.

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Durante la excavación para la construcción de una calzada peatonal en Chivatito se encontraron estos vestigios, entre los que había tramos de muros de adobe que pertenecieron a Casa Mata, el fortín destruido durante la Batalla de Molino del Rey contra las tropas estadounidenses, el 8 de septiembre de 1847.

De este fortín solo se sabía por pinturas y unas copas de la época de Agustín de Iturbide (1822) pero luego fue destruido por las tropas estadounidenses.

La arqueóloga Lourdes López Camacho y su equipo excavaron y encontraron tramos de muros de un par de metros y escalones de adobe, así como otros restos de paredes con terraplén de argamasa. Todo en los terrenos del parque Rosario Castellanos.

Foto: Secretaría de Cultura

Una fábrica enterrada

De acuerdo con investigadores una delgada capa de tierra mantiene ocultos vestigios de la Fábrica de Cartuchos

“El espacio que pudimos liberar se extiende por más de 15 m², y cuenta con diferentes niveles de grandes bloques de concreto y hormigón manchados de aceite, a ras de piso y 3 m por debajo, donde se tienen pequeños túneles que debieron utilizarse para dar mantenimiento a la maquinaria, la cual se ancló con tornillos y varillas de varias pulgadas”, refiere la arqueóloga.

Foto: Secretaría de Cultura

También se encontraron una cantidad considerable de cartuchos de plomo y de latón, ensayos de cartuchos, fulminantes y balas con el sello FNC.

Para finales de la década de 1940, la fábrica cayó en desuso y toda esa maquinaria se desmontó para llevarla a la Fábrica de Pólvora, en Santa Fe.

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Pero la FNC no se destruyó en su totalidad, pues quedaron algunas partes de las grandes construcciones que la integraban.

Estos descubrimientos se suman a los realizados en 2016, cuando se encontraron patios de la fábrica.

Los especialistas señalan que esta fue la primera fábrica de cartuchos y fue el punto desde el que se planeó la conformación de un ejército moderno.

Además su producción permitió a México una menor dependencia del armamento estadounidense de parte de nuestro país, en vísperas de la Primera Guerra Mundial.