Todos alguna vez hemos usado Avenida Insurgentes, esta vía atraviesa la ciudad de norte a sur. Aunque no siempre fue una vialidad tan grande ni se llamaba así.

La calzada más larga de la Ciudad de México tiene 30 kilómetros de longitud y fue construida durante el gobierno del presidente Álvaro Obregón, entre 1920 y 1924.

Insurgentes inició como una calle amplia – de 30 metros – con un camellón al centro, éste separaba dos de las colonias de abolengo de esa época: la Roma y la Condesa. 

INAH. Colección Archivo Casasola – Fototeca Nacional

Entonces se llamaba Veracruz, comenzaba en avenida Chapultepec y terminaba en la avenida Jalisco, hoy Álvaro Obregón, narra la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

En las fotos de la época se ven grandes casas a los lados de la avenida en la parte sur, hoy Insurgentes es una de las avenidas más vivas con cientos de negocios y edificios de oficinas particulares y de gobierno. Esta casa data de 1930.

INAH. Colección Archivo Casasola – Fototeca Nacional

Una segunda etapa se construyó hasta el hoy Viaducto Miguel Alemán.

INAH. Colección Archivo Casasola – Fototeca Nacional

La ciudad creció y con ella la avenida para conectar el centro con el sur hasta San Ángel. La inauguración de ese tramo, bautizado como Calzada Nueva, fue el 2 de noviembre de 1924. 

Entre 1922 y 1923 se le comenzó a llamar Avenida Insurgentes, según la SCT sería por el puente de los Insurgentes que estaba en donde hoy está la estación del metro del mismo nombre.

INAH. Colección Archivo Casasola – Fototeca Nacional

En 1946 se construyó la ampliación hacia la salida a Pachuca, en el norte. En esos años, durante el gobierno de Miguel Alemán Valdés, se le puso el nombre en honor del Ejército Insurgente, según el INAH.

INAH. Colección Archivo Casasola – Fototeca Nacional

Para la década de los 70, Insurgentes ya no lucía sus viejas casonas, ya existía la estación del Metro y los edificios flanqueban la avenida.

INAH. Colección Archivo Casasola – Fototeca Nacional