El Puesto de Control Central 1 (PCC1) es el 'cerebro del Metro de CDMX'. Desde este lugar, ubicado al interior del C5 se mueven seis de las 12 extremidades del Sistema de Transporte Colectivo, incluidas sus tres líneas de mayor demanda.

Aquí trabajan 108 reguladores que se encargan de controlar el tráfico de trenes del Metro: su intervalo de paso: la distancia entre cada uno, el envío de unidades vacías a estaciones llenas, el retiro de trenes con fallas mecánicas, etc.

Nuevo cerebro del Metro
Foto: Rafael Rivera

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Se dice que el de los controladores del tráfico aéreo es uno de los trabajos más difíciles del mundo. Pero el de los reguladores de los trenes del Metro no tiene nada qué pedirle. A lo anterior hay que sumar perturbaciones derivadas de la interacción entre los usuarios y las instalaciones o equipos del Sistema de Transporte Colectivo: caída de objetos a las vías, personas que se arrojan al paso de los trenes, obstrucción de los mecanismos de cierre de puertas...

"Durante la operación del servicio tenemos una serie de imprevistos que pueden representar retrasos en la línea, cómo puede ser una falla en el tren. Hay ocasiones en que el sistema de pilotaje tiene algunos inconvenientes y hay que degradar a una velocidad menor. Eso implica un poco de retraso. Pero finalmente tratamos de ajustar la regulación de los trenes para que los intervalos sean uniformes y no se abra tanto la distancia entre un tren y otro", explica en entrevista con Chilango el Subgerente de Control Central del Metro, José Luis Sampedro.

Puesto de Control Central PCC1 del Metro
Ingeniero José Luis Sampedro / Foto: Rafael Rivera

El nuevo cerebro del Metro

Los reguladores de tráfico trabajan en los Puestos de Control Central (PCC).

Chilango visitó el Puesto de Control Central 1 (PCC1), mejor conocido como 'el nuevo cerebro del Metro' debido a las funciones que aquí se desempeñan.

El nuevo PCC1 se inauguró a finales de 2022 para albergar las labores que se realizaban en su antigua sede, que se quemó en un incendio ocurrido el 9 de enero de 2021.

Ahora, el nuevo cerebro del Metro se encuentra dentro de las instalaciones del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de CDMX (C5). Aquí se controla la operación de las líneas 2, 3, 4, 5 y 6 del Sistema de Transporte Colectivo. También del tramo en operaciones de la Línea 1 y, posteriormente, se sumará el tramo en rehabilitación de la misma línea.

Foto: Rafael Rivera

Para la construcción del PCC fue necesaria la inversión de 500 millones de pesos en instalaciones, equipos tecnológicos y reconversión de los sistemas de señalización análogos a una red de fibra óptica para el tráfico de trenes.

"En el anterior PCC teníamos equipamiento más antiguo, con sistemas analógicos compuestos por partes obsoletas para las que ya no hay refacciones en el mercado", explica el ingeniero Sampedro. En cambio, el nuevo cerebro del Metro es completamente digital:

"Todo se maneja a través de computadoras. Es un sistema digital que nos permite controlar diversos equipos tanto de los trenes como de los puestos de control y de las pantallas. De esa manera tenemos un tiempo de respuesta más rápido".

Foto: Rafael Rivera

 El nuevo cerebro del Metro cuenta con pantallas de control óptico en las que se puede observar la marcha de los trenes en tiempo real.

En cada tablero se pueden observar las dos vías de la línea, la cantidad de trenes que circulan, el número con el que estos se identifican y la estación o interestación por la que transitan. También las señales de maniobra, que permiten realizar los cambios de vía, y las señales de esparcimiento, que sirven para mantener una distancia prudente entre dos trenes consecutivos. Estas son las herramientas con las que trabajan los reguladores del tráfico del Metro.

Nuevo cerebro del Metro
Foto: Rafael Rivera

Así es el trabajo de los reguladores de tráfico del Metro

Por las vías del Metro pueden llegar a circular un máximo de 40 trenes. En condiciones normales, cada tren debe realizar el recorrido de una terminal a otra en un tiempo aproximado de 40 minutos. Esto implica un intervalo de entre 1:55 y 2:10 segundos en el recorrido entre estaciones. A ello se suman los tiempos de parada en cada estación y las maniobras para salir de la terminal.

Sin embargo, el trabajo de los reguladores del Metro no siempre se realiza en condiciones normales. Puede haber retrasos por fallas mecánicas en un tren, objetos en vías, personas arrojadas al paso del tren, obstrucción del cierre de puertas, etc.

Ante estas situaciones, los reguladores deben comunicarse con los conductores y adecuar la marcha para garantizar que el Metro pueda seguir operando de forma eficiente y en condiciones de seguridad.

Cada línea del Metro cuenta en todo momento con al menos un regulador de tráfico y un regulador del Centro de Comunicaciones que trabajan de manera coordinada. En el caso de las líneas de alta demanda (1, 2 y 3) se suma a un segundo regulador de tráfico.

Puesto de Control Central PCC1 del Metro
Foto: Rafael Rivera

En su pantalla, el regulador de tráfico visualiza todo lo que ocurre en la vía.

"A través de este sistema podemos ubicar al tren para darle indicaciones: que acelere, que frene o que se detenga porque hay un tren adelante muy cerca".

Por su parte, el regulador del Centro de Comunicaciones observa en su pantalla todo lo que ocurre dentro de las estaciones. Puede establecer contacto con el personal de seguridad cuando así se requiera.

PCC1
Foto: Rafael Rivera

"Hay ocasiones en que el estrés está presente en un momento dado porque hay que tomar decisiones inmediatas y correctas. Cualquier error puede complicar la situación", comenta el ingeniero Sampedro.

Las jornadas de los reguladores en el Puesto de Control Central 1 del Metro son de 8 horas. Se requieren tres turnos para cubrir todo el horario de operaciones del Metro.

Para poder trabajar en este estresante puesto, el personal debe pasar antes por prácticamente todas y cada una de las áreas operativas del Sistema de Transporte Colectivo:

"Todos llegan a través de un escalafón, ingresan con educación media superior y normalmente empiezan desde las categorías más bajas. Primero son auxiliares se estación. Después suben a conductores, luego a jefes de estación, inspectores y al final a reguladores. Esto es importante porque quiere decir que han vivido las situaciones que ocurren en las líneas".

Nuevo cerebro del Metro Puesto de Control Central PCC1
Foto: Rafael Rivera

Las razón detrás del manejo "como microbusero"

Gracias al proceso de modernización de trenes, aparatos de vía y la construcción del PCC1, nuevo cerebro del Metro, las líneas del Sistema de Transporte Colectivo se pueden operar con mayores parámetros de seguridad.

El sistema Tetra permite la comunicación eficiente y bidireccional entre conductor y regulador. Cualquiera puede reportar un problema en caso de que ocurra.

Asimismo, ya se cuenta con trenes NM-22 y NM-16 que incluyen el sistema de pilotaje automático CBTC. Esto permite detener los trenes desde el cerebro del Metro en caso de que sea necesario.

"Luego en ocasiones dicen que el conductor viene como microbusero. Lo que pasa es que el tren se bloquea por seguridad. Entonces, el conductor puede identificar en su tablero lo que sucede y realizar las maniobras correspondientes".

Foto: Rafael Rivera

Desde el cerebro del Metro también controlan las señalizaciones y los equipos automatizados de las instalaciones.

Y finalmente, desde el PCC1 del Metro es posible interrumpir la corriente de energía para maniobras como el rescate de una persona en vías.

"Las vías están divididas en zonas porque cuando tenemos un incidente fuerte o relevante tenemos que suspender parte del servicio. Entonces podemos aislar zonas o secciones de vías para establecer servicio provisional en las otras y no dejar a toda la línea sin servicio".

¿Y tú ya sabías que existe todo un cerebro que mueve a la 'limusina naranja'?

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