Como si de una maldición se tratara, el caos lleva aferrado a DIIV desde sus inicios.

Adicciones, problemas con la ley, la salida intempestiva de algunos de sus exintegrantes, su relación al borde del colapso tras una turbulenta gira mundial y, ahora, una pandemia, son algunas de las muchas pruebas que el cuarteto de dream pop, post-punk y shoegaze ha tenido que sortear en poco más de una década.

Pero, lejos de sentirse abrumados por todo lo vivido en once años de carrera, Zachary Cole Smith (Z), Colin Caulfield (C), Andrew Bailey (A) y Ben Newman (B) son el testimonio de que la resiliencia existe, y que un poco de caos nunca cae mal para sacudirse la monotonía y replantearse objetivos.

Estos es lo que DIIV traerá en su show

En entrevista con Chilango, los integrantes de la banda hablan sobre la importancia del caos en la creación de su música, los nuevos caminos que quieren explorar y el esperado show que ofrecerán este 22 de abril en el Foro Indierocks!, en el marco del festival Hipnosis.

iiis: La súper banda mexicana que necesitas conocer

¿Cómo va el 2022 hasta el momento para ustedes?

Z: Pinta bien. Hemos estado trabajando en música nueva y ahora estamos a punto de tener nuestros primeros shows en mucho tiempo, así que estamos muy emocionados por todo eso. Se siente como si las cosas fueran de mucho mejor manera en comparación con los años anteriores.

Uno de esos primeros shows que DIIV tendrá será en México, ¿qué podemos esperar de esa presentación?

C: Estamos muy contentos por todos los shows que tendremos, pero le traemos muchas ganas a ese que tendremos en la Ciudad de México. Cada vez que tocamos ahí se siente muy especial porque nos llena de energía. Es, hasta cierto punto, difícil de creer que haya fans ansiosos de vernos en el escenario. No es casualidad que la Ciudad de México haya sido uno de los primeros lugares que elegimos para tocar.

Z: Sobre el show, pasamos mucho tiempo de los últimos dos años trabajando en algo totalmente diferente. Pueden estar seguros de que verán algo que no solo sonará bien, sino que también se verá bien y se sentirá especial.

¿Qué recuerdos tienen de esas primeras visitas a México?

A: Que las multitudes en México son excesivamente salvajes (risas). Siempre que estoy ahí me pregunto qué les dan para que tengan tanta energía.

Más allá de los shows, atesoramos mucho el haber conocido un montón de lugares muy hermosos e interesantes. Recorrer las calles, meternos en todos los lugares que podíamos y conocer gente nueva era increíble.

B: Usualmente, cuando tienes participaciones en festivales, hay gente que trabaja especialmente para llevar a las bandas a darse una vuelta y conocer lugares, pero no sé porque parece que se empeñan en llevarte a lugares que se parecen a cualquier otro en Estados Unidos. Sin embargo, en México siempre hay chance de hacer cosas diferentes. Buscaremos a los amigos que tenemos ahí para ir a los lugares a los que realmente va la gente que ahí vive.

Este 2022 es especial para DIIV. Oshin, ese discazo que los catapultó a la fama, cumple diez años, ¿qué piensan de ese logro?

Z: Son muchas cosas, sabes. De entrada suena raro hablar de una década desde Oshin. Es un disco muy especial para nosotros y por eso tenemos en mente ofrecer un show retrospectivo en Nueva York, donde todo comenzó, para rendirle tributo a esos orígenes.

Por otro lado, se siente bien saber que, sí, hemos cambiado y que las cosas ya no son las mismas, pero que seguimos manteniendo el control de lo que somos como pasaba en aquel entonces, y que no hemos caído en las garras del sistema.

Hemos trabajado mucho en nuestras fortalezas como banda y por eso es que hemos vuelto a hacer música nueva, influenciados por el pasado, pero conscientes de lo importante que es para nosotros hacer música, y también para la gente.

Después de la tormenta viene la calma y un disco de DIIV

¿Eso quiere decir que tendremos nuevo álbum de DIIV pronto?

C: Hemos platicado mucho sobre cómo vamos a lanzar la música, si serán sencillos o un álbum entero. Realmente ahora estamos enfocados en cómo hacerla, más que en cómo lanzarla. Producir música también se ha vuelto algo caótico, entonces lo mejor será estar enfocados en aquello en lo que sí podemos tener control.

Siempre han sido muy honestos con todo lo que han vivido como banda. Nunca ocultaron que la pasaron mal después del segundo disco (Is the Is Are, 2014) y que incluso tuvieron que darse un break. Después de haber superado eso, regresan en 2019 con nueva música y fue ese el año que comenzó la pandemia, ¿cómo se sintieron con eso?

C: Parece que DIIV se conduce perpetuamente en el caos, y parece que cuando estamos a punto de alcanzar ese “estado de paz”, llegan estos obstáculos imprevistos, o como sea que le quieran decir. Pero, la verdad, todos necesitamos un poco de caos en nuestras vidas para reaccionar.

Fue muy loco cuando todo esto llegó después de que parecía que nos encaminamos a regresar de lleno a la música, pero bueno, no fuimos los únicos que la pasaron mal. De hecho hay quienes la pasaron peor y eso te pone en perspectiva. Amigos de otras bandas la pasaron muy mal cuando esto empezó y se quedaron varados en Europa, nosotros también cancelamos toneladas de shows y nos quedamos con las ganas de girar, pero seguiamos a salvo en casa. DIIV no la pasó tan mal y eso era un alivio en medio de toda esta mierda.

Z: También nos dio una especie de oportunidad de refinar todo aquello en lo que somos buenos. Con la pandemia, toda la infraestructura musical se fue al carajo, entonces tuvimos que tomar las cosas en nuestras propias manos y hacer todo: los videos, grabar, editar y mezclar las canciones. Eso fomentó ese proceso colaborativo, lo cual fue muy sano para DIIV, pues nos hizo empoderarnos de cierta manera para hacer mejor música a pesar de las circunstancias.

C: Es salvaje ver qué fácil te puedes quedar atrapado en el ciclo de un álbum: componerlo, grabarlo, irte de gira, promoverlo y empezar de nuevo, todo siempre muy rápido. Si no eres cuidadoso y no te tomas un respiro para ver toda la pintura completa, es muy fácil dejarse engullir por la industria, entonces fue genial tener un momento para saber lo que realmente queríamos en lugar de tener esta sensación de “necesitamos hacer otro disco”.

¿DIIV le ganó a la pandemia?

B: Nada de eso. Al principio no fue muy inspirador. De hecho, fue muy duro. Todo el primer año no queríamos hacer cosas nuevas, al igual que todo el mundo estábamos enfocados en sobrevivir y adaptarnos a los nuevos desafíos que se presentaban.

Sin embargo, después definitivamente tuvimos ese momento para repensar nuestras prioridades. Nos sentimos más inspirados, fuertes y enfocados

¿Qué los mantuvo unidos todo este tiempo?

Z: Compartir ese amor por la música y ese interés de alentarnos los unos a los otros a salir adelante en conjunto. Dejamos de ser individualistas, a pesar de lo utópico que esto puede sonar.

Seguimos en ese proceso de aprendizaje constante, pero de cierta manera, nos sentimos renovados entre tanto caos. Estamos unidos, en sintonía y con muchas ganas hacer nueva música y llevar a DIIV a un nuevo nivel, falta ver que a la gente le guste, pero si nosotros estamos disfrutando este proceso, es muy probable que los fans también lo hagan cuando finalmente puedan oírla.