Momentos impostergables

Explorándonos en sitios extra-ordinarios

 
¿Qué se supone que se hace en esos casos? Pues darle rienda suelta a la calentura. En realidad no le estaba haciendo daño a nadie…; acaso, hasta le hice el día a más de uno que venía en alguno de los coches de al lado.
Y es que, ¿a poco no es una gran forma de entretenerte en pleno tráfico? Creo que nunca me había sentido tan acalorada… La sensación de que tal vez alguien se pudiera dar cuenta de lo que estaba haciendo provocaba que mi adrenalina subiera a mil.
 
Todo empezó como un juego inocente. Venía plácidamente sentada, manejando rumbo a mi casa, cuando no sé cómo me acomodé y la ropa interior se subió un poco y comenzó a hacer de las suyas. Decidí soltar a mi imaginación y darle carta abierta a mi prodigiosa mano para hacer conmigo lo que ella quisiera… uff, ¡si yo les contara!
He de decir que fue una gran experiencia y, aunque me tomó por sorpresa…, ojalá la vida me pusiera más sorpresas de ese tipo. Orgasmos como ese, siempre se agradecen. La vida está hecha de momentos y de nosotros depende aprovecharlos o dejarlos pasar; nunca sabemos qué puede suceder.

¿Alguna vez han pasado por algo parecido? No sé. Tal vez que la calentura les tomará por sorpresa en el metro, en la oficina, en un parque, en un
restaurante, en el teatro, en el coche, en el camión… En fin, en cualquier lugar
–no precisamente adecuado– para disfrutar un momento de pasión contigo misma(o).

Y es que –finalmente– no hay lugares buenos o malos, al cuerpo no le importa dónde estamos… simplemente responde ante un estímulo que en ese momento resulta efectivo, lo demás, le vale gorro. De nosotros depende si le hacemos caso o nos esperamoss hasta llegar a casa o al baño más cercano…
Si deciden probar qué se siente masturbarse en lugares y/o momentos poco usuales o comunes, sólo tengan cuidado: 1) de no cerrar los ojos [si vienen manejando]; 2) de que no los vayan a cachar [hay quienes se podrían poner muy incómodos o inclusive ofenderse] y 3) de valorar si vale la pena el momento [Y es que, si se te antoja hacerlo en la oficina, con tu jefe a lado –por muy excitante que suene–, podrías perder el trabajo; así que aguas con las consecuencias de llevar a cabo tus fantasías. El precio –a veces- podría ser muy alto].
Y a ti ¿en qué lugares “fuera de base” te ha agarrado la calentura? ¿Hiciste algo al respecto o te esperaste hasta llegar a casa?
 
Cuéntame tu experiencia, me gusta escuchar tus travesuras…