Haber estudiado en un CCH es un verdadero orgullo para muchos chilangos. Y la verdad es que ahora que cumple 50 años de ser una institución educativa de excelencia en el Valle de México quisimos hacerte un recuento de recuerdos del CCH que seguro te harán añorar viejos días.

Los mejores recuerdos del CCH

Andar solo

El CCH es escuela de vida, aprendiste a andar en micro, transbordar en el Metro y andar solo por la CDMX y sus alrededores.

Taloneado

Así es. No fuiste a un CCH si no te tocó el bote, la colecta o el talón para apoyar el movimiento… ¿cuál? el que sea. No importa.

Los pastizales

En los dos mil (en el CCH Oriente) el pastizal que rodeaba los edificios L y M, además de las canchas, era usado para otro tipo de actividades extraescolares… eso nos manda al siguiente punto.

Vigilancia UNAM

El “bochito” que alguna vez te llevo a Jurídico por jugar cartas, domino, beber algo más que un refresco o jugar manitas calientes en el pastizal. Esos si son recuerdos del CCH.

Barras

Porras y banditas (en el Vallejo y Oriente) que se daban hasta con la cubeta, siempre estaban reunidos en los primeros pasillos, frente al edificio M o S.

Antojitos

Aunque ustedes no lo crean con $15 pesos uno se armaba un buen desayuno, comida o cena en los puestos de comida afuera de los CCH.

Desde las gorditas de Don Peter hasta las aguas del Güero. La gloria culinaria en forma de chicharrones preparados, raspados, papas a la francesa, quesadillas, dorilocos, gorditas, tacos de canasta y más.

Te recomendamos

Marchas

No fuiste a un CCH si jamás te uniste (o viste de lejitos) alguna marcha. Incluso hasta el mismito EZLN anduvo de visita en el CCH Oriente. Las marchas del 2 de octubre, no se olvidan ¿a poco no?

Arte

Tu primer gran maestro de historia del arte o filosofía lo tuviste en esta escuela, no te hagas. Y es que el CCH cuenta con 5 planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades que se encuentran en Azcapotzalco, Vallejo, Oriente, Sur y Naucalpan.

Más bellos recuerdos ceceacheros

Vida UNAM

Tu primer acercamiento (de joven) a la UNAM probablemente lo tuviste aquí. Aprovechando los descuentos y ventajas que la credencial UNAM te ofrecía fuiste al Universum, Chopo, Muac y más.

Amigos entrañables

Seguro, además, del primer amor de tu juventud y las clases de vida universitaria aquí conociste amigos entrañables que hasta la fecha conservas. Aquellos con los que te sentabas en las bancas de la explanada, frente al L o al auditorio.

Visita a CU

Quizá te tocó algún trabajo “pesado” que se tenía que investigar en la Biblioteca Central o en algún edificio de Ciudad Universitaria, tu credencial UNAM te hacía sentir poderoso.

Elegir horario (y pelear por el)

Los viejos tiempos en el CCH dictaban que tu tira de materias, así como el libre pensamiento, eran tu elección. Conectarse al SIAE para meter las materias o revisar las calificaciones. Del horror en ventanillas, ya ni hablamos.

Hacer berrinche por el horario

¿Te acuerdas de las famosas permutas? esa leyenda urbana que decía que si te tocaba en la tarde en el CCH Vallejo (y tu vivías en Tlalpan) cursabas un semestre y te podías cambiar. Mentira. Al final podías cambiar tu horario, pero no la locación.

Independencia

Elegías desde tus atuendos más rocker, emo y hiphopero hasta la carpeta o los folios donde tomabas tus materias. Nada como la libertad de dejar atrás la educación secundaria y andar libre por la vida tomando clases y matándola, también.

Cultura

No todo es la corcha y el relajo. Las clases y el nivel docente del CHH es muy bueno, no por nada su alta demanda de ingreso cada convocatoria del Comipems. ¿Te acuerdas de todas esas lecturas y museos que te dejaban? Sin duda valió la pena. Lo valió, uno de los mejores recuerdos del CCH.

Tatuaje

Para los más aventureros (y que no les decían nada en casa) el primer arete en el ombligo y el primer tatuaje llegaban con el INE. Al cumplir 18 muchos corrían a tatuarse o perforarse.

Tu primer bar

Seamos honestos. Algunos CCH estaban cerca de universidades y otras escuelas donde alumnos más grandes podían convivir, beber, libremente por ser más grandecitos. Al tener tu INE seguro visitaste alguno de esos lugares que hoy te daría pena recordar… ¿verdad, Mirindongas? también son recuerdos del CCH, muy divertidos.

El Colegio de Ciencias y su vocación de enseñar

Tu primer extraordinario

¿Te acuerdas quien te mandó a extra? El terror para los CCHeros eran los exámenes extraordinarios, recusar y los sabatinos (ya el último chance de salvar la materia). Una experiencia dolorosa, sí, pero de mucho aprendizaje. No lo haga compa.

Laboratorio y prácticas de campo

Nada más emocionante que las clases de física, química y biología (para algunos) donde los laboratorios eran aprovechados al máximo. Y es que las ciencias eran fundamentales en el aprendizaje del CCHero… ¿te acuerdas de los jueves de bata?

Aprendizaje

La filosofía del Colegio de Ciencias y Humanidades se basa en tres principios que se centran en el aprendizaje, todo el tiempo.Aprender a aprender que se relaciona con la transformación del conocimiento y el proceso de aprendizaje.

Aprender a hacer, está ligado al desarrollo de habilidades y procesos que te enseñan a aplicar el conocimiento.El Aprender a ser, aquí los valores y la conducta fortalecen el ambiente de respeto y cordialidad.

¿A poco no te sientes orgulloso de haber ido a un CCH? Rola estos recuerdos del CCH con tus amigos ceceacheros con los que compartiste clases, recuerdos y viejas glorias.