En la actualidad, muchos chilangos que son usuarios del transporte público salen de casa con loción, perfume, desodorante y toallitas para bebé. Lo hacen para utilizarlos con frecuencia y responderse a sí mismos la pregunta de “por qué huelo mal” a pesar de que no desprenden malos olores. Son víctimas de una sugestión colectiva que se ha propagado como virus en la CDMX desde hace varios años.

¿Soy yo? No sé por qué huelo mal

Subiste al vagón o la unidad con la mejor actitud para que nada ni nadie eche a perder tu día, pero al avanzar tres estaciones ya no aguantas el aroma a ‘pasuco’.

Tu angustia y malestar por todo lo que se fuma tu nariz, te orilla a agachar con disimulo la cabeza hacia tu ropa para comprobar que no eres el causante de eso. Es más, repites dicha acción en dos ocasiones hasta confirmarte que no eres tú. Te has sugestionado.

1 .- Que sí soy yo, ¡soy yo!

Bajas del vagón oliéndote prendas como saco, chamarra o playera, sin pudor. Te da igual parecer un desquiciado ante los ojos de los demás, quienes en el fondo quieren hacer lo mismo que tú: salir de dudas.

Aplicas la de Linda Blair en El Exorcista para asegurarte de que por nada del mundo eres portador del indescriptible olor que atenta contra el sentido del olfato. No abandonas la estación hasta estar convencido y bañado nuevamente de loción por aquello de las moscas.

2 .- Perdón, es que tengo gripe

Llegaste a la oficina y no saludaste a ninguno de tus compañeros. Extrañados por tu conducta, te cuestionan si todo anda bien en casa, a lo que respondes con la mentira de que te duele mucho la garganta y no quieres contagiarlos de algo.

La realidad es que cargas encima la sugestión de que eres inmerecido de su buena onda porque crees que hueles horrible y te da vergüenza que se den cuenta de ello pese a que solamente existe esa idea en tu cabeza.

3 .- No, muchas gracias

Uno de los mayores miedos que tienen las personas que padecen la sugestión del por qué huelo mal es sentarse. Sí, el asiento vacío es un monstruo, una pesadilla. ¿Cuál es la razón? La simple visualización de verse levantándose y que alguien que venga de pie los mire por inercia, ya es signo de que su aroma es deleznable, por lo que prefieren evitar esa culpabilidad y humillación yéndose parados.

4 .- Adivina quién

Al más puro estilo del icónico duelo final en El bueno, el malo y el feo, varios se miran entre sí echándose la bolita para detectar quién es el que huele a ropa húmeda.

Uno es el responsable, sin embargo, la sugestión moldea la mente al grado de que sigilosamente todos los involucrados agotan la respiración asumiéndose propietarios del hedor.

Todos los días es una sugestión que acompaña a millones de usuarios que se preguntan “por qué huelo mal”. Si eres de los que padece esta situación, respira, no eres el único que se tortura la mente con eso.

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