El mítico y prehispánico xoloitzcuintle ya es la mascota oficial de CDMX. 😀

Así lo aprobó el pleno del Senado de la República, con el argumento de que estos simpáticos lomitos son “un símbolo de mexicanidad y resistencia”.

Tal como ocurre en la película Coco, la nueva mascota oficial de CDMX es reconocida en todo el mundo por su valor cultural en las festividades de Día de Muertos.

Te recomendamos

El punto de acuerdo del que deriva este feliz nombramiento define al xoloitzcuintle como un símbolo de nuestra ciudad para fortalecer la tradición, historia, resistencia, relación con la naturaleza y respeto a los animales.

Pero no siempre fue así, ¿sabías que durante la época colonial estos simpáticos perros sin pelo sufrieron una persecución? Pues eso mismo se lee en la argumentación aprobada por los senadores.

También, que en años posteriores los xolos fueron ligados al pensamiento progresista y nacionalista de México.

“Para el pueblo mexica, este animal tenía la capacidad de alejar y proteger a los hogares del mal”, se lee en el documento.

“Con el triunfo de la Revolución Mexicana y el auge del nacionalismo revolucionario, los xoloitzcuintles regresaron a la Ciudad de México de la mano de personajes como Diego Rivera y Frida Kahlo”.

Unos datos del xoloitzcuintle

De acuerdo con un texto del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, la nueva mascota oficial de CDMX es ideal como compañía.

El investigador Raúl Valadez Azúa dice que son fáciles de cuidar, muy dóciles y cero temperamentales.

“No representan peligro para los menores ni para los adultos, por lo que son ideales para ambientes familiares o infantiles”. ¿Ya quieres uno?

En cuanto a sus características, su estatura va de 20 a 40 centímetros y son algo así como primos de los chihuahueños. A pesar de que su apariencia pueda ser exótica, no necesitan alimentación ni cuidados especiales.

De unos años para acá cobraron mucha fama, incluso fuera de nuestro país, y en lugares como Alemania, Francia o Dinamarca andan cotizados.

Te recomendamos

“Hay evidencias sobre la presencia de por lo menos cinco razas distintas de esa especie”, reseña el especialista.

Y aunque algunas voces juran que el xoloitzcuintle es asiático, Valadez Azúa asegura que para nada, porque hay vestigios de su presencia en México desde hace más de 2 mil años.

Incluso, dijo, está documentado que fue una mutación espontánea la que provocó la primera camada de perritos pelones, como se mantienen hasta ahora, y que ocurrió en tierra azteca.

“Estos animales fueron llamativos para los españoles, aunque no les dieron mayor relevancia y, al consumarse la conquista, los abandonaron a su suerte”, cuenta.

“Llegaron razas caninas europeas, preferidas por las élites, lo que propició que el xoloitzcuintle quedara limitado a pequeñas zonas geográficas”.