No somos machos, pero somos muxes. Ese es el lema del primer equipo LGBT+ de futbol en tercera división. En esta su escuadra, no hay lugar para los comentarios homofóbicos. Las críticas de “juegas como nenita” o “¡qué pu$%#”%&!” están descartados.

Al terminar cada partido, la bandera multicolor ondea encima de los hombros de los jugadores con el mismo orgullo con el que portan su uniforme, que lleva plasmada una rosa y un balón de futbol.

Para los fundadores de Club Muxes se trata de un equipo de la diversidad en el que entran todos y no hay etiquetas. A eso hace referencia su nombre: “Quisimos hacer una ofrenda hacia esa cultura con nuestro nombre, porque queremos ser siempre como esa comunidad, es decir, bien vista, respetable, con valores. Tener una muxe en casa es una bendición”, cuenta Rodrigo Cervantes, director deportivo.

Foto: Arturo Alvarado
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Los muxes son reconocidos como un tercer género en la cultura zapoteca, que se localiza en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Se trata de hombres que adoptan roles de mujer; sin embargo, no se identifican como tal. Incluso (aunque no es muy común) hay muxes que se casan con mujeres y tienen hijos, otros se casan con hombres. En zapoteco, no hay género gramatical, por lo que algunos utilizan el género indistintamente.

Entre los jugadores del Clun Muxes no hay nadie que se identifique como tal, pero la orientación sexual no es relevante, lo importante es que los jugadores sean respetuosos y tolerantes.

Foto: Arturo Alvarado

Aunque uno de sus grandes logros es ser el primer equipo LGBT+ en tercera división, su esencia está en la categoría libre, donde nació este proyecto.

Geremía Oleta, Daniel Vidal y Jesús Trejo jugaban en otro equipo, pero un día pensaron que sería buena idea fundar uno inclusivo, que diera oportunidad a todos los jugadores.

En la Ciudad de México existe una liga de futbol para la comunidad LGBT+. Cuando nació Club Muxes, algunos jugadores de otros equipos los criticaron, pues decían que no son un equipo de la comunidad porque acepta a heterosexuales.

Foto: Arturo Alvarado

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El Club Muxes en CDMX

En el club no hay ningún muxe, pero los fundadores no tomaron el nombre de la nada.

Para ello, se reunieron con algunos miembros de la comunidad, sobre todo de CDMX. Desde entonces han tenido una relación cercana, dan pláticas e incluso algunos han asistido a eventos del club como la presentación del equipo juvenil. Y es que para los directivos es importante que los jugadores sepan quiénes son los muxes, qué representa el equipo y por qué.

El nombre del equipo también ha servido para que las personas sepan quiénes son los muxes. Fernando Almaraz, uno de los jugadores del equipo juvenil, no sabía de la existencia de este grupo. Fue hasta que entró al club y le explicaron todo el proyecto, cuenta el jugador de 18 años.

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El Club Muxes dio el gran salto en 2019, cuando decidieron abrir una convocatoria para recibir a más jugadores. La respuesta sobrepasó sus expectativas. Así nació la categoría juvenil, el club creció y “el presidente decidió encausar el proyecto hacia lo profesional”, dice Rodrigo.

Muchos de sus jugadores ven en Muxes un equipo diferente, uno de ellos es Fernando, quien llegó a la escuadra, tras ver la convocatoria publicada en Facebook.

Foto: Arturo Alvarado

“Me interesé porque apoyan a la comunidad LGBT+, entonces pensé que sería un equipo diferente. Me gustó mucho su ideología y respeto a todos. Tenemos una frase que es ‘Para apoyar la causa no tienes que ser la causa’”, explica el defensa.

En la categoría juvenil se definen como aliados de la comunidad LGBT+. Aunque según cuenta Rodrigo, “seguramente hay jugadores que quieren salir del clóset pero no saben cómo u otros que conocen a alguien homosexual, entonces damos talleres, charlas, sesiones grupales en las que trabajamos valores, cultura y por supuesto lo deportivo”.

Comenzaron a jugar en cuarta división y después, los directivos compraron un equipo de futbol ya extinto para poder registrar al Club Deportivo Muxes ante la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Hicieron los trámites para el cambio de nombre y de sede. Según cuenta Rodrigo, los trámites han sido engorrosos, pero lo normal. “No nos han tratado mal. Tampoco queremos tener un trato especial, porque somos como cualquier otro equipo”.

Recientemente, una marca de ropa y tenis deportivos (que solo firma a otros dos equipos mexicanos: América y Pumas) se acercó a Club Muxes para ser su patrocinador, pero el club va por más.

Actualmente ya no juegan en la categoría libre. Entre sus proyectos está llegar a segunda división y abrir un equipo femenil. Según Rodrigo, “las mujeres también deben tener esa proyección en nuestro club”. Para ello, el Club Muxes busca otros patrocinadores, pues su principal dificultad es la solvencia económica. “No queremos ser un proyecto fugaz que roba reflectores y luego desaparece. Estamos trabajando para que el club perdure”, dice el director deportivo.

Mientras el balón ruede en la cancha, el Club Muxes seguirá honrando su nombre, así como los colores que adornan su logo; el amarillo que representa la diversidad y la alegría; el verde, que representa la esperanza para que se abran más espacios para la comunidad LGBT+ en el futbol. En el fondo está el color azul que representa el cielo, “que es a donde queremos llegar, lo más alto que se pueda”.