“Aquí estamos las lenchas que tomamos las calles y celebramos la diversidad. Aquí estamos las lenchas que por siglos hemos sido invisibilizadas a pesar de que siempre han existido los afectos entre morras. Aquí estamos las lenchas, en el mes del Orgullo, luchando en contra de los sistemas cis-hetero-sexistas, racistas, clasistas, capacitistas, capitalistas y colonialistas que son opresiones inseparables”, así arrancó el pronunciamiento de las morras y morres que participaron en la primera marcha lencha en CDMX.

primera marcha lencha en CDMX
Foto: Graciela López/Cuartoscuro

La manifestación, cargada de color, baile, festejo y furia, comenzó en la Glorieta de los Insurgentes hasta la marisquería la Cañita, donde siguió la fiesta con un evento cultural con música, poesía, voguing y más.

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Foto: Graciela López/Cuartoscuro

En su pronunciamiento, las organizadoras de la primera marcha lencha en CDMX indicaron que “usamos la palabra lenchitudes para referirnos a las personas y a las experiencias que se asemejan a lo que es llamado lencha por nuestra sociedad. Nos referimos al deseo entre morras o personas que así sean malgenerizadas; a nuestros afectos; a nuestra sexualidad.

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“El concepto de lenchitudes es difuso y fluido porque el estigma que vivimos se manifiesta de distintas maneras en distritos y contextos, y sobre todo, porque somos muy diversas. Podemos ser femeninas, andróginas o machorras; podemos o no estar en relación con una mujer, pero sabemos que nuestra existencia, nuestra manera de ser, nuestros deseos, nuestros afectos y nuestra sexualidad son incómodas para el cis-hetero-patriarcado y por ello queremos reivindicar las lenchitudes”.

Las exigencias derivadas de la manifestación fueron las siguientes:

  • Reconocimiento pleno social y legal de las lesbomaternidades y familias diversas.
  • Educación sexual para toda la población, especialmente en infancias y juventudes lenchas.
  • Trato digno para las infancias y adolescencias por parte de la sociedad en general.
  • Garantizar que las lenchitudes gocemos de vidas libres de violencia, en particular ante la violencia supuestamente “correctiva” y punitiva.
  • La recaudación amplia, constante y precisa de datos sobre crímenes de odio y ECOSIG en contra de las lenchitudes, como herramienta para la creación de políticas públicas integrales y suficientes con el presupuesto necesario.