¿Pensabas que los pulmones eran los únicos órganos dañados por contaminación? Una reciente investigación demostró que no es así, sino que el aire tóxico es capaz de dañar prácticamente todos los órganos y celulas de nuestro cuerpo.

En estos días de contaminación en la Ciudad de México, hemos escuchado mucho acerca del daño que provoca principalmente al corazón y a los pulmones, así como el hecho de que los contaminantes pueden estar relacionados con enfermedades como asma y efisema pulmonar, hasta cáncer de pulmón. Incluso aumentan el riesgo de que se sufra un ataque al corazón.

Sin embargo, un estudio en el que están involucrados científicos de todo el mundo demostró que el daño que causan los contaminantes en el aire puede ser mucho mayor al que pensábamos, afectando no solo a todos los órganos del cuerpo, sino interfiriendo en el desarrollo de los que todavía no nacen.

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¿Cuáles son los órganos dañados por contaminación?

Durante el  Forum of International Respiratory Societies los científicos concluyeron en dos publicaciones en el sitio Chest que “la contaminación del aire puede provocar un daño agudo, así como crónico que puede afectar todos los órganos del cuerpo”, según se cita en un reporte de The Guardian.

Pero, ¿cómo es que las partículas contaminantes llegan tan lejos? Todo empieza desde inhalamos el aire contaminado. Una de las principales razones por las que causan un daño tan importante es que las partículas son tan pequeñas que son capaces de penetrar los pulmones y ser transportadas alrededor del cuerpo a través del torrente sanguineo.

El profesor Dean Schraufnagel, de la Universidad de Illinois en Chicago y quien dirigió el estudio, afirma que prácticamente estas partículas “aterrizan en los órganos directamente. Las células inmunes piensan que estas partículas de contaminación son bacterías, van tras ellas y tratan de matarlas liberando enzimas y ácidos. Estas proteinas inflamatorias se extienden dentro del cuerpo, afectando el cerebro, los riñones, el páncreas y así sucesivamente. En términos evolutivos, el cuerpo evolucionó para defenderse de las infecciones, no de la contaminacón”.

El respirar aire tóxico está relacionado con enfermedades como demencia, accidentes cerebrovasculares, huesos débiles, diversos tipos de cáncer como el de vejiga y enfermedades del hígado y la piel. Es decir que los órganos dañados por contaminación son prácticamente todos los del cuerpo, desde el hígado y el intestino hasta el cerebro y la piel.

La contaminación también está fuertemente vinculada con el bajo peso de los bebés al nacer, incluso se han encontrado diversos contaminantes en la placenta. Según este estudio, los niños son los más vulnerables a la contaminación, pues sus cuerpos no han terminado de desarrollarse.

¿Qué se puede hacer contra la contaminación?

La Organización Mundial de la Salud considera a la contaminación del aire como un asesino silencioso, pues sus efectos no son relacionados directamente con las toxinas presentes en el aire; mientras que el  profesor Schraufnagel, considera que la mejor forma de combatirla es atacando lo que la origina y que los doctores hablen con sus pacientes de estos efectos.

“Algunos doctores no tienen idea de que los efectos del aire contaminado provoca daños en los órganos en los que se especializan. Pero también afectan sus órganos y es mejor que pongan atención. Ellos necesitan educar a sus pacientes y luego deben hablar a favor de la acción”, afirmó.

Aunque no se puede experimentar con humanos, el especialista detalló que la evidencia que comprueba todos estos daños viene de tres tipos de estudios principalmente: “donde la contaminación y enfermedades cambian a lo largo del tiempo, en los que la dosis de contaminación se correlaciona con los niveles de enfermedad y de estudios con animales”.

Por ejemplo, después de que se implementaran medidas para reducir la contaminación antes de que ocurrieran los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 los bebés nacieron con mayor peso.

Maria Neira, directora de salud pública y ambiental de la OMS, afirma que aunque mucha gente dirá que “estábamos peor en Londres o hace 100 años”, lo cierto es que “tenemos megaciudades donde todos los ciudadanos respiran aire tóxico. Necesitamos trabajor en estos factores de una manera muy dramática. Somos probablemente la primera generación de la historia que está expuesta a un alto nivel de contaminación”.

Aunque el panorama no se ve nada alentador, algunos científicos consideran que este problema todavía se puede abordar.

Dicho organismo considera que la contaminación es una emergencia de salud pública, pues más del 90% de la población global soporta estos contaminantes al aire libre. Neira detalla que hasta ahora hay más de 70 mil artículos científicos para demostrar que la contaminación del aire está afectando nuestra salud. “Con todas las toneladas de evidencia que estamos recopilando, los políticos no podrán decir que no sabíamos”, sentenció.

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