Se robó nuestro corazón durante las labores de rescate del 19 de septiembre de 2017 y este lunes la perrita Frida se jubila como rescatista de la Secretaría de Marina.

Durante una ceremonia para conmemorar el Día Internacional del Rescatista, la Semar dio a conocer la noticia, además de entregar la condecoración al mérito a la Unidad Canina y Personal de Rescatistas del Cuartel General del Alto Mando.

“Frida es el resultado de una tarea callada, abnegada y muy profesional del departamento canino y de las unidades caninas de la Marina”, señaló la dependencia durante la ceremonia.

Frida no solo ha estado presente en las labores del terremoto del 2017, también participó en un incendio en la torre de Pemex, estuvo en Haití en el terremoto de 2010, fue movilizada para el rescate de víctimas tras un alud en Guatemala en 2012 y ayudó en el terremoto de Ecuador de 2016.

En su curriculum cuenta al menos con la localización de 12 personas con vida, resaltó la Semar.

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Frida se jubila pero se queda en nuestro corazón

Todos recordamos a los binomios caninos que ayudaron en las labores de rescate tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México, sin embargo, quien acaparó los corazones de los chilangos fue Frida.

Con sus característicos gogles y botitas especiales, las cuales fueron donadas al Museo del Calzado, Frida recorrió los escombros trayendo esperanza. Exploró los restos del Colegio Enrique Rébsamen, donde murieron 19 niños y 7 adultos, y viajó a Oaxaca donde ubicó el cuerpo de un policía en el Palacio Municipal de Juchitán.

A nivel nacional, la Secretaría de Marina cuenta con 300 perros trabajando en distintas dependencias, de los cuales 45 se encuentran en la Ciudad de México, desde donde se trasladan a cualquier parte del país o del mundo cuando se requiere de su apoyo.

Frida, junto con el resto de los binomios caninos, inician con su entrenamiento diario desde que tienen tres meses de edad hasta que cumplen ocho años, cuando se jubilan y son puestos en adopción.

Al ser parte de la Marina, los perros rescatistas tienen una rutina bien establecida que incluye un rígido horario estilo militar.

Foto: Santiago Arau