Existe un gran estigma alrededor de la menstruación. Hay poca información efectiva sobre el ciclo menstrual y la salud sexual. Así también, la sangre de nuestros períodos suele ser vista con desdén, como si se tratase de algo secreto o sucio; por ello, durante muchos años ni siquiera los comerciales y productos de higiene menstrual la mostraron como es.

A pesar de esto, hay maneras de relacionarnos más sana y responsablemente con nuestros periodos. Con el paso del tiempo y gracias a la mayor apertura de discusión sobre la salud sexual, podemos comenzar a sanar la relación con nuestra menstruación, dejar de concebirla como un tabú e incluso reconocer que nuestra sangre puede ser benéfica y nutrir a otro ser vivo. Aquí te decimos cómo funciona y cómo puedes empezar a utilizarla.

¿Cómo funciona la menstruación con las plantas?

Las plantitas aman la materia orgánica ya que les provee el balance perfecto de minerales. La sangre menstrual contiene tres de los nutrientes más importantes para el metabolismo tanto de personas como de plantas, nitrógeno, fósforo y potasio. Muchos de los fertilizantes que encontramos en el mercado de plantas o en el súper suelen contener estos nutrientes: es por ello que nuestra sangre puede hacerle tanto bien a las plantas.

Sin embargo, también hay que tomar en cuenta los riesgos de usar nuestra menstruación para regar las plantas. Debido a que la sangre menstrual es tejido vivo, eventualmente morirá después de dejar nuestro cuerpo, por lo que debemos usarla rápido. Si no lo haces, el tejido en descomposición puede promover el crecimiento de bacteria dañina para las plantas y el resultado acabará siendo contraproducente.

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¿Cómo utilizarla?

Hay dos formas de comenzar a usar la sangre menstrual en tus plantitas. Te recomendamos que, elijas la que elijas, trates de comenzar poco a poco con este fertilizante peculiar. Esto para medir qué tal lo van tomando las plantas.

  • El primer método consta de verter el contenido de tu copa o disco menstrual en un contenedor grande de agua, dejar que se haga un líquido homogéneo y entonces utilizarlo en tus plantitas.
  • El segundo, por otro lado, es más recomendado para plantas que estén pasando un mal rato, y consiste en dejar caer un par de gotas todos los días en la tierra que quieras apoyar. Haz esto todos los días y pon atención a cómo les afecta.

En cualquiera de los casos trata de mezclar un poco la tierra para promover la oxigenación de las raíces y evitar que la sangre se absorba o esparza de manera irregular.

Puede ser que usar la sangre menstrual en tus plantitas te ayude a mejorar la relación con tu periodo. Recuerda que tu sangre no es sucia y no merece el estigma que la rodea. Además de que tiene el poder de sanar y nutrir a las plantas de tu casa y de tus alrededores. Entonces, ¿piensas comenzar a practicar este nuevo hábito?