Un proyecto hecho con el corazón para difundir las artes y tejer redes en el pueblo de San Pablo Tepetlapa: el Museo Anahuacalli está de regreso y viene con todo. Tras cuatro años de un espectacular trabajo de remodelación y ampliación por el Taller de Arquitectura de Mauricio Rocha, los nuevos espacios están listospara ser visitados y recorridos en estas festividades de Día de Muertos. No se trata sólo de una obra arquitectónica, sino de un portal que vincula a los habitantes con la cultura a través del tiempo. ¿Nos lanzamos a recorrerlo?

Una obra inconclusa: La historia del Museo Anahuacalli

La historia del Anahuacalli comenzó en 1941, cuando Diego Rivera —muralista y pintor esposo de Frida Kahlo— compró los accidentados terrenos de San Pablo Tepetlapa. Tras la violenta explosión del volcán Xitle, la lava cubrió una buena parte del sur de la ciudad incluyendo esta área, transformando el paisaje y, con esto, la flora y fauna. Para que se den una idea, el terreno es irregular y pedregoso como el de la UNAM o el de San Ángel.

En estos 40 mil metros cuadrados de terreno, Diego construyó una enorme edificación que nos recuerda a una pirámide mesoamericana. Esta se convirtió en su taller personal y el hogar de su impresionante colección de piezas prehispánicas. Todos conocemos su faceta de muralista, pero pocos saben que fue un asiduo coleccionista. Tanto que logró juntar alrededor de 60 mil piezas de diversas regiones de México. ¡Wow!

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Él deseaba hacer algo grande, un proyecto para la conservación del patrimonio mexicano y a su vez fuera un hervidero de ideas colectivas. Así es como ideó una ciudad de las artes donde también convergiera la ciencia y las artesanías. Este plan contemplaba la construcción de 8 pirámides que rodearían la plaza principal, en estas se impartirían talleres y cursos a cualquier persona, además, no existirían jerarquías, sino que artesanos y artistas estarían en el mismo nivel.

Sin embargo, el pintor falleció en 1957 sin siquiera poder concluir su obra. Pero no se preocupen, su barrio lo tenía bien respaldado. Ruth Rivera —su hija— y Juan O’Gorman —amigazo de Diego— concluyeron el Anahuacalli en 1964. Eso sí, el gran proyecto de la ciudad de las artes quedó pausado hasta hace unos años.

Construyendo el sueño de Diego Rivera

El Taller de Arquitectura de Mauricio Rocha Iturbide fue el encargado de retomar la ciudad de las artes y darle vida más de 50 años después.

Para esto, el arquitecto se basó en las ideas de Diego Rivera, generando una progresión que se entreteje con las estructuras ya existentes y con el entorno. Para comprender mejor de qué va, nos lanzamos a conocer estos estos espacios de la mano de Mauricio Rocha y Karla Niño de Rivera —Coordinadora de Exposiciones—. Ellos nos platicaron a fondo acerca de estos nuevos espacios.

La construcción tardó en total cuatro años, de acuerdo a Mauricio, lo que estuvo complicado fue incorporar varios discursos en una sola pieza: “Queríamos hacer una obra que dialogara con el Museo Anahuacalli. Un lugar que respetara el entorno, que fuera amable, que cada uno de los componentes se integrara como una sola pieza. El mayor reto fue hacer una obra contemporánea que compaginara con Diego Rivera, Juan O’Gorman y Ruth Rivera”.

Nuevos espacios

Pese a que la tarea fue complicada, cumplieron con los objetivos. Cada una de las áreas nuevas se entrelaza sutilmente con las construcciones hechas en el siglo pasado. Además, se mimetiza con la reserva natural en la que está construida. En cada rincón es posible apreciar el terreno pedregoso —o mar de lava como lo llama Mauricio— y algunas plantas endémicas. Para minimizar la invasión en la zona ecológica, la ciudad de las artes se construyó en unas plataformas flotantes que no agreden la zona verde, sino que vinculan el tránsito entre ambas.

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De acuerdo a la estética, Karla comenta que el trabajo realizado por Mauricio es una representación moderna de las culturas prehispánicas. “Los elementos sumergidos nos recuerdan a lo que se hacía antes, también tenemos unas plazas con esquinas abiertas rodeadas de edificios, tal como la arquitectura mesoamericana”, añade Rocha. Para la construcción se utilizó la misma piedra del lugar, asemejando a la técnica empleada en el Museo Anahuacalli, la única diferencia es que añadieron algunas piezas recortadas con maquinaria, permitiendo trazos casi perfectos que representan esta nueva etapa.

Una ciudad de las artes para todos

Los nuevos espacios del Museo Anahuacalli son espectaculares, pero lo que pretenden hacer en ellos es igualmente sorprendente. En palabras de Mauricio, el diálogo arquitectónico y los talleres buscan construir conocimiento, cultura y arte: “Los edificios son el espacio público, de contemplación, la gente se adueña de ellos para producir experiencias culturales y colectivas”. Lo que es, nos faltan más espacios como este en la ciudad.

Esta ampliación incluye 13 nuevas infraestructuras entre las que destacan un salón de danza, un impresionante mirador, plazuelas culturales, foros de piedra, talleres para artes plásticas, patios y una asombrosa bodega que resguarda celosamente la colección de Diego Rivera. Cada una de estas construcciones están destinadas a ofrecer actividades presenciales y virtuales para el desarrollo artístico, cultural y académico.

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La propuesta cultural del Museo Anahuacalli es inmensa

Por otro lado, es importante mencionar que el Anahuacalli está comprometido con mantener los espacios artísticos al alcance de los habitantes de San Pablo Tepetlapa. Y es que que la ciudad de las artes que Diego soñaba era para el pueblo. Además, se mantendrán las llamadas artes decorativas o artesanías al mismo nivel que las artes ya que “son igualmente importantes e imprescindibles”, mencionó Ruth Rivera anteriormente.

La propuesta cultural que traen es enorme y hay de todo un poco, hay que recalcar que estará abierta para público en general pero también habrá talleres más especializados. Nosotros nos quedamos muy contentos de que se estén construyendo espacios abiertos a la creación artística, sobre todo que estén disponibles para todos. ¿Cuándo vienes a conocerlo? El Museo Anahuacalli quedó espectacular, mucho más guapo que nunca. Date una vuelta para sorprenderte con todo lo que tiene para ofrecer.