El colapso de la Comisión para la Reconstrucción de la CDMX ha despertado dudas respecto al dinero que debería destinarse a los damnificados

La Comisión para la Reconstrucción de la CDMX suspendió ayer todas sus actividades. Esto después de un conflicto con algunos diputados de la Asamblea Legislativa (ALDF) que terminó con la renuncia de varios de los miembros de la Comisión, incluido al mismo comisionado Ricardo Becerra.  El conflicto escaló tanto, que el mismo jefe de gobierno tuvo que intervenir y enviar una iniciativa a la Asamblea para que ésta modificara algunos apartados del Presupuesto de Egresos de la CDMX 2018, los cuales «impiden el libre ejercicio de los recursos públicos destinados a las labores de reconstrucción».

La Comisión de la Reconstrucción suspendió toda actividad hasta conocer la determinación de la ALDF respecto a la iniciativa propuesta por Miguel Ángel Mancera. Una vez que este proceso esté claro, la Comisión informó en un comunicado de prensa que el Jefe de Gobierno realizará una nueva convocatoria a los integrantes originales para que determinen su participación dentro de la Comisión.

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¿Pero qué es lo que exactamente pasó aquí?

8 mil millones de pesos

Imagina que otra vez es 19 de septiembre de 2017. Imagina, sí, que la tierra vuelve a cimbrarse. Imagina –solo imagina– que eres uno de los miles y miles de damnificados que perdieron su hogar y el de su familia debido a los daños. A partir de entonces tienes que vivir en casas de amigos o, de plano, en plena calle.

Ahora imagina que, a 5 meses de la tragedia, 539 de los 8 mil 792 millones del Fondo para la Reconstrucción de la CDMX ya fueron destinados para pagar el sueldo de la burocracia de cinco secretarías, mientras tú aún esperas una solución para recuperar tu patrimonio.

Este lunes 19 de septiembre Reforma (suscripción necesaria) publicó que la Asamblea Legislativa aprobó que ese dinero se gastara en servicios personales de cinco secretarías locales: «se etiquetaron, a través del Capítulo 1000 de sueldos y salarios, 120 millones de pesos a cada una de las Secretarías de Desarrollo Social, Medio Ambiente, Obras y Servicios y de la Agencia de Gestión Urbana, además de 50 millones más para la Secretaría de Finanzas y 9 millones de pesos a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda para personal de apoyo para seguimiento a la reconstrucción».

En respuesta, el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, envió este lunes 19 de febrero una iniciativa para reformar el decreto de Presupuesto de Egresos y quitarle a la ALDF la facultad de aprobar más recursos para la reconstrucción.

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Foto: Cuartoscuro

¿Qué pasó con la Comisión para la Reconstrucción de la CDMX?

Apenas el 15 de enero, la Comisión para la Reconstrucción había presentado al gobierno local un programa basado en los recorridos por los puntos más afectados, el diálogo con los damnificados y las necesidades jurídicas más urgentes.

Y el 16 de febrero pasado, horas antes del sismo de 7.2 grados que se sintió en la ciudad, Ricardo Becerra, responsable de la Comisión para la Reconstrucción de la CDMX, renunció al cargo. ¿Las razones? Acusó que la Asamblea Legislativa le envió oficios para informarle que «los recursos destinados a la reconstrucción ya fueron decididos por ellos mismos (los diputados) desde diciembre pasado» y el destino del dinero «no tiene relación alguna con el diagnóstico de las necesidades de las personas afectadas por el sismo».

(INSERTE AQUÍ LO DE LA ALDF)

A su renuncia, le siguieron las del arquitecto Mauricio Merino, la periodista Katia D’Artigues y el también arquitecto Fernando Tudela, quienes también formaban parte de la Comisión. Las razones eran las mismas: falta de garantías para transparentar los recursos del fondo y que la Asamblea Legislativa tomara decisiones que, inicialmente, no le correspondían.

La polémica función de los diputados

La Comisión para la Reconstrucción de la CDMX fue conformada para evaluar los daños causados por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y

La Asamblea Legislativa le otorgó a los diputados perredistas Leonel Luna, y Mauricio Toledo y al panista Jorge Ramos la facultad de «autorizar, supervisar, vigilar y proponer» el uso que se le daría a los más de 8 mil millones de pesos del fondo, por medio del Decreto de Presupuesto 2018.

El asunto escaló aún más cuando María Elena Pérez Jaen, ex comisionada del Instituto Nacional de la Transparencia, del Ifai, publicó en sus redes sociales un supuesto oficio. En él, el diputado Leonel Luna Estrada solicita a la la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México que los recursos de la Reconstrucción sean reasignados a la Delegación Coyoacán, «con el objeto de mitigar el impacto que sufrió la demarcación con los sucesos del pasado 19 de septiembre». De acuerdo a este oficio –cuya veracidad no ha sido corroborada por la Secretaría de Finanzas–, 300 millones de pesos serían destinados para comprar computadoras portátiles, 40 millones para fomentar la actividad física en adultos mayores, 30 millones para equipar espacios deportivos… etc.

Mediante un desplegado publicado en diversos medios, los diputados respondieron que se trata de difamaciones que intentan “politizar” el uso de los recursos de la Reconstrucción en tiempos electorales: «Si bien contamos con facultades legalmente establecidas… en aras de la urgencia real que existe por parte de la población afectada por los pasados sismos, a partir de esta fecha, los diputados firmantes nos comprometemos a no hacer uso de las facultades arriba mencionadas y a autorizar de manera inmediata sin reservas el listado desglosado de las obras y servicios a ejecutar que de manera unificada e integral envíe la Secretaría de Finanzas».

Las dudas que nos quedan ante la Reconstrucción de la CDMX

Ante el escándalo, el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, envío una iniciativa a la ALDF para reformar el decreto de Presupuesto de Egresos de la Ciudad de México 2018, con el fin de quitarle la facultad a la Comisión de Gobierno de aprobar más recursos. Pero la Comisión ya se había desmoronado.

No sólo eso. El jefe de gobierno anunció, en conferencia de prensa,  que ocho vialidades se han rehabilitado por completo y 16 inmuebles han sido demolidos. Según Miguel Ángel Mancera,  153 millones de peso se han entregado como ayuda para renta a personas damnificadas; 300 escuelas han sido reparadas; 400 viviendas han sido atendidas, 223 de las cuales ya en proceso de reconstrucción. Sin embargo, dijo, la Reconstrucción de la CDMX podría extenderse hasta seis años porque “aún quedan muchos pendientes”.

viviendas dañadas en cdmx

Foto: Archivo Cuartoscuro

A cinco meses del sismo del 19-S, las dudas permanecen. ¿Cómo evitar que los políticos lucren políticamente con los damnificados y sus necesidades? ¿Cómo asegurarnos que los recursos del Fondo de la Reconstrucción no sean absorbidos por la burocracia o usados para otros propósitos? ¿Cómo evitar que las autoridades se laven las manos de su responsabilidad y salten a una candidatura o a una diputación?

Unas horas después de la renuncia de Ricardo Becerra a la Comisión para la Reconstrucción, el viernes 16 de febrero, volvió a temblar en la Ciudad de México. La gente salió de nuevo a las calles apenas escuchó la alarma sísmica. El miedo seguía allí, intacto, desde septiembre pasado. A la posibilidad de perder sus vidas, sus hogares y pertenencias ante el desastre, se sumaba la posibilidad de quedar atrapado en un limbo burocrático y político.