Cada semana tenemos un post viral -para bien o para mal- cancelaciones y escándalos de todo tipo. Así que, si te mueves en las redes sociales, especialmente en Twitter, ya habrás escuchado la palabra Doxing, o Doxxeo en español. Dox, es una abreviación en inglés de documentos, en español se conoce más como doxxeo. El término se refiere a buscar y publicar información privada con clara intención de intimidar, humillar o amenazar. Algo que las redes sociales y el acceso a internet han facilitado.

De acuerdo con David M. Douglas, del Departamento de Filosofía de la Universidad de Twente, (Países Bajos); los métodos usados para obtener información van desde Facebook, Twitter o bases de datos de acceso público, hasta hackear cuentas y dispositivos personales. Las intenciones pueden variar, pero, además de ser una violación a la privacidad de las personas.

De acuerdo con este investigador, el Doxing puede ser únicamente para sacar del anonimato a la persona, señalarla en internet, por ejemplo. Otro tipo es revelar detalles específicos como domicilio, centro de trabajo e identidad de parejas o familiares.

También puede referirse a viejos posts, declaraciones, comentarios o videos para deslegitimar y exhibir a una persona; pueden ser cualquier tipo de material, en las que se haya declarado o hecho algo que podría considerarse controversial o francamente ilegal.

No es lo mismo chantaje que Doxxeo

Douglas enfatiza las diferencias entre doxxear y chantajear o difamar, de hecho; menciona que hay casos en los que se justifica: como cuando se revelan actos ilícitos, siempre y cuando la información divulgada sea parte del acto ilícito cometido, también si es de interés público. 

Compartir información adicional, como la que permite que una persona sea objeto de acoso e intimidación, no está justificado. Un ejemplo serían dos polémicas recientes; los audios de Edgar Oceransky y El tío Rober, los materiales con declaraciones controversiales han sido replicados por distintos usuarios y en notas periodísticas. Lo que no tendría cabida en este tipo de exposición sería compartir información sobre donde viven los involucrados, o información de sus familias.

Pese a que los casos mencionados son un ejemplo de Doxxeo, en realidad; Woman Stats señala que son las mujeres quienes son víctimas frecuentes, no solo de Doxxing, sino de acoso en general. En México, datos del Módulo sobre Ciberacoso, revelaron que 16% de los hombres lo han sufrido. Mientras que 17.7% de las mujeres lo ha experimentado, también son ellas quienes más denuncian.

Woman Stats también explica que mujeres de todo el mundo que se autodenominan feministas en línea son más propensas a experimentar esta forma de acoso y cita el ya famoso caso “Gamergate“.

Ocurrido en 2014, varias gamers y periodistas se expresaron contra el sexismo en la industria del juego, así como los temas de misoginia en los videojuegos. Esto trajo como resultado acosos en línea y doxing Con la información de las víctimas expuesta, -incluidos sus domicilios- los acosadores crearon amenazas de bomba, enviaron amenazas de violación y de muerte, también enviaron juguetes sexuales.

El acoso se extendió alrededor de un año.

¿Cómo puedo protegerme?

La solución más obvia también es la menos probable: no tener ninguna cuenta, foto, video, o cualquier material en internet. Como prácticamente todxs tenemos información en internet, lo mejor según Global Sign, es limitar la cantidad de datos, así como fotos y videos.

Otro tip que ofrecen es revisar y limpiar constantemente tus redes sociales. Aquellos post que contengan mucha información personal, ubicación o cualquier otro dato importante debe ser eliminado; un buen extra en estos tiempos de cancelación, sería borrar publicaciones que ya no corresponden a tu visión actual; “chistes” misóginos, comentarios racistas, clasistas o cualquier otro tema controversial.

Asimismo, el sitio recomienda cambiar las contraseñas de tus cuentas constantemente y algo a lo que los millennials siguen siendo muy aficionados; los test de internet. Puede que sea muy importante saber qué tipo de tamal eres, pero ese tipo de cuestionarios suelen recabar información sin tu consentimiento y tan solo dar una dirección de correo electrónico, puede facilitar encontrar otros datos. 

Si has sido víctima de ciberacoso, ciberbullying o Doxeo, puedes denunciar con la Policía Cibernética,

55 5242 5100 ext. 5086

[email protected]

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