Oppenheimer, el muy esperado filme del cineasta británico Christopher Nolan, por fin llega a las salas de cine como una de las cartas fuertes de este año; esto no es para menos si tomamos en cuenta el catálogo y estilo del director, así como el reparto de la cinta, encabezado por Cillian Murphy.

La nueva película del también director de Dunkirk, Tenet y la trilogía de The Dark Knight está basada en la novela American Prometheus, de Kai Bird y Martin J. Sherwin, para contar una parte de la vida del enigmático físico J. RobertOppenheimer, también conocido como el “Padre de la Bomba Atómica” y las repercusiones que este título le trajo.

Lo que se dice de Oppenheimer

Mientras esperábamos su estreno, alrededor del largometraje se generaron varios datos curiosos, como que la cinta en gran formato mide 17 kilómetros y pesa alrededor de 200 kilos, debido a que fue rodada con cámaras IMAX para lograr una resolución y experiencia audiovisual de la más alta calidad.

Esto tiene que ver mucho con el punto central de la historia y el más mencionado alrededor del rodaje: la grabación de una explosión atómica sin CGI o imágenes gráficas generadas por computadora creó un mito en internet. Este señalaba que, en realidad, Nolan sí detonó una bomba atómica para su película. Aunque eso ya fue desmentido.

Por si fuera poco,Oppenheimercapta aún más los reflectores, pues se estrena el mismo día que Barbie, de Greta Gerwig, en medio de una huelga de escritores y actores que ya tuvo su capítulo con esta película. En la premiere de Londres, el elenco abandonó el evento como acto de solidaridad ante dicho movimiento.

Mientras todo esto ha sucedido, en Chilango tuvimos la oportunidad de ver el décimo segundo filme de Christopher Nolan. Les contamos un poco de las razones por las que esta cinta es considerada como una de las más relevantes de 2023.

Te puede interesar: Oppenheimer, Barbie, Misión imposible 7 y más películas que se estrenan en julio

Oppenheimer, un vistazo al ambiguo mundo del famoso físico teórico

Cabe mencionar que esta no es una simple biopic. Nolan utilizó sus recursos cinematográficos y narrativos, como sucede en las cintas Memento e Insomnia, para traernos una clase de historia convertida en un thriller épico que por varios momentos mantiene al espectador al borde de la butaca.

Como ya destacamos, el gancho principal está en los elementos audiovisuales. Oppenheimer fue filmada en una combinación de fotografía de película de gran formato IMAX de 65 mm y 65 mm.

El plus en este aspecto técnico es que, por primera vez, se incluyen secciones en fotografía analógica en blanco y negro IMAX que, también, funciona para acentuar ciertos pasajes sombríos de la historia.

Obviamente, el trabajo deHoyte van Hoytema, director de fotografía, tuvo su desafío más grande para recrear la explosión de la Prueba Trinity —cuyo 78 aniversario fue el pasado 16 de julio— sin efectos especiales digitales.

Retomamos esto porque, oficialmente, sigue siendo un misterio cómoScott FisheryAndrew Jackson, supervisores de efectos especiales, lograron recrear el evento que significó un parteaguas en la historia mundial.

Lo que sí es un hecho es que, para producir cinematográficamente la nube en forma de hongo por la explosión atómica, se tuvo que desarrollar un lente de sonda larga ojo de pez que pudiera acoplarse a las cámaras IMAX y Panavision.

El resultado de esto es tal vez el clímax más importante del relato, que sin duda roba el aliento y curiosamente “detiene el tiempo” a lo largo de las tres horas que dura la película. Aunque este no es el punto que lleva al filme al siguiente nivel.

Cillian Murphy y su merecido protagónico en Oppenheimer

El otro reto a superar estuvo a cargo del irlandés Cillian Murphy, quien ha trabajado con Nolan en prácticamente la mitad de sus películas, pero que en esta ocasión carga todo el peso del personaje principal.

Encarnar aJ. Robert Oppenheimer, un hombre con altibajos emocionales y una inteligencia privilegiada no fue nada fácil. Sin embargo, el trabajo y experiencia de Murphy se ven reflejados en cada uno de los actos de la cinta.

En especial en la conclusión, donde su calidad histriónica, junto a la interpretación de Robert Downey Jr., quien le da vida a Lewis Strauss, terminan por llevar al espectador al límite en una secuencia donde refuerza la escritura del guion de Christopher Nolan.

Este podría ser el verdadero punto fuerte de la película, ese otro nivel que desarrolla la cinta, pero eso ya queda en el espectador decidirlo.

El filme tiene la cereza en el pastel con un elenco plagado de talento, varios de estos actores habituales en los proyectos de Christopher Nolan. Entre estos encontramos a Emily Blunt, Florence Pugh, Matt Damon, Casey Affleck, Gary Oldman, James D’Arcy, Rami Malek, Matthew Modine, Jason Clarke, Josh Peck, Tom Conti y Kenneth Branagh.

Solo faltó Michael Caine en el casting que representa a varios de los físicos y funcionarios más importantes de esa época -hablando de los consentidos de Nolan-, pero eso ya hubiera sido avaricia.

Para salvar al mundo, le dio las llaves de su destrucción

Puede considerarse que la película es muy larga; sin embargo, esto es necesario para explorar cada uno de los aspectos que hicieron que el Proyecto Manhattan fuera el punto de quiebra para el arma de destrucción masiva que modificó el orden al final de la Segunda Guerra Mundial.

Debajo de esto, echamos un vistazo al alma de J. RobertOppenheimer, quien desde sus aficiones, trabajo y relaciones interpersonales, va por un camino que, así como lo llevó a la cima, lo llevó a caer estrepitosamente.

Estas intrigas en las que el Gobierno estadounidense tiene toda su presión sobre el físico teórico llegan a un nudo en el que, por un momento, rompe con todo el ritmo justo a la mitad de la cinta, marcada excepcionalmente por el score de Ludwig Göransson. Conociendo a Nolan, esto pudo haber sido intencional.

Un plus para disfrutar totalmente del largometraje, además de verlo en una pantalla IMAX si se tiene la oportunidad, es repasar un poco las clases de historia y de cómo los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki fueron el preámbulo para la Guerra Fría y la Carrera Armamentista entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Aunque no es del todo necesario.

Ya veremos si la actuación de Cillian Murphy y el trabajo en el guion de Christopher Nolan lograrán que esta producción —cuyo presupuesto fue de 100 millones de dólares, que se traducen en una ambiciosa propuesta audiovisual con espionaje y mucha intriga— dé pelea para los Premios Oscar de 2024.

“Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”, es una frase que, luego de 78 años, volvió a cobrar fuerza en un mundo que no es tan diferente a ese 16 de julio de 1945.

Oppenheimer se estrenará el próximo 20 de julio en salas de la Ciudad de México y el resto del país. ¿Se van a lanzar, bandita chilanga?

Si buscas qué hacer en CDMX, suscríbete a nuestro newsletter.