The Flash, la muy esperada cinta dirigida por Andy Muschietti ya se encuentra en las salas de cine de nuestro país, luego de varios contratiempos relacionados con la pandemia y las situaciones en las que estuvo envuelto su protagonista, Ezra Miller.

Como el Velocista Escarlata, creado por Robert Kanigher y Carmine Infantino allá por 1956, varios de sus fanáticos han “corrido” hacia distintos complejos para ver el filme en solitario de uno de los personajes más populares y queridos de DC Comics.

Aunque muchos lo han hecho con reservas, la historia que representa un reinicio para los proyectos cinematográficos y televisivos de la editorial —ya bajo el mando de James Gunn— genera muchas expectativas, así como más incógnitas ante el reboot que es conocido como DC Universe (DCU).

Y sí, tal como Flashpoint —cómic de viajes en el tiempo que es la base de la historia de John Francis Daley, Jonathan Goldstein y Joby Harold— este filme termina por mover todas las líneas temporales; y por fin, traer de lleno al multiverso de DC a la pantalla grande y el resto de sus historias.

Pero, ya con algo de contexto, ¿rifa la película?

The Flash, luego de Zack Snyder y el DC Extended Universe, busca enderezar el camino

La película tiene una tarea bastante difícil, ya que además de ese giro de tuerca, busca remendar esa relación entre el fandom, ejecutivos, y lo que pasó con Justice League y Zack Snyder. Para esto, el relato “escarba” entre varias cintas y toma los aspectos más relevantes para su propia propuesta y visión.

Inteligentemente y tal vez el punto a favor de la película de Andy —producida por su hermana, Bárbara Muschietti— es que usa el cliché de una película o historia de DC, sin exagerar ni opacar a su propio protagonista. Tan fácil como saber que a la gente le gusta Batman, pero es el impulso para Flash.

Sí, varios la hemos visto por el morbo de ver a Michael Keaton una vez más bajo el manto del Murciélago; pero al momento del clímax, de detonar el multiverso y sus realidades, el Batman de Tim Burton es una especie de “cereza del pastel”.

michael keaton batman flash
Fotos: Screenshots del tráiler.

Algo que funciona para el desarrollo de la historia es que justo, no se usó tanto material de Flashpoint ni de otros cómics cánones de DC. Sin embargo sí es recomendable revisar algunas de las cintas previas, en específico las vinculadas a Flash y al Caballero Nocturno. Más si quieres cachar varios de los easter eggs sembrados a lo largo de los 144 minutos que dura la película.

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La película y sus mejores actuaciones

Aunque no es un requisito, no necesitas ser un fan acérrimo de DC para disfrutarla. El tono humorístico, que está sobrecargado en algunas escenas, arranca varias carcajadas en momentos poco convencionales. Pero equis, es una película de superhéroes y se vale.

Mucho de esto se debe a la interpretación de Ezra Miller, quien pareciera haber nacido para darle vida a Barry Allen. Este personaje, a pesar de lo precario de las circunstancias y su trágica historia, no pierde el sentido del humor y el de la justicia.

A su interpretación se suman las de Ron Livingston, como Henry Allen, padre del velocista; y Maribel Verdú, quien le da vida a Nora Allen, madre de Barry y quien nos permite experimentar las razones y motivaciones del héroe en carne propia. Queremos mucho a Nora.

Ya para revolucionar el relato, Sasha Calle como Kara Zor-El/Supergirl roba muchos corazones y se da a respetar a los pocos minutos de aparecer en escena; pero el plato fuerte es Ben Affleck y el ya mencionado Michael Keaton, porque obvio no es suficiente un Batman en la película de multiversos.

Las actuaciones destacables se complementan con Antje Traue como Faora-Ul; y Michael Shannon como el General Zod, que de cierta manera da paso al fanservice que servirá de motor para la popularidad y trascendencia de la cinta en el futuro.

¿Qué no cuaja en The Flash?

Tal vez uno de los aspectos más relevantes en una película de superhéroes son los efectos especiales; sin embargo, en este filme, que tuvo un presupuesto de poco más de 200 millones de dólares, éstos resultan uno de los puntos débiles de la trama.

El concepto que tratan de manejar para ejemplificar lo visto en las viñetas del cómic está bien conceptualizado, pero no ejecutado de la mejor manera posible. Esto se puede traducir en que no muchos espectadores conecten del todo al ver a Barry correr entre las distintas realidades o para salvar el día. Aunque se supone que así lo quiso el director.

La sombra que no deja brillar del todo a la película está fuera de ella, en la situación que se ha planteado alrededor de ella con la conclusión de varios proyectos, cancelación de otros y hasta la despedida de varios actores considerados importantísimos en el desarrollo del DC Extended Universe.

A la fecha, no está claro si el mismo Ezra Miller volverá a enfundarse en el traje escarlata y correr y correr para salvar el día, así como pasa con algunos histriones que dieron vida a otros integrantes de la Liga de la Justicia.

El futuro es incierto, pero con muchas expectativas bajo la mano de James Gunn.

¿Vale la pena ver The Flash?

Sí, sí vale la pena, ya que al usar el cliché de varios de sus largometrajes, la película de Muschietti se sale del molde y crea una propuesta distinta. Tal vez no lo hace espectacularmente, pero sí de una manera bastante honesta y fresca, algo que ya necesitaba esta franquicia.

Sorpresas hay a lo largo de la película y, si te enredabas entre las historias de estos superhéroes, este reboot sirve para empezar de cero y entrarle al DC Universe.

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