Si estás en busca de un destino fuera de la común tienes que lanzarte a las Dunas Rojas de Pacula en Hidalgo.

Enclavadas en las montañas de Hidalgo, a unas cinco horas de la ciudad, las dunas ofrecen paisajes de color rojo y anaranjado que parecen de otro planeta.

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Eso sí, llegar es un poquito complicado pero aquí te contamos lo que debes saber para lanzarte a la aventura.

Dunas Rojas de Pacula en Hidalgo
Foto: Rodrigo Arpón/Chilango

Cómo llegar a las Dunas Rojas de Pacula

Las Dunas Rojas de Pacula se han convertido en un atractivo turístico en el último par de años; sin embargo, aún no está establecido como tal.

Por ejemplo, si vas en automóvil desde la CDMX, tienes que tomar la carretera que te lleva a Ixmiquilpan y Zimapán.

Ambos lugares son excelentes destinos para visitar antes o después de tu paseo por las dunas.

El tramo para llegar es un poco estrellado, debes tomar una desviación de terracería de aproximadamente unos 15 minutos.

Para llegar a la comunidad tendrás que atravesar la Mina La Negra, no hay revisión a su entrada, solo un saludo muy cordial de los vigilantes. 

No hay letreros o indicaciones de cómo llegar, por lo que es recomendable que descargues la ruta previamente en algún dispositivo, pues la falta de servicio de telefonía o internet podría afectar tu llegada.

Una vez dentro de la comunidad de San Francisco Pacula, sigue en el único camino de carriles de cemento.

Pasarás a un costado de la iglesia, de la escuela y del pozo de retención de agua donde podrás ver cómo el rojizo de la tierra colorea de marrón el agua acumulada. 

No hay estacionamiento hasta la subida, solo tendrás que cuidar de no bloquear la puerta de acceso del último vecino de San Francisco para adentrarte en las dunas. 

Un cachito de Marte en la Tierra

El color rojo de las dunas te cautivará y te invitará a recorrerlas de inicio a fin. Se encuentran expuestas en la ladera del cerro, al frente podrás ver también cómo pintan con su icónico color el paisaje.

En ellas podrás deslizarte por sus caídas, podrás pintar tus manos con su especial color. No son tóxicas, solamente el color se debe su alto contenido de óxido de hierro y leterita. 

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Es muy fácil que tu ropa quede pintada, pero la experiencia de estar en esta zona merecerá la pena el recuerdo. Podrás subir y bajar por las diferentes estrías de la tierra entre piedras enclavadas.

Alrededor de las dunas aún no se cuenta con servicios de alimentos o sanitarios, simplemente los vecinos te saludarán en tu pasar de manera amigable, aún sorprendidos por la cantidad de personas que pueden asistir en un fin de semana.

Las dunas ya eran conocidas por los cercanos a la población, ahora, es tiempo de cuidarlas desde una responsabilidad chilanga.