Top 5 de fails de famosos en Twitter

Del tsunami al saiote

Tómala, llevábamos apenas 7 días de 2014 cuando estalló la bomba. Una revista de chismes mostraba a la siempre amable Lucerito en una faceta muy poco piadosa: con la cara embarrada de sangre, posaba sonriente junto a una cabra que presuntamente había cazado en compañía de su novio Michel Kuri. 

Entre guasa, carrilla y legítima indignación, las redes sociales, especialmente Twitter, se desbordaron en memes y el asunto rápidamente se convirtió en TT. “Lucerito mató a mi mamá”, decía una ilustración donde Bambi aparecía junto a su madre ensangrentada. Un Vine mostraba a Lucero riendo a carcajadas ante la muerte de Mufasa. “Madagascar 4: Escapando de Lucerito”, decía un poster fake donde los aterrorizados animales huían de la cantante quien tripulaba una monster truck.

Y cuando el asunto aún no se enfriaba y pensábamos que el día se lo había llevado la intérprete de “Cuéntame las pecas de la espalda”, llegó el vástago del Loco Valdés para demostrarnos que siempre se puede más. En su cuenta de Twitter y ante los ojos estupefactos del mundo, Cristian tuiteaba “Masajito con saiote!!!” acompañando su mensaje con una imagen que nadie en su sano juicio querría ver. 

Las reacciones no se hicieron esperar “me dio SIDA en los ojos”, comentaban los tuiteros. “Supersaiaiote”, se leía en un meme en el que Cristian aparecía con el cabello de Gokú. Y la pregunta del millón: ¿qué diantres es “saiote”? Todo el mundo especulaba el respecto: que si era la diminuta tanga que traía puesta, que si se trataba de un “final feliz” (el famoso masaje con calambre), que si esto, que si lo otro.

La teoría más aceptada hasta el momento es que Saiote es el apellido de la masajista, común en Portugal y Brasil. Pero entre que son peras o son manzanas y descubrimos qué cosa quiso decir Cristian con eso, les dejamos un top 5 de momentos en que varias figuras públicas han resbalado en redes sociales, para beneplácito de la comunidad tuitera que al parecer siempre anda ansiosa de chisme fresco y humor negro.

5.  “Hola, ahora sí me despido para siempre, es una cagada este mundo así. Chinge (sic) su madre este medio pedorro. Principio del fin”. Sí, el saiote fue mera reincidencia de @CristianCastro, quien ya en abril de 2012 nos había regalado esta joya. Qué bueno que no se retiró o no habríamos podido disfrutar de su reciente desliz.67667

4. Era marzo de 2011 y un trágico evento azotaba a Japón: un tsunami dejaba numerosas pérdidas materiales y humanas. ¿Y qué hizo @DulceMaria al respecto? Mostrar su lado más sensible y humano. “Como un Tsunami en Japón, puede hacer que tus olas me revuelquen el maldito corazón”. Por supuesto, Twitter se la comió viva.67670

3. Y hablando de comérsela, ¿cómo olvidar a @Quiquegaray? Era 21 de febrero de 2012 cuando tuiteaba desde su cuenta una fotografía bastante explícita del que presuntamente era su miembro viril, acompañado de la leyenda “Te la comes?”. De inmediato salió a decir que la foto no era suya, que él estaba en Londres y que su cuenta había sido hackeada. El buen Garay tuvo que soportar muchos chistes sobre sus escasos atributos.67668

2. Todas las miradas estaban puestas sobre la impactante inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres. Fue entonces cuando la brillante filósofa y pensadora contemporánea @Fanny_lu hizo un comentario que la convirtió en la botana de las redes sociales: “Faltaba el momento más emotivo con la aparición de Elton John y su canción Imagine! Siempre lo recordaremos!!!” Ay, Fanny Lu. Sin comentarios.67669

1. Ni siquiera ante la muerte de un famoso el humor tuitero muestra piedad. Apenas se había confirmado la muerte de Jenni Rivera cuando ya había decenas de chistuits y memes circulando en las redes. Pero fue @LopezDoriga quien dejó a todos atónitos con un tuit que lució su falta de sensibilidad: “El zapato de Jenni Rivera, como el de Cenicienta: en el lugar del accidente”. TRAZ.67666

¿Qué otros momentos bochornosos de “artistas” recuerdan ustedes, queridos lectores? Se vale compartir, que aquí venimos a echar la sana chorcha. Y acuérdense también que el que se ríe, se lleva.