#MentirasDeInternet

La red global y sus choros más comunes

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¿Qué haríamos sin internet? ¿Decir la verdad?

Para muchos esta herramienta no sólo les facilita la forma de comunicarse con el mundo, sino que han sabido aprovechar las bondades de la red para mentir; siempre que sea necesario. O aunque no lo sea. Bah.

Y es que, la sensación de anonimato que ofrece esta plataforma le da a sus usuarios la oportunidad de crear una personalidad falsa y libre en internet. En las redes sociales, por ejemplo, bastará con unos cuantos clicks para bautizarte como quieras, ser como gustes y vivir donde te imagines. 

Lo malo es que la verdad siempre sale a flote.

Estas son las #MentirasDeInternet más comunes. Tomen nota y ¡abuzados! 

La belleza es cuestión de ángulo

Típico: estás trabajando en la oficina. Casual. Recibes una notificación en FB diciéndote que Pamela Zen Sual te quiere agrear como amigo. Lo primero que haces es ver sus fotos de perfil. Bloqueadas. La única que puedes ver es la principal. Te dejas hipnotizar por esos bellos ojos azules que resplandecen en la pantalla de tu computador. Aceptas como amiga a Pamela Zen Sual y te metes corriendo a ver sus fotos. Lamentable sorpresa: aquellos ojos azules que te hicieron fantasear por un rato, son sólo pupilentes en los ojos de un hombre de mediana edad que pretende ser “tu amigo”. ¡IUG!

Obvio soy mayor de edad

Es viernes por la noche. Tienes 16 años y acabas de regresar de alguna tardeada. Cansado de tomar agua de horchata, decides ingresar a la red en busca de “diversión”. Tecleas el nombre de algún sitio de internet donde todas las historias de amor terminan en sexo y te sale aquel letrero que te advierte que si eres menor de edad, salgas inmediatamente del sitio. Por supuesto: Cierras el sitio. Apagas la computadora. Y te vas a dormir como buen chico. Nadie, nunca.  

Cambio de sexo

Este es un juego muy peligroso en las redes sociales, chats públicos y foros de ligue. Cualquiera puede ser hombre, mujer o perro. Nunca sabrás quién está del otro lado del monitor, a menos que establezcas una charla más íntima por Skype y te des cuenta que aquel LatinLover15 es todo menos eso.

¿Infiel yo? ¡Mentiras.com!

¡Ah, el internet!, con sus anonimatos y sus usuarios de corazón compartido. Pero, esto de ser infiel a través de internet, no es culpa del usuario tal cual. O sí. La cuestión es que hay tantas formas de ser infiel en línea que sólo los verdaderos machos se atreven a pasarlas por alto. Existen sitios como Ashley Madison, o apps de Facebook como Bangwithfriends que nos facilitan la vida. Si todo está tan fácil, ni cómo negarse. 

¡Soy el/la de la foto!

Típico que entraste a algún lugar de internet pa’l ligue. Conociste a tu media naranja. Tiene todo lo que te gusta: ama las caminatas por las playas (de Ebrard), las novelas románticas (como Crepúsculo) y el arte en general. Además, su envidiable abdomen –súper definido– que puedes ver en sus fotos de perfil te hace soñar. A ver, ahora nosotros te preguntamos: ¿Crees que alguien así buscaría el amor detrás de un monitor? ¡JA! Si estás en esta situación, prepárate para llevarte una enorme sorpresa cuando descubras que tiene el abdomen marcado pero por los resortes del calzón.

Señor Wikipedia

El conocimiento compartido en internet es un factor clave en la sociedad moderna, tando así que ahora todo mundo puede sentirse experto en cualquier tópico. Sobre todo si goza de un smartphone y acceso a internet. Ahora, puedes aparentar ser un hombre renacentista, de esos que eran expertos en biología, física, pintura, albur y hasta tamales los domingos. Todo gracias a la gran herramienta que es Wikipedia. La mentira más grande es cuando sacas 10 en tu examen final sobre historia del arte sin haberte presentado a una sola clase en todo el semestre. Esto sin duda es un milagro de navidad. 

Te prometo que sólo yo(utube) me quedo con el video

No sabemos muy bien por qué, pero ahora a la gente le gusta grabar sus momentos amorosos en el celular para poder revivirlos cuando quieran. Ya sea en el metro, el camión, o subiéndolo a Youtube. Y entonces: ¡pam! Todos se enteran de las cochinadas que te gusta hacer/decir. Así que, aguas, si en pleno “chacoteo” te sacan el celular para grabarte, huye y cuéntaselo a quien más confianza le tengas.