Identificando al enemigo

Confesiones de una sexóloga

Y es que, a pesar de lo que muchos piensan… el peor miedo, sobre todo en cuestiones de pareja, no es que nos digan que NO; todo lo contrario. El terror aparece ante la posibilidad o la certeza del SI.

Esto es muy evidente en cuestiones de pareja… nos da miedo aventarnos, exponernos, quedar vulnerables ante el otro; por eso es más fácil quedarnos con la negativa, con el NO. El sí nos asusta, nos saca de control, nos orilla a movernos, a hacer las cosas diferentes, nos invita al dinamismo y eso… no a todos nos gusta.

Ya sé que suena raro, pero piénsenlo. Cuando nos dicen que no, nos ponemos tristes, nos duele, nos sentimos mal, pero hasta ahí. No tenemos que modificar nada, no hay que acoplarnos a nadie, no hay que compartirnos con nadie; todo lo contrario pasa si nos dicen que sí. Acto seguido, empiezan las dudas, la incertidumbre, el no saber qué hacer, cómo comportarnos, qué decir, etc. ¿Ven como es bastante más complejo el sí que el no?

Reflexionando sobre esto, a partir de algo que me pasó en la semana, me di cuenta cómo muchas veces en mi vida he dejado pasar oportunidades de trabajo, de pareja, de oportunidades en general, por miedo al SI. Lo curioso es que no me puso triste, todo lo contrario, es una gran área de oportunidad para trabajar conmigo misma.

En ocasiones luchamos contra el enemigo equivocado; yo siempre pensé que mi miedo era a una negativa, a que no aceptaran una propuesta mía y la realidad –cuando menos en mi caso- es todo lo contrario. El problema viene cuando me dan el sí, empiezan a surgir toda una serie de conflictos como ¿será que sí puedo? ¿y si no doy el ancho? ¿si lo hago mal? ¿si no soy tan buena como creen? ¿si… si… si…???  

En fin, el primer paso ya está: identificar el enemigo. Estaba “luchando” contra el equivocado y eso sólo me mantenía en mi zona de confort.

Y ustedes… ¿a quién le temen más, al SI o al NO? ¿Contra qué enemigo luchan? Si lo tienen identificado, ¿están seguro(as) que es el correcto?