¿Qué es decidir? ¿Qué nos mueve a tomar decisiones y cuál es su alcance? ¿Quién decide en nuestra ciudad? Día con día nos enfrentamos a la toma de decisiones en distintos ámbitos, desde lo más cotidiano hasta cuestiones que definen nuestras vidas; por eso es necesario pensar sobre este poder y cómo se manifiesta. Cuatro chilangas bien decididas nos comparten sus ideas y sentires.

por Bita Aranda

Hace algunas semanas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la penalización del aborto en Coahuila, lo cual revivió la discusión sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, sobre su planeación de vida, sobre el derecho a vivir una vida sexual placentera, sobre el acceso al aborto como derecho humano. Es una inmensa victoria para México, para sus niñas, mujeres y personas gestantes. La marea verde ahora llegará a los congresos locales para hacer importantes reformas legislativas para la despenalización o la legalización del aborto y que se continúe la conversación de una educación sexual integral para reducir la tasa de embarazos no planeados y las violencias que millones viven en este país.

Ahora, creo que aprovechando la conversación, el derecho a decidir de las mujeres no es exclusivo de nuestros cuerpos. El derecho a decidir es algo que debe garantizarse urgentemente en todos los espacios.

Mi trayectoria como representante regional de Girl Up, organización que busca avanzar los derechos de las mujeres y las niñas, me ha permitido identificar el inmenso trabajo que México, y en general la región de América Latina y el Caribe, tiene por facilitar espacios para que las niñas puedan desarrollar habilidades de liderazgo. La sociedad por siglos le ha pedido a las mujeres que ocupen un espacio en el asiento de atrás, donde se les permite servir y a muchas de ellas, se les espera que sean pasajeras silenciosas, muy pocas estamos detrás del volante. Aún hay una deuda enorme en que más mujeres en su libertad y autonomía, puedan decidir tomar el volante o dicho más claro, para ocupar un espacio de Decisión.

En el sector privado mexicano, el 99% de los puestos directivos son ocupados por hombres. En el sector público, si bien hay paridad en los espacios, el poder de decisión sigue siendo accesible para los hombres, casi todos mayores de 35 años, que controlan y simulan la participación de las mujeres en sus espacios. En la vida privada, las mujeres somos recluidas a las tareas de cuidados y cargamos las tareas domésticas sin remuneración alguna, manteniéndonos en ciclos de violencia económica que nos impiden salir de otro tipo de violencias.

Las mujeres tenemos derecho a decidir, pero también tenemos derecho al espacio de toma de decisión. Solo así, los productos, servicios y políticas públicas serán verdaderamente incluyentes para todes. Es muy importante destacar que la lucha no puede solo ser para algunas. Generalmente, los espacios de toma de decisión son ocupados por mujeres de un contexto social, un capital económico y otras características físicas o sociales que les atraviesan. En palabras claras: el espacio de toma de decisión no solo puede ser para mujeres blancas, egresadas de escuelas privadas, con segundo o tercer idioma, que repliquen prácticas opresoras para otros grupos de población. El derecho a decidir es para todas las mujeres y todas las personas. Si es solo para algunas, es de nuevo solo el patriarcado manifestándose y reteniendo el poder.

Sin importar qué decidan, dirigir una radio comunitaria, ser CEO de una multinacional, ser trabajadoras sexuales, líderes religiosas o madres y encargadas de las tareas de cuidados, la elección de vida de una mujer debe ser autónoma, informada y representativa. No puede ser solo simbólica, debe tener el mismo peso y valor que la de sus contrapartes masculinas. Lamentablemente, hoy en México, las mujeres no decidimos. Por eso es urgente que nuestras sociedades reconozcan las decisiones de las mujeres en todos los espacios y que estas sean respetadas y honradas por todas las personas.

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Biografía: Bita Aranda

Bita ha colaborado con Girl Up, de la Fundación de las Naciones Unidas, en varios programas de desarrollo de habilidades de liderazgo para niñas adolescentes desde 2016. Durante el 2018, Bita fue consultora para el departamento de Conocimiento, Innovación y Comunicaciones en el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington D.C.  

En 2021, contendió en el periodo electoral para buscar llegar al gobierno local de la Ciudad de México. Le apasiona defender el derecho de las niñas y las juventudes y combatir la representación adulto-céntrica.

Actualmente es Representante de Girl Up en América Latina y el Caribe; organización con el fin de reducir la brecha de género en el espacio de toma de decisión. Bita Aranda es Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad de las Américas Puebla. 

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Este contenido es parte de “A MORDIDAS: comer a toda hora en la CDMX”, la edición de noviembre de Chilango. ¿Qué se te antoja? Te invitamos a buscar tu Chilango de noviembre en Starbucks, Sanborns, puestos de revistas y en el aeropuerto. O lee nuestros especiales onlineaquí.