Óscar Ruvalcaba sabe mejor que nadie que este 2021 fue un año de grandes retos para las artes escénicas, que en 2020 se habían visto privadas de dos de sus más importantes ejes: el escenario y su público. Una industria que el año pasado tuvo que reinventarse de mil maneras hasta poder reencontrarse y reconectar con la gente.

Justo en esa necesidad de estar cerca del otro, de tocar cuerpos y ser tocados, se basa la puesta en escena Periferia, del bailarín y coreógrafo Óscar Ruvalcaba Pérez, producción que ha dejado con buen sabor de boca y sentimientos a flor de piel a quienes han tenido la oportunidad de verla durante su breve pero rotunda presencia en cartelera, del 10 al 19 de septiembre en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes.

IMÁGENES PROPIAS

Desde muy chico Óscar sintió la necesidad de la expresión física. Se inició en la gimnasia olímpica, pero todo cambió cuando vio por primera vez una función de ballet y se dio cuenta de que en este tipo de danza hay una mezcla de elementos, como la música y el cuerpo, un lugar en el que sabía que podía habitar.

Por muchos años se dedicó al ballet y su talento se exportó a Estados Unidos y Europa. Sin embargo, algo no terminaba de hacer clic para él: “Hubo un punto donde me di cuenta de que yo no era tan buen bailarín porque me costaba mucho trabajo asumir las imágenes de otro y dejar las mías a un lado; entonces llegue a la conclusión de que lo mejor era hacer mi propio trabajo coreográfico. Empecé y fue muy bien recibido”.

EL PELIGRO DEL CUERPO

Periferia es su más reciente montaje y surgió inspirado en los drásticos cambios que hemos atravesado como colectivo y sociedad durante y después de la pandemia. “Yo soy artista del cuerpo y de repente el cuerpo se volvió el gran enemigo; no podías tocar, no podías hablar, y estas acciones se volvieron tabú, peligrosas”.

Óscar Ruvalcaba se hizo las preguntas “¿Cómo hacer danza colectiva sin tocarnos, sin acercarnos? ¿Cómo seguir viviendo sin tocarnos?”.

Esta obra nace de una nueva concepción del cuerpo, de su regimentación y codificación. Óscar buscaba recuperar el sentido de la espontaneidad, la libertad de los cuerpos y reflexionar sobre lo que pasó en este proceso de la pandemia.

“Nos dimos cuenta de que sí necesitamos al otro para reconocernos; la mirada del otro, el contacto con el otro, te ayuda a entender quién eres. Somos algo más que individuos: hay una colectividad que nos envuelve”.

APENAS LA PRIMERA

Para Óscar Ruvalcaba, 2021 fue un año de mucho aprendizaje, tanto personal como laboral: pasó de trabajar en varios proyectos al mismo tiempo a enfocarse en uno solo y dedicarse a él en cuerpo y alma. Por eso para 2022 busca seguir la misma dinámica, y de hecho ya está trabajando en la secuela de Periferia, que llevará por nombre Travesía.

“Todo este trabajo es una trilogía; la primera es Periferia y la que viene se llama Travesía. Periferia fue el círculo, el perímetro al que los cuerpos se vieron obligados a replegarse, y Travesía es el viaje del perímetro hacia el centro de este círculo”.

2022 pinta prometedor para Óscar Ruvalcaba. Él espera que la segunda parte de su obra sea recibida igual o mejor que la primera, por lo que pondrá todo su talento y visión para que así sea.

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