Corría 1985. El mismo año en que la Ciudad de México experimentaba una de las más grandes catástrofes de su historia, llegó también a la calle de Justo Sierra un lugar que desde entonces y hasta ahora se ha instituido como uno de los sitios preferidos por aquellos que buscan transformarse en otros –u otres–: El Castillo de la Fantasía.

Sus paredes albergan una gran cantidad de pelucas, postizos, extensiones de cabello, coronas, tiaras, cetros, bolsas, aretes, perlas, brazaletes: todo lo que cualquiera necesitaría para convertirse en el epicentro absoluto de las miradas.

Sus trabajadoras te reciben sonrientes. Aquí todo el mundo es bienvenido, sin distinción de edad, género u orientación. «Nuestras principales clientas son las chicas que se han operado para serlo. Se les dice trans, ¿verdad? Ellas vienen mucho a este lugar. Les encanta venir por pelucas, collares, extensiones», narra una vendedora.

¿Cómo es trabajar en El Castillo de la Fantasía?

Otra de las dependientas interviene: «Nos encanta que vengan, en este lugar no se discrimina a nadie. Nos gusta mucho asesorarlas, aunque la mayoría no lo necesita, saben bien a lo que vienen».

Pero a esta tienda en el Centro Histórico también han caído personalidades. «Aquí venía mucho Francis. ¿Te acuerdas de ella? Venía a comprar las pulseras y los collares más vistosos, que impactaran, porque de eso se trataba su show. Ha venido también Darío T. Pie, el que hace a La Roña. ¡Es altísimo ese hombre, es impactante! También han venido las gemelas Ivonne e Ivette, nos visita Niurka, ya ve que es muy dada a ponerse extensiones»

El Castillo de la Fantasía también es un lugar donde llegan pelucas para disfraces, y los hay tanto para hombres como para mujeres, a precio de mayoreo. O sea que si tienes una fiesta en puerta, aquí puedes conseguir ese afro setentero para un look disco o la peluca del personaje de moda.

«Ahorita, por ejemplo, está muy de moda Donald Trump, esa la piden mucho los caballeros para disfrazarse. Tanto la piden que ahorita está agotada, pero surtimos cada quincena. Para las chicas está la de Harley Quinn, o uno que nunca falla es la de Merlina, que es de pelo largo con trenzas, o hasta de princesas de Disney. Ah, también manejamos pelucas con rastas, por si un día tienen la inquietud de imaginarse cómo se verían con ellas, pero no se animan a hacérselas. Tenemos bisoñés para caballeros, son de pelo natural y se ven muy realistas».

Sobre los precios, tienen que ver con los materiales, calidades y tamaños. Hay pelucas de fantasía de poco más de 100 pesos, hasta otras como las de cabello natural que cuestan desde cinco mil 500 pesos e incluso se pueden planchar o someter a calor y que además pasarían desapercibidas hasta para el ojo experto.

Si quieres conocer la tienda de pelucas de mayor tradición en la Ciudad de México, no dudes en acudir a El Castillo de la Fantasía. Ya sea que quieras ser un odiado Donald Trump o una aclamada diva del cabaret, éste es un lugar que no puedes dejar pasar. ¡Que viva el arte de la transformación!

El Castillo de la Fantasía, Justo Sierra 41, Centro Histórico, 5542 0322, 5522 1113, lun-sáb 9-18:30 h