Horas después que los Patriotas de Nueva Inglaterra aplastaran a los Raiders de Oakland en la cancha del Estadio Azteca, su entrenador, Bill Belichick, levantó polémica por declarar que se sentía afortunado de que no se hubiera presentado un terremoto ni la erupción de algún volcán durante su estancia.

Incluso, señaló que no tendría prisa en que su equipo volviera a disputar un partido oficial de la NFL en suelo mexicano.

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Según refiere el portal Univisión, el entrenador en jefe de los Pats declaró lo anterior a su regreso a Foxborough, Massachussetts, este lunes 20 de noviembre por la mañana, cuando dejó claro que el viaje a la Ciudad de México representó demasiado esfuerzo en varios aspectos.

bill belichick

Foto: Cuartoscuro

La polémica declaración de Bill Belichick

No es la primera vez que un coach de la NFL manifiesta su descontento tras jugar fuera de su país, principalmente por las complicaciones logísticas, la altitud o las condiciones con que se pueden encontrar en territorio ajeno.

Lo que levantó controversia en el caso del entrenador de los Patriotas fue esta declaración:

«Creo que somos afortunados de que no hubo erupciones de volcanes ni terremotos, ni nada más mientras estuvimos allí. Tienes dos franquicias de la NFL en un área que no sé cuán estables sean las placas geológicas que estaban debajo de nosotros, pero no pasó nada, así que eso fue bueno».

Bill Belichick también hizo notar que el viaje representó otros inconvenientes, como la planeación del partido ante los de Oakland, la adaptación al coloso de Santa Úrsula y la energía que debieron imprimir los jugadores para jugar en un país que no tiene liga profesional de futbol americano.

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«No están acostumbrados a tener un equipo de la NFL, así que tienes que entrar y manejar mucha de la logística. Mucha mano de obra, muchas horas, mucha energía de nuestra organización para hacer eso», agregó.

Por el contrario, el quarterback de los Pats, Tom Brady, declaró al término del partido en el Azteca que le había encantado la capital mexicana y que definitivamente tenía intenciones de regresar a conocerla en breve, ya en plan turístico. El público mexicano se le entregó por completo y no dejó de corear su nombre durante las poco más de tres horas que duró el partido.