Si existiera el club de los hombres con los “cables cortados”, así iniciaría mi discurso de bienvenida: “Hola, me llamo Francisco y tengo dos hijos, un niño y una niña. Quizá un tercero podría venir a aportar más dicha a la familia, pero también más gastos, gritos y desveladas. Por eso, y porque mi esposa me lo pidió, me hice la vasectomía”. Tras varios análisis, concluimos que lo mejor era que yo me anudara los conductos deferentes y, de paso, librara a ella de las esclavizantes pastillas anticonceptivas o de una intervención más agresiva, como la obstrucción tubárica bilateral, mejor conocida como ligadura de trompas.

Vasectomía gratuita CDMX
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Me hice la vasectomía gratuita en CDMX el pasado 5 de septiembre en el Centro de Salud T-III Dr. Manuel Escontria, en pleno corazón de San Ángel. Una amiga me recomendó el lugar, que pertenece al sistema de salud operado por el Gobierno de la Ciudad de México. La intervención, por lo tanto, fue gratuita.

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Antes había iniciado el trámite en el Seguro Social. Saqué una cita a través de la aplicación, esperé tres semanas, acudí, me pidieron unos exámenes de sangre, llegué antes de las 7 de la mañana para formarme y hacérmelos, saqué otra cita para que me dieran los resultados… Aborté la misión debido a las complejidades del sistema de salud, mi prisa y mi miedo. Pensé: “pues ya ni modo, me la hago con un privado”, pero llegó a mis oídos el dato del maravilloso centro de salud y la vasectomía gratuita de la CDMX.

La primera sesión con una consejera de trabajo social implicó una entrevista, llenar un par de documentos y una breve capacitación sobre la intervención y los cuidados postoperatorios sugeridos. La amable consejera programó la operación y me pidió que rasurara la zona lateral de los muslos y los testículos.

Vasectomía gratuita CDMX
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Volví siete días después, puntual, a las 13 horas. En la modesta sala de espera, el primer valiente yacía acostado. Pensé que estaba convaleciente pero no, sólo estaba reposando, pues, según contó, el día anterior había trabajado hasta tarde y estaba muy cansado. El segundo en el orden al bat era su humilde servidor. El tercero arribó minutos más tarde: ejecutivo de una empresa trasnacional que llegó en ropa deportiva y pidió el día a cuenta de vacaciones. Sólo realizan de tres a cuatro cirugías al día.

El doctor nos entrevistó en el orden en que llegamos y llenó más formatos. En cuanto llegó la enfermera llamaron al primero de los pacientes, que salió al cabo de 15 minutos con la cara relajada. Cuando llegó mi turno la enfermera me dio una bata; pidió que me quedará en ropa interior y calcetines. Pasé a la cama. El doctor anticipó una inyección. Sentí “el piquetito” en la zona testicular. La bata me impedía ver lo que hacían y preferí fijar la vista en las luces del quirófano. Al terminar, el doctor insistió en que dejara que el parche se cayera por sí solo y que guardara reposo absoluto al menos 48 horas.

Vasectomía gratuita en CDMX
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Me fui a casa sin dolor. Días más tarde tuve algunas molestias, pero paulatinamente fue mejorando la sensación después de la vasectomía. En total fueron 10 días de una convalecencia en la que pude hacer mi vida con normalidad, a excepción de los dos partidos de futbol que no jugué.

En el momento de escribir este texto tengo pendiente hacer el examen de espermaconteo para poder asegurar que la vasectomía fue un éxito. La recomendación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es tener 25 eyaculaciones para asegurar que ya no pasen espermatozoides con el semen. El doctor que me operó dijo que regresara después de 30. Me faltan unas cuantas para llegar al número. No tengo prisa. Lo importante ya lo hice y fue mucho más fácil de lo que pensaba.